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[REVIEW] Call of Duty: Black Ops 4

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Para CASI todos los gustos

“Ya somos más viejos y sinceros… ¿Y qué más da?”, cantaba Bunbury en “La chispa adecuada”. En esta entrega, de alguna manera la franquicia –y en especial Treyarch– adopta la estrofa, de alguna manera aceptando que las campañas le venían saliendo flojitas. Así que, en lugar de mejorarlas, se sinceran pegándole tremendo headshot.

¿Call of Duty es el nuevo FIFA / PES anual? ¿está mal? ¿está bien? Quizás tendríamos que responder que sí a todo. La entrega anual, con la jodita de alternar sagas para no cansar, parece poder estirarse al infinito sin desgastar la base de jugadores.

No sólo eso, el extirpado de contenido de peso –tal como una campaña– y cobrar a precio de juego completo sin ponerse colorado, de movida, nos parecía que rozaba la chanchada.

Y sí, “completo” es una forma de decir, porque se vendrán los DLCs de pago. El “gesto” de brindar contenido adicional gratuito, que anunció su competidor directo, pasó desapercibido. Como si Battlefield fuera un juego de cocina o algo así.

Para serles sinceros, todo lo anterior nos hizo arrancar jugando con algo de bronca, pero nos mantuvimos imparciales. Gracias a ello, pudimos tener dimensión de la energía puesta en el multijugador. Y fue así como, luego de un puñado de horas, la bronca se transformó en cariño. Igual, no se preocupen, seguiremos criticones como siempre.

Pero, sin dudas, la cantidad de contenido de este Black Ops 4 es muy jugosa como para odiarlo por no tener una campaña. Para hablar de ello, lo dividiremos en los tres modos jugables diferentes, tal como lo hace su menú principal.

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Los clásicos, no taaaan clásicos

A estas alturas, ¿qué podemos explicar de la jugabilidad de Call of Duty que no sepa todo el mundo?  Lo que podemos contarles es que, al igual que en WW2, estamos con las botas a full en el piso, sin saltos locos ni corridas por las paredes. El concepto parece haber llegado para quedarse y, por ello, se siente algo menos “rápido y furioso” que en entregas pasadas de Black Ops. Con ocho modos de juego, donde tenemos muchos clásicos, como “deathmatch” y “muerte confirmada”, se agregan dos nuevos: “Heist”, un modo con olorcito a Counter Strike y “Control”, una variante de capturar la zona, donde el ritmo parece haber pasado de “quinta a fondo” a “cuarta moderada”.

De más está decir que en los catorce mapas a nuestra disposición — diez nuevos, cuatro “homenajes” (je)– nos divertimos como chanchos (nunca entendimos por qué los chanchos, entre todas las criaturas que habitan esta Tierra, son considerados como patrón para medir alegría, pero lo repetimos como loros. Esa referencia sí la entendemos).

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Como era de esperarse, vuelve el concepto de “especialista”, pero mejor implementado, con más sentido y profundidad. Tenemos diez personajes a nuestra disposición, cada una con una habilidad y un “super” distintivo diferente, que van desde plantar cazabobos a desplegar un escudo que daría envidia mortal a Steve Rogers. Esto hace que algunas partidas tomen un cariz estratégico atípico para Call of Duty, en especial en el modo “control”. Asimismo, un aspecto a resaltar que modifica en parte la jugabilidad, es que ya no nos curamos con el paso del tiempo, sino que pasa a ser una habilidad con tiempo de enfriamiento.

Con respecto a los incentivos, además los clásicos desbloqueos de armas, podemos obtener créditos de prestigio, para quedarnos con aquello que nos guste ante el eventual reseteo de nivel. Además, tenemos las “obras maestras”, armas con diseño re loco que se obtienen mediante el cumplimiento de arduos desafíos, sin otra ventaja más que mostrarle al mundo lo pulenta que somos.

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And their bombs and their guns

El modo Zombies fue de lo que más nos gustó. Jodido como siempre, continúa con la apuesta de resolver el escenario y sus puzzles, antes de que las hordas de zombis se hagan insoportables por cantidad y poderío. Con un indispensable juego en equipo, contamos con la excelente y agradecida opción de jugar a pantalla dividida en multijugador local.

Los escenarios de lanzamiento son tres y dos de ellos (a bordo del Titanic y en el Coliseo Romano) tienen una línea narrativa compartida. El tercer escenario se trata de un “homenaje” a una sección de Black Ops 2. También existe un modo llamado “estampida”, más directo y con menos piripipís, para aquellos que no quieren complicarse la vida resolviendo cuestiones que no tengan que ver con la violencia demencial.

