Notas encontradas al pasar
REVISANDO LA HABITACIÓN DE MARCOS, en busca de pistas que me orientaran por dónde podía andar —después del fugaz encuentro por el salvaje mundo de Carmageddon—, dí con un bloc de notas bastante engrasado y con la mayoría de sus hojas sueltas. Estaba atado con hilo matambrero —el de las cajas de pizza— ennegrecido. No pude resistir la tentación de romper el nudo. ¿Quién hubiera podido? Para mi sorpresa encontré, entre folletos mecánicos, tarjetas de presentación de procedencia dudosa y números de teléfonos escritos al pasar con lápiz labial de un rojo furioso, una serie de curiosas notas y fotos que me mostraron una faceta —hasta ahora— insospechada en mi compañero de ruta. Les dejo a continuación un extracto de lo más jugoso.
Planificación
Noruega, Suecia y Dinamarca. Países de la región geográfica y cultural del norte de Europa, conocida como Escandinavia.
Noruega. Economía próspera y rica. Bajos niveles de desempleo. Provee recursos naturales, especialmente petróleo y gas natural. Baja densidad de población. Transporte marítimo muy desarrollado. Más del 77% de las rutas están pavimentadas. Pocas autopistas. Limita al este con Suecia. Predomina el sistema montañoso del plegamiento caledónico.
Suecia. Economía avanzada con excelente nivel de vida. Importante exportador de hierro, cobre y madera. Población en crecimiento debido a procesos migratorios. Limita al oeste con Noruega y al norte con Finlandia. Mejor desarrollo de autopistas que Noruega. Salvo la frontera con Noruega, el territorio es plano, con gran cantidad de lagos.
Dinamarca. Más baja desigualdad salarial y sueldo mínimo más alto del mundo. Pobre en recursos geológicos. Se sostiene con actividad agrícola industrializada. Limita al sur con Alemania. Buen desarrollo de caminos y autopistas —sin peajes, sólo el Puente del Gran Belt—. Como Suecia, la mayor parte de su extensión es plana.
Tomando en cuenta el relevamiento inicial, considero la ciudad de Gotemburgo en Suecia —puerto más grande de la región por donde pasa la mayor parte el comercio internacional— como base para iniciar el Imperio. Habrá que conseguir un local en alquiler con espacio para, al menos, 3 camiones. Adquirir 3 unidades Volvo, por su mayor potencia. Contratar 2 choferes experimentados , o con exigencias de sueldo baja —prioridad—.
Ejecución: En la oficina
La base de operaciones está mejor de lo que esperaba, a diferencia de los choferes —debería haber priorizado el curriculum—. A pesar de mis notorios avances con el zueco (sic.), Sophie hace oídos sordos a todo lo que le digo. ¿Falta de atención o hipoacusia? Gustav, al contrario, no para de repreguntar. No hay reunión que dure menos de una hora. Casi siempre cansado, subo al camión y los dejo sin más, él hablando, ella no escuchando.
El Volvo FH16 es un lujo —le falta nomás cama king size y baño en suite—. Después de unos cuantos encargos locales, por chaucha y palito, como para ir tomando confianza, decido que ya es hora de empezar a ganar dinero de verdad —para poder pagar, al menos, las indemnizaciones de Sophie y Gustav—.
Södertälje, a 36 km al sudoeste de Estocolmo, es una pequeña ciudad, sede de la fábrica de camiones Scania. Allí me dirijo para levantar un par de Scania R con destino Milán. Poco más de 2.000 km de rutas, autopistas y ferris.
Ejecución: En el camino
Los alrededores de Estocolmo son bastante caóticos. Con sus autopistas de múltiples derivaciones, donde hay que estar más atento que de costumbre para no errar a la bajada indicada en el GPS —Guía Para Soquetes— (sic.). Por otro lado, en Södertälje todo es Scania. La planta asombra por su extensión y el tráfico es bastante denso en horas de la mañana. Ya en la autopista E4, con rumbo mediterráneo, empiezo a sufrir los primeros efectos de embolia [N.de A.: conociéndolo a Marcos, sospecho que quiso escribir “embole”]. 80 km/h de máxima es como muy poco. Miro los retrovisores. Todo despejado. Apreto el acelerador. 90 km/h, ahora se siente un poco mejor. 100 km/h, la cosa va tomando otro color, amarillo. 110 km/h, rojo. 120 km/h, chau embolia.
Después de algunos cientos de kilómetros, y varias multas por exceso de velocidad, decido parar para cargar combustible —pendiente: hacer la lista de las estaciones de servicio más baratas— y dormir un rato, que los párpados ya pesan como balas de cañón.
La mañana está clara, el sol pega de costado en el parabrisa creando ese efecto de rayos típico, que obliga a unos buenos lentes de sol. Tengo tiempo de sobra para tomar el ferri en Trelleborg hacia Rostock, Alemania. La ruta está despejada. Mi mente también. 120 km/h y a otra cosa mariposa.
Evaluación
Los meses que llevo en las rutas del viejo continente —en especial las de Escandinavia— fueron más que provechosos. Aprendí nuevas técnicas de manejo evasivo. Pude determinar la velocidad correcta, frente al riesgo de tener accidentes [N.de A.: ¿en serio?]. Experimenté con el gerenciamiento de empresas, y me doctoré en recursos humanos —ninguno de mis choferes despedidos me demandó—. Pero por sobre todo, logré juntar el suficiente dinero como para adquirir mi anhelado Eagle R. No veo la hora de probarlo… [i]
DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: SCS Software
GÉNERO: Simulación
DISPONIBLE EN: Windows, Mac OS, Linux
QUÉ ONDA: Euro Truck Simulator 2: Scandinavia es una expansión imprescindible que agrega 3 países con 27 ciudades y puertos de Escandinavia, entre muchas otras novedades.
LO BUENO: Ciudades más grandes. Trazados de autopistas con mayor complejidad. Mejora notable en los gráficos.
LO MALO: Se nota la diferencia de calidad entre el contenido original del juego y el agregado por este DLC —superior—.
El análisis de Euro Truck Simulator 2: Scandinavia fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.
Fernando Coun, alias Shinjikum, es un viejo prócer del fichín que comenzó a colaborar con el equipo original de [i] allá por los tiempos de la gloriosa XTREME PC (en el siglo pasado). Es un gran fan de los juegos de carreras y las aventuras gráficas, y actualmente está traduciendo Sandokan de Emilio Salgari, por el placer nomás.
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