Reviews

[REVIEW] The Final Station

I'm goin' off the rails on a Sci-fi trainnn!

EL GRUPO SECTOR DE COMPRAS, siempre había fantaseado con entablar charla y compartir los recesos. Ahora, deseaba con todo mi ser, que sus desdibujadas versiones dejarán de arañar la puerta del armario. Mi sangre se escurría por el picaporte, no podría sostenerlo por mucho tiempo. Y en un segundo, el sordo retumbar de los disparos, enmudeció los graznidos. El picaporte giró suavemente y, frente a mí, aquel santo enfundado en el uniforme ferroviario. Estreché su mano con todas mis fuerzas, cubierto de lágrimas.

https://www.youtube.com/watch?v=oRzm_KZgvCY

Apocacyclic

Miquín: ¡Tengo un nuevo fichin!
Micon: ¿De qué?
Miquín: De zombies… pero estos zombies son intergalácticos. Copulan con los zombies terrestres ¡y así dan lugar a unos uber zombies zombies!
 
El cuento no es nuevo… ¡Apocalipsis Z! El horror de aquellas sendas de criaturas que avanzan sin tregua para arrasar con el último precario refugio, la “moral” en tiempos de profunda crisis como especie, la difícil decisión de sacrificar a un par o ahorrar la munición. Lo hemos visto a lo largo de los años, de diferentes formas, pero es dentro de esta generación en particular que se han gestado infinidad de interpretaciones de la epopeya del hombre en los páramos consecuentes de este fenómeno. Sí, el cuento no es nuevo, pero el mico se estremece, le encanta.
 
Así, varias son las franquicias que se han anclado en ello para desarrollar visiones del hecho y, si bien existen diferentes uso de sus “hacedores” o características, la mayoría siempre recurrirá a los recursos más clásico para plasmarlas. Virus, parásitos, posesión demoníaca o control mental; fuese cual fuese el catalizador, con algunas diferencias, son múltiples los casos; aún así de tanto en tanto, cierto toque aunque resulte familiar, destaca y produce una visión un poco más icónica que el resto.
 
The Final Station es de esos que intentan narrar de otra forma, acertada o no, algo tan reeditado.

Kingdom come

Lúgubre y sofocante, el pasillo no se extiende demasiados pasos hasta la puerta. Solo un camino por tomar, ya que no hay vuelta a atrás. Con arma en mano, ni una sola bala restante, cruza el umbral. Las viscosas criaturas, las sombras de brea despojadas de humanidad, aguardaba al otro lado… Abrupto es el final para el perturbador sueño del cual nuestro protagonista despierta, aquel que como primer tutorial, aunque lleno de incógnitas narrativas, introduce las mecánicas básicas que utilizaremos de ahora en adelante. Desplazarnos, apuntar, recargar, examinar y sanar; nada que nos descoloque del ya visto mundo del “Side-Scroller” de acción.
 
Ahora, la paz de aquella hermosa y plácida mañana envuelve el sendero a seguir; si bien los pajarillos canturrean, las vacaciones han terminado y la mente rumia en las oscuras visiones. Es con esta sensación de incertidumbre que TFS presenta los primeros vistazos del contexto de su mundo. Encarnamos a un maquinista de pocas palabras y sin pudor alguno. En el primer día post receso laboral dentro de este futurista universo distópico, donde la civilización aún se recupera del cataclismo. A pesar del tiempo calma, el histórico y controvertido hecho conocido como “La Visita”, del que cierta parte de la sociedad tiene sus reservas dado el manejo de la información, ha dejado una mella visible en la tierra y forma de vida. Hasta en los impuestos. Sin revelar demasiado de la extraña historia que rige nuestra aventura, nos limitaremos a decir que ajustaremos nuestra gorra y nos dispondremos a mantener aquella locomotora en ruta de A a B, para poner el pan en nuestra mesa.

