Gigantes de acero: Entrevista exclusiva con John Rosengrant y sorteo

PIÑAS DE ACERO

Un tipo solitario y bribón. Un parque de diversiones lejano. Un rodeo donde un toro de 900 kilos se enfrenta a cornadas contra un desvencijado robot de dos metros de altura. ¡Eso hay que verlo! La película arranca así y no para hasta el final, donde uno cruza los dedos para que no enciendan las luces y nos vean llorando como niñitas, con esa emoción que brota al mismo tiempo del dolor y la alegría.

En 2020, las peleas de boxeo ya no son entre hombres sino entre robots dirigidos por control remoto, en algunos casos, en otros por comandos de voz. Es un espectáculo violento donde las enormes máquinas de riña terminan destrozadas. Charlie Kenton es un boxeador retirado que ahora se sube a cualquier ring y con cualquier chatarra con puños mientras pueda hacer unos dólares. El tipo es despreciable por donde lo mires, pero la pelea de su vida no será en el cuadrilátero sino cuando reciba la custodia transitoria de Max, su pequeño y salvaje hijo que, desde luego, adora los robots. Max será quien dé con Atom, un viejísimo robot sparring abandonado que, al parecer, es más que un simple robot con destino de chatarra.

¿Quién no soñó con tener un robot de verdad? Steven Spielberg, uno de los productores ejecutivos, sin duda que sí, así como todos los que trabajaron en los efectos especiales de la película.

Pudimos entrevistar en exclusiva para un medio argentino al creador y supervisor de animatronics y efectos John Rosengrant. Al mismo tiempo, la gente de Disney nos facilitó algunas copias de la flamante película en DVD junto a unos preciosos llaveros con forma de puño de acero que estaremos sorteando en esta misma nota y en Facebook y Twitter. ¡Sigan leyendo para saber cómo!