
Wacky Press Race.
Moki aseguró su casco y dejó que los parlantes irradiaran su voz, nos dio un contexto. La comida servida y los vasos llenos. Circuito 9. Nosotros y el ronroneo de los motores en pleno centro de Costa Salguero donde recibíamos una nueva campaña de Need for Speed.
PS3, PS4, y Rivals. Luciendo esa impactante cantidad de partículas revoloteando entre esas frenéticas carreteras, esta nueva entrega nos regresa a esas grandes persecuciones de antaño que se abren paso por una vasta ciudad. Sea como corredores del inframundo quemando NOS o las cibernéticas patrullas y sus armas electromagnéticas, esta nos permite quemar las llantas en línea con otros jugadores, dándole vida y mucha diversión a esas competencias cargadas de furor. La suciedad en los autos, el resplandor de las luces, la transpiración en los vidrios. Buenos detalles, altas velocidades. Quería mi copia.

Coco sintiendo la velocidad en sus venas. (Fotos: Agustín Bianchi)
EA Games nos invitaba y, junto a LocalStirke, Sony, nos volvian rivales. Deseábamos la edición especial, pero solo tres alzarían copas. Ya había firmado por mis órganos, pero no terminaría como un Batman cualquiera. La pista esperaba nuestras almas.
El palpitar en las sienes, la adrenalina que araña el pecho, el azúcar bajo y la piel blanca como el papel; llevaba el “miedo” en el rostro y esas horas de Hot Pursuit encima. Estaría bien.
– ¡¿Gastón Coconier?! – Enunció la garganta del organizador.
– ¿Qué? Ah sí, ¡Acá!- Grité.
– Pobre, está re perdido – Dijeron por ahí, mientras se barajaban las reglas. Blablablá y “¡Nada de tortugas, clavos o cadenas señores!”. 4 grupos, 32 corredores, una vida.
– ¡Cascos a la derecha, autos a la izquierda! Tenés el 4 –
¡Largaron! 5 vueltas de clasificación, 15 de carrera. Los Hermanos Macana tomaron la delantera.

Ningún Irrompible a la vista, porque no hicieron un papel aceptable. Pero como siempre, el peor fue Moki, porque es de humita.
La inercia en la curva guiaba los cuerpos, las manos se aferraban al volante. Mi cara se bañaba en el resplandor de las chispas del chasis ajeno y con un golpe aquí, golpe allá, corría contra el tiempo. Aguerridos alter egos chocaban sus personajes; cada uno de ellos, respectivamente, era rodeado por el zumbido del pasar de los 8. Los tiempos fueron impresos, el repechaje feroz y la impactante final corrieron sobre el asfalto. Ruedas quemadas, tierra depositada en las comisuras.
Tres nombres se repartieron el podio, Fabián M. elevó el trofeo del primer puesto sobre sus hombros. Todos nos llevamos moretones y una gran carrera para el recuerdo.
Y cortesía de Laura Romero de Gamerz Corner, nos quedamos con este recuerdo:

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