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Daymare: 1998 [REVIEW]

Un survival horror con un aire muy noventoso

Un virus creado en un laboratorio se extiende por la ciudad e infecta a la población convirtiéndola en zombies al mejor estilo Resident Evil. Y no es casualidad que se parezca tanto, ya que Daymare: 1998 iba a ser un remake no oficial de Resident Evil 2 antes de que Capcom interrumpiera su desarrollo y anunciara sus propios planes para traer de vuelta al clásico de PlayStation.

Invader Studios es un pequeño estudio italiano creado por fans del survival horror que debió abandonar el desarrollo de Resident Evil 2 Reborn en 2015. Pero no se quedó con las manos vacías, ya que Capcom invitó a sus integrantes a sus oficinas en Japón y tras una charla, lograron que el trabajo hecho hasta ese momento no fuera en vano. Así surgió Daymare: 1998, un homenaje a la saga del gigante nipón, pero también a otros referentes del género como Silent Hill o Dino Crisis.

Liev, Sam y Raven son los tres personajes con los que recorremos diferentes escenarios de una ciudad del estado de Washington, plagada de zombies debido a un experimento que se les fue de las manos a los científicos del Laboratorio Aegis. La historia comienza en dicho complejo ubicado en una isla cerca de la ciudad, al cual debemos ingresar con Liev, un agente especial de una organización llamada H.A.D.E.S. (algo así como S.T.A.R.S. en los Resident Evil), y tomar muestras del virus para ser analizadas. Pero no todo sale como fue planeado y el virus logra llegar a la ciudad, desatando el caos.

Sin ser muy innovador en este aspecto, el juego nos lleva por una caótica ciudad cubierta de niebla, sus alcantarillas, un hospital y un laboratorio, con una perspectiva en tercera persona y con la cámara ubicada a la altura del hombro derecho del personaje.

En cada uno de los cinco capítulos que dura el juego, encontramos estimulantes de salud y energía, munición y hasta tres armas que usamos para mantenernos con vida (recomendamos usar la escopeta para reventarle la cabeza a los zombies de un solo disparo). Pero siempre debemos ser medidos y saber cuándo es mejor correr y no desperdiciar balas que quizás necesitemos más adelante al momento de enfrentar a algún jefe o zombie más poderoso.

Una de las mejores cosas que tiene Daymare: 1998 es su inventario y el manejo de los recursos. A diferencia de otros juegos del género, aquí debemos conseguir cargadores y rellenarlos con balas para poder cargar el arma de manera rápida. De lo contrario, tenemos que entrar al inventario –que es un intercomunicador que nuestro personaje lleva en la muñeca– y recargarlas manualmente, pero cuidado, porque cuando ingresamos a dicha interfaz, el juego continúa y podemos ser atacados. Haciendo una analogía, entrar al inventario en medio de los zombies es como mirar el celular mientras manejamos, una pésima idea que puede terminar mal.

Por otro lado tenemos varios puzzles que debemos resolver para seguir avanzando, algo muy común en este tipo de fichines, como volver a poner en marcha el sistema de energía o encontrar la manera de abrir una puerta que está bloqueada. En este caso, algunos de los acertijos son ingeniosos, pero otros sentimos que ya los vimos en otros cientos de títulos, lo cual no está mal, cumple, pero podrían haber sumado un poco más de dificultad.

El punto más flojo de Daymare: 1998 sin dudas es el apartado técnico. Aunque la iluminación y la atmósfera terrorífica que genera está bien lograda, algunas texturas se ven bastante pobres y las animaciones no son buenas. Especialmente las animaciones faciales, ya que cuando los personajes hablan se les mueve sólo la boca y es imposible no notarlo.

A esto le sumamos algunos bajones de fps, bugs y, lo más importante de todo, malos controles para correr (algo clave al momento de sobrevivir a los zombies) y también algunas imprecisiones cuando tenemos que interactuar con objetos del entorno. A pesar de esta crítica, entendemos que es un juego desarrollado por un estudio independiente sin demasiados recursos, y que no pretende contar con gráficos de última generación.

Si después de haber jugado Resident Evil 2 y 3 Remake, se quedaron con ganas de terror, zombies y supervivencia, Daymare: 1998 es una gran opción. Está hecho con mucho amor gamer por el género, y ninguna de las carencias técnicas que criticamos anteriormente impiden disfrutar del juego y adentrarnos en la historia de Liev, Sam y Raven. Para ser el primer título que lanzan los italianos de Invader Studios, está más que aceptable y promete un gran futuro para el estudio indie. [i]


DESARROLLADO POR: Invader Studios
DISTRIBUIDO POR: Destructive Creations
GÉNERO: Survival horror
DISPONIBLE EN: Windows, PlayStation 4 y Xbox One

QUÉ ONDA: Un buen homenaje a los clásicos de los 90’ que cumple con lo que promete: dar miedo.
LO BUENO: El manejo de recursos, el inventario y la ambientación terrorífica.
LO MALO: Las animaciones, texturas y algunos controles de movimiento.

Este análisis fue realizado a través de un código de PlayStation 4 provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN70%
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