Podría usar gran parte de los adjetivos que componen mi vocabulario para intentar describir lo que significa ver en vivo The Wall Live de Roger Waters. Podría incluso, recurrir a metáforas parabólicas sobre las sensaciones que uno siente ante tanta inmensidad. Pero creo que puedo resumir todo en una sola frase: PIEL DE GALLINA.
In the Flesh
Rozaban las 21:15 cuando el estadio quedo en penumbras y el cielo amenazaba con caerse a pedazos. Luego de una breve introducción, el acto de magia e ilusión dio comienzo. A partir de ese momento, y hasta la despedida de los artistas del escenario, mi cuerpo se las arreglo para sobrevivir sin el mecanismo de respiración coordinado a través de mis pulmones. Mis ojos y mis oídos, compartían la humedad del clima y la emoción de una postal que hasta ese momento creían imposible. ¿Cómo describirlo? ¿Cómo compartir con ustedes una vaga idea de lo que se pueden encontrar allí, sin arruinarles la sorpresa? Es realmente imposible. Se trata de una obra ambiciosa, imponente, audio visualmente deslumbrante y perfecta desde cualquier ángulo que se la analice. No es un recital, no es una película, no es una obra de teatro, no es un musical, tampoco es un documental. Es The Wall Live.
Comfortably Numb
Hay algo que impresiona en este show. Es imponente, pero a la vez, es muy íntimo. No es simplemente una seguidilla de canciones acompañadas por imágenes. Detrás de la obra, hay un concepto, un contexto político económico, una realidad social. Detrás del show, hay una reinterpretación de la Obra, y de su relación con el presente. Treinta años después, esta relación tan cercana que asusta. La ley de la experiencia impacta contra el rostro de cada uno de los asistentes con la fuerza de sus propias historias. Golpea en la interpretación que cada persona se permita liberar entre las olas, en el mar de sus recuerdos y represiones.
Tear Down the Wall!
Me propuse no dar detalles sobre el show en este texto, pero todos sabemos que el muro está ahí, no les estoy contando nada nuevo… ¿o sí? Me veo nuevamente obligado a usar el adjetivo imponente para hablar sobre otra parte del show. El muro impone, da miedo, está presente y crece, muta, se transforma y nos habla. El muro es la barrera entre la terrible realidad y la horrenda fantasía.
Esta nota, entrada de blog o como quieran llamarlo, es simplemente una introducción que intenta no dar detalles sobre un espectáculo que deslumbra desde cada rincón del estadio. Más adelante, cuando haya pasado un poco la euforia, voy a escribir una reseña de cómo mis sentidos lograron adentrarse entre este poderoso muro. Un muro que sonando en el disco emocionaba, pero que en vivo logra erizar cada célula de nuestro cuerpo.
Is There Anybody Out There?
Tal vez la pregunta que algunas personas se hacen es, ¿A quién está dirigido un show así? Bien, yo me atrevería a decir que la pregunta más acertada sería ¿Hay algún motivo por el cual no deba ir a ver este show? Creo que el único motivo para no ir debería ser un problema económico o espacio/temporal. Si tenes la plata, si vivís cerca del lugar o estas lejos pero podes viajar sin problemas, NO DEJES de ver The Wall Live. Es, por lejos, el mejor show audiovisual en vivo que se vio hasta la fecha en este mundo.