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[DIARIOS] Destiny Capítulo III

“Dígale no al stress.”

QUERIDOS LECTORES, la próxima edición vamos a hablar de la Campaña de Destiny. De la original, la nueva versión y de los pequeños cambios que hicieron para que sea un poco mejor. ¿Por qué? Porque hoy tengo ganas de patrullar nomás. Iba a meterme en The Crucible, con mi nuevo cañón de mano, pero nah. ¿Para qué stressarse? Si Marte está tan lindo en esta época del año.

Resulta ser que The Taken King tiene un sistema de quests renovado que ordena cada una de las tramas, organizaciones y demás menesteres bajo un mismo menú y cada uno en su propia carpeta. Esto hace mucho más fácil seguir el hilo de cada historia y las quests personales. Esas que se pueden agarrar en la torre u otros hubs sociales, que vale aclarar, ya no hace falta volver para entregarlas. Ahora se puede hacer on the fly, lo que es un alivio. Y hasta se pueden marcar para hacerle un seguimiento más cercano en el HUD. ¡Muy útil!, pero increíble que no haya tenido estas cosas desde el lanzamiento.

Y lo que es más, tengo un Titán lvl 40 (Light: 248), con el que termine la trama principal y la de The Taken King y todavía me queda mucho resto. Eso es algo increíble de Destiny, es verdaderamente un juego infinito. Hace rato terminé la Campaña y sigo jugando con el mismo personaje las Playlists en busca de mejor loot que me permite subir mi nivel de luz. En este sentido, Destiny paga su precio varias veces.

Así que ahí estaba yo, relajado en mi navecita amarilla que tanto me costó comprar (se la compré usada a Stan de Monkey Island, una ganga) viendo mis quests y bounties, cuando noté una más que interesante suma de dinero y prestigio por patrullar Marte. ¿¡Solo por patrullar Marte!? ¡Otra ganga! Entré las coordenadas en el computador cósmico, ¡y allá fui!

Técnicamente el fichin no tiene pantallas de carga, a menos que contemos la pantalla negra con el loguito abajo que tira a veces. El resto son hermosas transiciones en donde viajamos con nuestra nave de un lado de la Galaxia a otro. Otro de los elementos relajantes de esta jornada, ver a mi navecita chueca vagar por el infinito espacio. ¡Marte a la vista!

Aterricé en el planeta rojo con poca expectativa. Tenía en mente hacer un par de rondas y cobrar el dinerillo que ofrecía la recompensa. Busqué el primer transmisor, tomé mi misión y me subí a mi Sparrow en busca del objetivo. Por lo general me molesta que sea un vehículo super lento, porque no tengo un mango para comprar algo mejor, pero la necesidad de paz me estaba permitiendo disfrutar del paisaje y la brisa marciana sobre mi rostro.

La primera misión era simple, recolectar unos ítems para estudiar de unos Vex. Me acerqué a una enorme duna y en su interior estaban librando una encarnizada batalla fuerzas Vex y Cabal. Ingenié un plan simple y rápido, ¡y lo puse en acción! Despaché ambas facciones sin mucho esfuerzo (en Marte la patrulla es lvl. 17), recolecté los items y fui en busca del próximo transmisor.

En el camino, mi Ghost me alertó de un evento que estaba ocurriendo en una zona cercana a la mía, así que cambié el curso y me dirigí en dirección a la señal. Allí había un Guardián protegiendo un enorme aparato que estaba transfiriendo una comunicación, olas de enemigos nos atacaban, pero los repelíamos una y otra. vez. Era divertido.

Así, la estábamos pasando de lo más bien, hasta que de repente una bola negra como el mar nocturno se abrió paso en el mapa y de ella salió Darnu, el Cuerno de Oryx. ¿¡Para qué!? No me puedo ni tomar unas vacaciones en Marte que me persigue la desgracia. Salimos disparados como chicotazo a cubrirnos, mientras el Cuerno (un demonio gigante y, efectivamente, cornudo) y sus amiguitos cruzaban hacia nuestro plano como Pedro por su rancho.

Fue una batalla encarnizada, compuesta por mucho plomo, lasers y saltos flotaditos. La estocada final se la dí yo con mi lanzacohetes legendario “La Fábrica de Cenizas”, y en honor a su nombre, dejó al Cuerno de Oryx desparramado por toda la superficie marciana. Cuando el humo se dispersó, tres cápsulas de loot esperaban mi llegada. ¡Alegror!

Más allá de las complicaciones, justo esto era lo que necesitaba. Un poco de corretear sin destino por un tiempo, y como bonus, me traje un lindo loot de Marte. Lo que es más, el bueno de Coco me dijo que ya lo compró, así que próximamente tendré con quién jugar, ¿será maravilloso o una repetición de eventos cacosos como lo fue hasta recién? ¡Solo hay una forma de saberlo! [i]

 
 
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