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[REVIEW] CounterSpy: Humita secreta


Mi nombre es Bond, Suprabond.
 

Son los años 50’ es la guerra fría. No se trata de una guerra de baldes con cubitos de hielo como se hace hoy en día, con la excusa de una movida viral. Es la época en la que dos potencias mundiales vivían secreteándose y chicaneándose frente a una amenaza constante de holocausto nuclear. EEUU y Rusia ostentaban un enorme armamento nuclear apuntándose el uno contra el otro. El aire podía cortarse con una galletita de agua y era el reinado de los espías. Como los mediáticos de Intrusos, llevaban y traían, pero si los pescaban en lugar de una carta documento, les metían un tiro y les cueteaban el país.

Counterspy es una de esas extrañas maravillas que ocurren de tanto en tanto en la industria de los fichines. Confieso que de todos los géneros, uno que esquivo con muchísima frecuencia es el de los arcade de plataformas. Tuve malas experiencias con ellos y aprendí a odiarlos. Son fichines que, con alto grado de complejidad logran sacar lo peor de mí. Hasta he roto teclados jugando y terminé escribiendo notas sin letras. Para mi sorpresa Conterspy no es nada de eso.

El personaje central pertenece a una organización imparcial llamada C.O.U.N.T.E.R. La idea es mantener el delicado balance entre las dos potencias, para que el estado de alerta no avance hasta convertirse en un desparramo de misiles nucleares. Para mantener ese equilibrio, hay que infiltrar a nuestro espía tratando de no hacer demasiado escándalo. Podemos encargarnos de la amenaza escurriéndonos con cuidado para tomarlos por sorpresa con golpes, o utilizar armas con silenciador. Un paso en falso, un ruido o estar unos segundos expuesto al enemigo se convierte en un intercambio de plomo cuyo peligro mayor no es la integridad física del espía. Si tardamos en hacernos cargo de los guardias, uno de ellos puede alertar al resto con un llamado.

Eso al igual que la muerte de nuestro pichón de Bond, se convierte en un cambio en el estado DEFCOM del país. Cuanto más bajo es el número, más chances hay de que el planeta se convierta en un queso gruyere. Pero tranquilos, porque si nos agarran con las manos en la masa, o nos hacen paté, podemos volver a bajar el estado de alerta apuntándole a un oficial. Estos soldaditos de punta en blanco, tienen la tendencia de mojarse los pantalones si se sienten amenazados y se rinden como niñas. Con cada oficial rendido baja un punto el estado de alerta.

En nuestro afán de mantener el conflicto balanceado podemos sabotear los planes de cualquiera de los bandos y esto nos va a transportar por distintos escenarios, todos ellos muy estilizados y con un atractivo muy particular.

La banda de sonido acompaña perfectamente con esos inconfundibles toques de películas Jamesbondescas de los años 60.

Nuestro espía tiene un atractivo que nos abraza con cariño desde el principio, enamorándonos gráficamente con un estilo visual muy personal. Con un look retromoderno, sigue al personaje al estilo old school pero mete algunos refrescantes giros de perspectiva. Conterspy es una de esas perlitas que casi podrían pasar desapercibidas y es mi deber como evangelizador de fichines, evitar que este alegror de 10 o 15 horas se les escape.  Este espía logró pegarme. Su nombre es Bond… Suprabond. [i]

DESARROLLADOR: Dinamighty
DISTRIBUIDOR: SCEA
GENERO: Stealth, Plataforma
PLATAFORMA: Vita, PS3 (Review), PS4


CALIFICACIÓN
75%

QUÉ ONDA: un novedoso arcade de espías en la guerra fría
LO BUENO: visualmente sencillo y hermoso, una banda de sonido genial y un gameplay extrañamente adictivo.
LO MALO: Puede ponerse un poco repetitivo con el tiempo y a algunos puede resultarles corto.

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