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[HANDS-ON] Technobabylon

Las nanomáquinas nos deparan un futuro lleno de picor. Al igual que esta nueva aventura cyberpunk de Wadjet Eye.

Después de un viajecito históricamente preciso a los años 20 con A Golden Wake, la máquina de alegrores para los amantes de las aventuras, Wadjet Eye Games, nos lleva a la otra punta: a un futuro distópico cyberpunk, con la promesa de que no importa qué, TODO es buena razón para una refinadísima aventurita point and click.

A estas alturas, hablar de Wadjet Eye Games es hablar de calidad asegurada. Con más de una docena de aventuras publicadas, que van de lo bueno a lo clásico indiscutido (Saga Blackwell, Gemini Rue, Primordia), cada vez que escuchamos que se traen algo nuevo, a los quemados de las aventuras se nos acelera el corazón, paramos las orejotas y preparamos las garras. Lo que pudimos probar de su nueva obra, Technobabylon, desarrollada por Technocrat Games, nos dejó pegadísimos. Tan pegados como Latha, una de sus protagonistas, al Trance. ¡Qué dura se va a hacer la espera hasta mayo, cuando el fichín se transmita a nuestros nanomaquinores!

Latha es una joven plenamente inmersa en el futuro, que en realidad es el presente, porque estamos en 2087. Y el presente en 2087 es Trance: algo así como una Internet, pero donde todos están conectados neuronalmente. “Es el pináculo del logro humano”, dice, “millones de mentes hechas una”. Pero en una realidad totalmente dominada por la tecnología, donde la ingeniería genética es la norma, y todos se conectan con computadoras a través de nanomáquinas y geles, a veces las cosas fallan y surgen los problemas. Y nuestro primer problema será ayudar a Latha a salir de su minúsculo departamento, donde se quedó encerrada por vayamos-a-saber qué fallo. El fichín se maneja con las convenciones aventureras actuales: click derecho para examinar los puntos de interés, click izquierdo para interactuar. Nada más. Tenemos un inventario donde podemos ir juntando cosillas y donde, sí, habrá que combinar objetos (aunque el juego parece enfocarse más en puzzles con el escenario).

Por supuesto, tenemos la posibilidad de ingresar al Trance, donde el fichín hace gala de su costado humorístico y de unos diálogos y personajes súper creativos e inteligentes (apoyados en los ya cuidadísimos y profesionales doblajes típicos de Wadjet Eye). A través de un avatar podemos comunicarnos con nuestra cocinera virtual, toda una chica animé bombástica, o nuestra puerta, representada por un guerrero medieval que habla en inglés antiguo, comprometido a no dejar que nada amenace “el reinado de nuestra dama”. También podemos leer mails o noticias, que nos van a dar un importante trasfondo de nuestro personaje y el mundo en el que estamos, una marca ya típica presente en casi todos los juegos de Wadjet Eye. Así, tuvimos que ir y venir del Trance a la realidad, y viceversa, para ingeniárnosla y salir de nuestro cubículo; un puzzle que realmente nos deja una excelente primera impresión y demuestra lo afilados que están estos muchachos a la hora de ponernos a usar nuestro cerebrito.

Después conocimos a los otros dos protagonistas de la aventura, Max Lao y el Dr. Regis, aunque sólo pudimos manejar a este último (al parecer, no podremos cambiar a gusto entre personajes). Ellos son agentes de CEL, el cuerpo de policías de la ciudad de Newton (vale aclarar que es una ciudad sostenida por una IA omnipresente llamada Central, ojito), quienes tendrán que lidiar con unos casos de “mindjackers”: ladrones de información neuronal que terminan por liquidar a sus víctimas en el proceso. Con ellos pudimos salir un poco a la calle, visitar distintas locaciones, y babearnos con unos fondos urbanos de lujo, donde el neón contrasta con las sombras y tonos azules-verdosos metálicos de esta ciudad decadente. Realmente el ambiente cyberpunk es inquietante, muy bien logrado, donde la música abundante en sintetizadores suaves y bajos pulsantes hace un gran trabajo de inmersión junto al exquisito arte visual. Si les gusta Blade Runner, hay bastante de eso acá, aunque tal vez sin el elemento noir que caracteriza a este clásico.

Con ellos, la cosa parece tornarse un poco más seria. Muestra un tono adulto, tocando temas que giran en torno a planteos usuales del género sobre la relación de los humanos con la tecnología, y asuntos muy personales de nuestros protagonistas (unos maleantes tienen de rehenes a nuestros hijos, aún embriones, ¡ja!). Pudimos jugar una escena enfocada en diálogos, donde tuvimos que poner a prueba toda nuestra chapa de policía, con tres resultados netamente diferentes (habrá que ver si esto afectará en el juego completo el avance de la trama, o si tendrá ramificaciones). También nos topamos con situaciones que podemos resolver mediante el accionar protocolar de un policía o, por el cotrario, usando la fuerza bruta o haciendo las cosas “por izquierda”; algo así como un Police Quest pero muuuchos cambios más abajo y, aparentemente, sin castigos (habrá que ver también cómo repercute en el juego completo). Donde el fichín terminó por cautivarnos fue cuando tuvimos que resolver un puzzle que implicó manejar la configuración de personalidad de un synth: seres sintéticos con forma humana creados para múltiples fines (ok, no queríamos decirlo, pero sí, son robots, y sí, son algo así como replicantes de Blade Runner). Realmente, maravilloso.

Technobabylon parece tener todos los ingredientes para cautivar tanto a los amantes de las aventuras gráficas clásicas, como a los amantes de la ciencia ficción y el cyberpunk. Apoyado en la calidad cada vez más refinada que Wadjet Eye suele poner a los fichines que agarra bajo su tutela, seguramente estemos frente a otro gran exponente que no va a bajar de la línea de lo muy bueno. Estos muchachos siguen demostrando que siempre hay lugar para una nueva aventura de corte clásico que aproveche los avances del diseño contemporáneo. [i]

DESARROLLADO: Technocrat Games
DISTRIBUIDO: Wadjet Eye Games
GÉNERO: Aventura gráfica
PLATAFORMAS: PC

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