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[REVIEW] Transistor

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El amor en los tiempos del cyberpunk

La primer prueba de amor de Supergiant Games fue Bastion, que amamos fuerte, un hermoso arpg de jugabilidad adictiva y una narrativa tan particular como excelente. Luego, cuatro años atrás, llegaba una segunda prueba de amor: Transistor, también un arpg con características similares, en especial en lo que se refiere a su bella estética y narrativa. Hoy volvemos a jugarlo, analizando el reciente port a Switch que ocupa esta review y nos preguntamos ¿hace falta esta excusa para volver tanto tiempo después?. No, en absoluto, pero, si la excusa está, es imposible decir que no.

Como decíamos, Transistor es un rpg de acción con vista superior isométrica, ambientado en clave ciberpunk. Nos cuenta la historia de Red, una cantante de jazz fusion que, luego de un show en el distrito Cloudbank’s Goldwalk, sufre un misterioso y particular atentado contra su vida. Este ataque es perpetrado por miembros de “La Camerata”, un grupo de personas con mucho poder que opera en las sombras, manipulando y controlando “el Proceso”. Esto es, resumiendo, una legión robótica que, bajo el control de La Camerata, modifica y supervisa la ciudad de Cloudbank con el objetivo de mejorarla según la visión de sus amos.

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¿Y cómo este grupo de personas controla una legión de miles de robots? A través de la Transistor, una suerte de espada cibernética que, además de ser el instrumento de control del Proceso, tiene la habilidad de absorber conciencias en su interior, ganando nuevas habilidades. Quizás fuera éste el propósito del atentado contra Red, aunque nunca lo sabremos. Su “guardaespaldas”, cuya identidad se desconoce pero se percibe una relación “intima”, se interpone entre la Transistor y nuestra pelirroja ricura, absorbiendo el fatal espadazo.

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A partir de aquí, todo se descontrola y comienzan nuestras responsabilidades como jugador. Red consigue escapar, mientras toma la Transistor del cuerpo inerte de su guardaespaldas, descubriendo dos situaciones. La primera, la consciencia de su amor ha sido absorbida por la espada y ahora habita dentro de ella. La segunda, en algún punto, por algún motivo que no termina de quedar claro, se ha quedado sin su don más preciado: su voz. Es entonces cuando, desde el interior de la Transistor, su amado se convierte en una suerte de narrador en off durante toda la aventura, muy en la línea de lo que ocurría con Bastion.

Por supuesto, esta es la mitad del problema. Cuando La Camerata pierde la posesión de la Transistor, el Proceso se descontrola, reescribiendo y borrando sin control la ciudad y, por qué no, a sus habitantes. Que conste en actas que cuando decimos “borrar un habitante” significa “hacerlo caca”. Así es como, Transistor en mano, Red comienza su épica odisea de venganza, justicia y salvación, dejando en claro que puede ser una mujer de miel, pero también del más afilado acero.

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Seeing Red

Durante nuestra aventura, la progresión viene por el lado de ampliar la gama de habilidades y subir de nivel la Transistor. Esto último se consigue acabando con las huestes del Proceso, la cual ostenta una amplia gama de enemigos y jefes, con una correcta variedad de características particulares. En cuanto a la incorporación de habilidades, debemos absorber conciencias de otros personajes cuya fortuna no fue tan buena como la nuestra.

De esta manera, iremos aumentando la población que habita la Transistor, donde cada nuevo integrante aporta una habilidad diferente. Además, con cada incorporación se genera un breve –pero disfrutable– momento narrativo cuando la voz en off relata su historia o trasfondo. Es así como el sistema de habilidades gana gran profundidad, dado que permite equiparlas como activas, como modificadoras de éstas o como pasivas. El número de combinaciones es bestial, no puede calificarse de otra forma, adaptándose a cada perfil de jugador o estrategia.

Y, ya que la mencionamos, en Transistor la estrategia no es un tema menor. Tenemos la posibilidad de combatir en tiempo real, pero también congelarlo para asignar todas las acciones que nuestra barra de acción permita. Esta posibilidad de planificación, sumada a las vastas alternativas en la combinación de poderes, da como resultado, más que una buena jugabilidad, un manjar exquisito.

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Cloudbank versión pocket

El mundo de Transistor tiene una personalidad arrolladora. Desde lo visual, la belleza de unos gráficos dibujados a mano y unas animaciones cuidadas al detalle. Desde lo sonoro, una OST que nos enamora, guardando el detalle de dejar un botón reservado para que, aun careciendo del habla, nuestra talentosa Red se tome unos segundos y tararee sobre la canción que esté sonando.

Este tipo de detalles se traslada también a la interacción con el entorno donde, al igual que ocurría en Bastion, el narrador siempre tiene algo para acotar. Desde la interacción en terminales informáticas públicas, que agregan detallecitos narrativos, hasta la posibilidad de escaparnos a un mundo virtual para relajarnos y completar desafíos, Transistor no para de sumar elementos para enriquecer nuestra aventura.

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La versión de Switch es un lujo y una bendición para todos aquellos que se quedaron con ganas de jugarlo o de volverlo a jugar. Quizás la única duda que quedaba era que tan bien se jugaría en modo portátil, pero fue despejada en apenas minutos. El diseño general es tan sublime que no importa cuánto se reduzca la imagen, siempre resulta clara la información mostrada en pantalla.

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Para terminar, tanto Bastion como Transistor son dos obras necesarias, obligatorias, pero éste último se siente como una evolución y, hasta ahora, la mejor obra de Supergiant Games. Bella desde lo estético, desde lo sonoro, con una jugabilidad responsiva, excelente sistema de progresión y una narrativa poco usual y estupenda. Y si lo siguen porteando, lo seguiremos jugando y alentando a que más gente se sume a deleitarse con esta maravilla. “Mira, sea lo que sea lo que estés pensando, hazme un favor: no me dejes ir”, nos dijo la Transistor hace cuatro años. Y acá estamos, fiel a nuestra promesa. [i]


DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Supergiant Games
GÉNERO: RPG de acción
DISPONIBLE EN: PS4, Nintendo Switch, PC, Linux, iOS

CALIFICACIÓN

91%

QUÉ ONDA: El port para Switch del rpg de acción que nos tiene enamorados desde hace cuatro años.
LO BUENO: Los personajes principales, con Red a la cabeza. El universo es genial, pide a gritos una segunda parte. El clima ciberpunk, pero con un tinte noir, reforzado por el excelente narrador en off. La historia y la forma en que se va contando. Aspecto gráfico y sonoro sublime. La profundidad y variedad del sistema de habilidades. La posibilidad de pausar y planificar los ataques agrega un costado táctico. Plagado de detalles. El vicio que resulta dejar de jugar unos segundos para escuchar a la bella Red tararear.
LO MALO: Es relativamente corto. Termina antes de agotar la variedad en los combates, pero alguno puede sentirlo repetitivo.

Este análisis fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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