Tal como en el resto de los modos principales, “Zombies” tiene un gran empeño, tanto en diseño de niveles como en mecánicas, permitiendo incluso personalizar los personajes con diferentes habilidades consumibles y “supers”. El diseño de este modo tiene una dedicación que se termina pareciendo a una brevísima campaña, si bien es difícil seguir el hilo o las conversaciones entre personajes con semejante “bolonqui no muerto” entre manos.

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Se cortó la looooz

Blackout era uno de los modos que generó más expectativa, por tratarse de la primer incursión de una IP clásica en el Battle Royale. Call of Duty sale más que airoso de esta prueba, con un ritmo que queda a mitad de camino entre los dos exponentes actuales del género.

Sin perder ni un poco de identidad, en su modo solitario, dúos, cuartetos y con sólo un mapa disponible, brinda una experiencia que los fundamentalistas de Fortnite o PUBG es probable que desprecien. Aquellos con algo de apertura o simpatizantes de la “jugabilidad codera” sabrán apreciar esta adaptación. Entre sus puntos altos, podemos resaltar el gunplay, la variedad de armas, gadgets, modificadores y un amigable diseño general, que se puede apreciar de inmediato en cosas como el manejo del inventario.

En este Blackout, los fundamentos del género están presentes. De 88 a 100 jugadores, de acuerdo a la composición númerica del team, se tiran sobre un gran mapa que ser apenas algo menos que Erangel, el primero y más conocido de PUBG. Muchas zonas del mapa son “adaptaciones” de viejos mapas de la saga, como si uno de estos escenarios hubiera caído del cielo y se hubiera estrellado en este amplio terreno, salvando así a los diseñadores de trabajar hasta tarde.

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De igual manera, el área de juego se va cerrando, obligando a actuar en terrenos cada vez más pequeños, rompiéndonos el alma a tiros hasta que quede sólo un jugador o equipo. Contamos con vehículos terrestres, aéreos y acuáticos, como también con múltiples gadgets y aumentos, para enriquecer la experiencia sin romperla o llevarla a un extremo fantasioso. Quizás uno de los más “locos” es el gancho de agarre, por cómo modifica el uso de la verticalidad o la movilidad a pie.

Además de estos elementos, se incorpora una mecánica PvE (jugador versus entorno), ya que en determinados lugares –de jugoso loot– aparecerán zombis para complicar las cosas. Aún para los que piensan que en el Battle Royale cualquier elemento PvE es pernicioso (entre los cuales me incluyo), hay que admitir que está implementado de una manera que le sienta bien.

Creemos que Blackout es un modo para los seguidores de la franquicia, que buscan experimentar este género con la esencia Call of Duty, y no al revés. Es decir, si lo que quieren es un nuevo Battle Royale, pagar un Call of Duty para un sólo mapa y luego (probablemente) tener que volver a pagar por mapas adicionales… no lo vemos como un buen negocio, por muy bonito y bien realizado que esté.

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Conclusión

Black Ops 4 tiene un apartado gráfico decente, casi con lo justo. A pesar de que el diseño general nos han gustado, algunas de las animaciones, texturas y modelos se ven algo por debajo de lo que uno esperaría en esta época. Lo que sí, en PS4 el juego se mueve de maravillas, fluido y con mínimas caídas de cuadros, tanto en la versión Pro como en la normal. Por ello es que bancamos este aspecto y no lo consideramos como negativo, ya que tratándose de un juego casi estrictamente competitivo, es mejor que todos jueguen con la misma fluidez para evitar injusticias.

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Call of Duty: Black Ops 4 es compra obligada para fans de la saga. A pesar de tener el recorte de la campaña y venderse a precio normal, cosa que no nos gusta ni un poco, nivela con cantidades de contenido de una calidad por encima de la media de la saga. Ahora sí, que el último apague la looooz. [i]

DESARROLLADO POR: Treyarch
DISTRIBUIDO POR:
Activision
GÉNERO: FPS, Battle Royale
DISPONIBLE EN: PS4, Xbox One, PC

CALIFICACIÓN

85%

QUÉ ONDA: Un Call of Duty que extirpa la campaña y le pone todas las fichas al multijugador, con la novedad de incursionar en el Battle Royale.
LO BUENO:Los modos competitivos clásicos y Zombies, en un nivel muy alto. Los dos modos nuevos, Heist y Control. Especialistas mejor implementados. Fluidez en ambas versiones de consolas. El cooperativo local en el modo Zombies. Battle Royale: prueba más que superada.
LO MALO: Sin campaña y al mismo precio de siempre. Dicho precio y un sólo mapa no resulta tentador para quien sólo busca una alternativa de Battle Royale. A pesar de que la competencia los eliminó, aquí se sigue con el chiste de los DLCs.

Este análisis fue realizado a través de una copia física de PS4 provista por sus desarrolladores.

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