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De Lapocalipsis y otras pavadas


El mundo está tomando demasiado tiempo en acabar. Todos los años me ilusionan con la misma historia: que el 12/12/12, que el 11/11/11, que si sumás el día con la potencia cuadrada del factor común del año y lo lees al revés dice claramente que el mundo se nos acaba… todos los años me ilusionan con que no voy a tener que escuchar un nuevo tema de Arjona por la radio o soportar a la que tiene plata para comprarse un smartphone seguramente más inteligente que ellos , pero no para comprarse un par de auriculares que nos eviten la tortura de escuchar su música barata a todo volumen en el colectivo, vía pública o en los baños de algún predio. Todos los años una fecha nueva y NADA. Ya aguantamos el nuevo corte de Justin Bieber, ya aguantamos que termine Twilight con su “historia de amor” tan defendida por pre adolescentes sin ganas de leerse un buen libro y sus vampiros de mentira (LOS VAMPIROS NO BRILLAN!)… y el mundo nada. Resulta increíble que pasemos tanto tiempo tratando de ponerle fina toda esta tortura pero nadie haga algo al respecto, Y ALGUIEN TIENE QUE HACERLO, porque; qué dirán las generaciones que vienen de nosotros? Se pueden imaginar acaso? “Papá, callate, vos y toda tu generación no tienen nada que recriminarnos, el video más visto que tenían en YouTube fue durante años uno de Justin Bieber … hasta que lo superó “Gagnam Syle””… cómo podemos discutir y/ refutar eso?! Listo, FIN DE LA DISCUSIÓN, andá con tus amiguitos a emobrracharte, acá tenés las llaves del auto. Estamos perdiendo la batalla del buen gusto musical, estilística y literariamente, porque el que controla todo este circo de luces y likes, piruetas y movimientos, al parecer no sólo tiene un gusto excelente que se lleva a la gente que vale la pena, sino que encima disfruta con nuestro sufrimiento…Se lleva al Flaco Spinetta y me deja un reality de los Jonas Brohters, un disco de One Direction y ENCIMA el tema del verano de este año tiene el paso menos sexy del siglo?! Que ondas Barba?! Que hicimos esta vez?! Al menos con “Nossa”, podíamos fantasear con ALGO, pero los reto a hacer el pasito del caballo sin reirse o parecer estúpidos en el proceso… IMPOSIBLE. Y claro, como es “EL tema del verano”, vamos a tener que aguantarlo en TODAS las fiestas de año nuevo que no tienen nada nuevo desde hace ya demasiado tiempo, vamos a tener que aguantarlo en los casamientos, Carnaval y hasta cuando tengas que ir al baño obligadamente tras ese trago que vos sabías que era mala idea. Nos van a mortificar con parodias, campañas de marketing nada inspiradas y capaz que hasta un juego y seguramente dos notas en el noticiero local. Como siempre, se repite la fórmula de una canción del verano que tenga un “pasito” que hacer para que los hombres puedan disimular su apatía por las pistas de baile en general, y sobre todo el hecho de que el 95% de las veces los hombres van a las discotecas no a bailar, sino a buscar chicas que ya no estén en condiciones de hacerlo, porque seamos sinceros nadie conoció al amor de su vida en un boliche, ni ninguna relación duradera comenzó con la frase “Te invito un shot de tequila”, ni tampoco creo que sea lindo tener que responder a la pregunta de tus hijos: “Cómo se conocieron con mami?” diciendo: “Y bueno, ella estaba en la disco bailando “Dame duro, papi, dame duro””.
Pero bueno, a lo mejor soy yo, algo idiota, medio salmonero, con un paladar algo exquisito por Mingus, Spinetta, Nick Drake, o Brad Meldhau e Inti Santana por igual, andando a contramano mientras busco en la radio algo parecido a la salvación que no venga de una piedra “traída de Jerusalém”, “Agua del Sinaí” del Singaní o el nuevo color de Ice Watch, Power Balance o cualquiera de esas cosas que nos hacen olvidar que el mundo está mal y hay que hacer algo con él. O explotarlo, que es más fácil y divertido. Porque si el fin del mundo se acerca, capaz que los derechos televisivos ya estén vendidos, pero yo voy a estar tranquilo, al lado de todo eso, con auriculares, escuchando mi música. Porque el soundtrack del fin del mundo, lo pongo yo.

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