Pew Pew, Horn Horn

Igual de rápido que nos explican la forma en que nuestro “trencito experimental” debe ser equilibrado manualmente en pos de ir viento en popa, que en forma de minijuegos en tiempo real nos suma las nuevas mecánicas, es que todo se va al cuerno; la segunda “Visita” toca el timbre sin previo aviso y trae a todos sus niños a cuestas. En ese abrir y cerrar de ojos, la población es afectada por quién sabe que purulento químico interestelar, tornándose en versiones desfiguradas de sí mismas que, recubiertos de plasma negro y chorreantes e incapaces de pensamiento racional. Nos querrán hincar el diente a primera vista. Con solo una orden del “milico” de turno, nos volvemos responsables de llegar al destino designado cargados con material sensible. Y en nuestro camino, tendremos que rescatar sobrevivientes que no hayan sido “boleteado”.
 
 
De esta forma es que nuestro fichin oscila entre dos modos: Por un lado, la exploración dentro de devastadas estaciones: La ferviente búsqueda de más recursos, el auxilio a desamparados, la incorporación de cuanto pedazo de pequeña historia figure y, principalmente, hacerse de los códigos para desbloquear los frenos de seguridad y partir a toda máquina sin mirar a atrás. Y por otro, al conducir por las vías: Un pseudo-simulador ferroviario en el cual, como mencionamos, no solo hay que mantener los engranajes y sistemas “A-OKAY”, sino que también deberemos velar por los nuevos pasajeros y su integridad. La aventura posee varios factores que se entrelazan, ya que si no requisamos como corresponde las inmediaciones de las estaciones al poner el pie en ellas, no podremos atender las afecciones de los tripulantes. ¡Dios se apiade de nosotros si la maquinaria se calentara al punto de no seguir su camino! Es tener en cuenta estos aspectos, lo que le dan a TFS el toque que más sobresale, ese el clima de cortar el aire con tijera. Los nervios y la incertidumbre, nos mantendrán al borde, pero nos harán seguir en marcha.

Canvas of the end

Hacer uso de un apartado gráfico “retro”, el famoso “pixelart” tampoco es territorio sin cartografía. En este caso, funciona, pero no deslumbra. Si son varios los pequeños detalles apreciables de algunas situaciones, pero no hace un uso demasiado elaborado como en otros de la misma estirpe. En cuanto a su estética, explayada tanto en lo visual como en su historia, nos retrotraerá, por momentos, a lugares conocidos y entrañables; quizás se vendrán a la mente “La guerra de los mundos” o algunas pizcas de Giger, y esto es bienvenido aunque deseemos experimentarlo aún más.

The Final State

Lamentablemente el pecado que TFS comete y que, por consiguiente, no eleva su status a planos superiores, es el poco desarrollo en todos sus pequeños conceptos. Todos y cada uno de ellos deberían estar profundizados. Dejando de lado la extensión de la historieta, el tener más conflictos entre los pasajeros o un planteo de niveles menos monótono, por citar algunos conflictos, harían que este fichín reluzca en la biblioteca. Así mismo, la historia transita la delgada línea entre lo intrincado y falta de coherencia o resolución. Quizás en este aspecto, el agravante es no poder prestar atención a ciertos diálogos, por entretenerse con las dificultades del momento. No obstante, nuestro título no debería ser pasado por alto, tanto por sus dotes y la intención de ser particular. [i]
 
  • DESARROLLADO POR: Do My Best Games
  • DISTRIBUIDO POR: tinyBuild Games
  • GÉNERO: Action-Adventure, Sidescroller, Survival
  • PLATAFORMAS: PC
  • FECHA DE SALIDA: 30/08/2016

 

CALIFICACIÓN

70%

 
QUÉ ONDA: Una aventura a toda máquina por las vías de un futuro distópico en pleno cataclismo donde la última esperanza es nuestra locomotora.
LO BUENO: Sus mecánicas particulares. Ciertos elementos de narrativa y estética. La tensión que nos envuelve e impulsa a seguir adelante.
LO MALO: La duración y la poca profundidad en todos esos conceptos apreciables. El manejo de la historia.
 
 
 

Escribe un comentario