[REVIEW] Wizorb

A alguien se le cayó Arkanoid en mi RPG e hizo una hermosa cochinada.

Sinceramente, nunca nos preguntamos que resultaría de la mezcla de un juego como el Arkanoid, y una aventura fantástica y clásica del genero RPG. A simple vista, esta mutación parecía algo imposible, engorroso y poco probable. Sin embargo, la gente de Tribute Games hizo un juego, tremendo y nostálgico juego, que hizo esta combinación posible.

Con una estética retro de 8-bits (que se está poniendo nuevamente de moda en estos tiempos de High Definition), Wizorb es todo un homenaje a los juegos viejos, a esos que los que tenemos más de 30 solíamos jugar en viejas consolas, o PCs ya olvidadas. Con más de 60 niveles a lo largo de 5 mundos fantásticos, los desarrolladores no dejaron nada al azar y para regalar más jugabilidad y rejugabilidad, han creado distintos patrones que nos permiten obtener diferentes finales, como podrán recordar, por solo poner un ejemplo, en el ya clásico Silent Hill.

 

Si han visto el trailer, algún video de gameplay, o incluso si lo han jugado, notarán que el aspecto grafico es impagable. Todos los elementos que componen al juego, desde los escenarios, los personajes, las locaciones (si así podemos llamarle) e incluso los pequeños pero efectivos efectos, demuestran un trabajo de arte sumamente destacable. Es por eso que vale hacer mención, es un párrafo aparte como este, que el reconocido Paul Robertson es el responsable de este apartado. Para que se den una idea, Paul es el artista de juegos de estilo retro como Scott Pilgrim Vs. The World: The Game.

Y quedamos aún más sorprendidos cuando la ecuación cierra y caemos en cuenta de que se trata de un juego indie. En algún momento, hace algunos años, los desarrolladores indie apuntaban sus cañones hacia la tecnología flash, quizás un tanto dejada de lado en estos días, sobre todo con la salida de Steam y todo lo que esta plataforma permite. Es por eso que la salida de juegos independientes de gran nivel se está haciendo masiva. Como muchos sabrán, Xbox tiene también su plataforma de juego indie, lo que le da más posibilidades a estos desarrolladores. Así y todo, y por ser el gran juego que es, Wizorb está disponible para iOS (iPhone y iPad), PlayStation Network (PSVita, PSP, PS3), Xbox 360, PC y Mac.

 

Muy a pesar de muchos, Wizorb no es un RPG. Quizás no uno clásico como muchos estarían esperando. La base y el concepto del gameplay de este juego se nutren, por lejos, del clásico Arkanoid, derivado del original Breakout. En un principio, la gente de Tribute Games había pensado el nombre “Breakout Fantasy”. Por eso, les decíamos que este juego tiene por esencia la dinámica del Arkanoid, pero le añade pequeñas dosis de RPG, sobre todo en la historia, llena de fantasía, magia y monstruos. Acá no existe el concepto “ir pasando nivel por nivel rompiendo todos los bloques”. Por suerte, la historia nos pone en la piel de un mago de nombre Cyrus, que mediante el uso de la magia puede convertirse en un… bastón, y así emular a la nave que en el Arkanoid hacia revotar las bolitas que rompían los bloques. Cyrus tiene que restablecer el orden en el reino de Gorudo, arreglado a todo el pablado de Tarot, como también rescatando al rey y a las cuatro niñas guardianas.

 

Wizorb es más largo de lo que uno espera. Para eso, la combinación de géneros es primordial. Más allá de esto, tenemos una variedad notable en los elementos que conforman el gameplay de cada nivel. Los “bloques” (vamos a llamarlos así, para entendernos mejor) vienen en diferentes tamaños y cada cual tiene su propia resistencia. Algunos al romperse nos dejan monedas, otros vidas, otros maleficios y hechizos, y algunos nos dan recargas para nuestro maná. Algunos harán que la bola varíe de velocidad, así como también nos va a permitir que podamos elegir el tamaño de nuestro bastón. Lo más importante: la variedad de enemigos. En cada mundo, y en los distintos niveles, podremos enfrentarnos a una gran variedad de enemigos, lo que no hace al juego repetitivo desde su entorno visual. Los jefes finales, que son de lo más simpático del juego (aunque quizás quieren imponer respeto, ¡causan ternura!), también tienen diferentes formas de ataque, y muchas veces tardaremos un rato en darnos cuenta cual es el patrón que hay que descubrir para poder eliminarlos.

Acá es donde se mezcla, de una forma sutil e interesante, el mix RPG-Arkanoid. Y claro, somos un mago, y con nuestro “bastón” podemos lanzar hechizos. Eso justifica el resto. Y no hay que preguntarse demasiado el por qué. Uno de los hechizos dispara una bola de fuego, y otro tira como una corriente de aire para desviar a la bola. Ambos consumen, por suerte, muy poco maná. Hay otros dos, más efectivos y, por ende, nos consumen casi la mitad de la barra de maná: uno de ellos, convierte a la bola en una poderosa bola de fuego que arrasa todo lo que se cruce en su camino, y el otro, dotara de unas simpáticas alas a la bola y la podremos teledirigir a nuestro antojo. Lo bueno de esto, desentendiéndose de toda la parafernalia de juegos mobile donde si no monetizamos no avanzamos, es que nos da la opción de usar todos estos “power up”, o jugar a la clásica vieja usanza, haciéndonos cargo de nuestra habilidad y paciencia para superar todos los niveles.

 

La jugabilidad es clave y está perfectamente balanceada. El juego, terminarlo, no nos va a llevar más de 6 horas quizás, aunque estas se pueden extender bastante más si queremos obtener ciertos objetos que cuestan mucho dinero. Podremos volver a jugar los niveles que queramos con el único objetivo de conseguir más y más dinero. Pero no esperen mucho más en este sentido: terminar el juego no los hará desbloquear mundos secretos, ni nuevos personajes, ni nuevas misiones. Lo que hay, es lo que se muestra. Y no es poca cosa. Lo que si podemos hacer, al terminar el juego, es comparar nuestra puntuación con la de otros jugadores en un ranking general. [i]

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90%

QUÉ ONDA: Un juego divertidísimo, novedoso a pesar de la fusión de géneros, mejor que muchos triple A.
LO BUENO: La nostalgia, los 8 bits, los gráficos, el fabuloso pixel art, los niveles, el gameplay, la música. Su precio. Todo.
LO MALO: Que se hizo conocido solo en cierto ambiente, y por su poca ostentosidad, no llego a tener el reconocimiento que debe tener.