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[DIARIOS] Destiny Capítulo V

“Al infinito, y todo eso”

“¡COCO, POR DIOS, RESPONDEME!”, grité al micrófono. “No grites che, que ya soy diabético y no quiero ser sordo.” Coco estaba vivo, ¡e íbamos a jugar Destiny! Ahora sí, nada podía salir mal, el horrible mico había comprado Plus tan solo unas horas atrás y estaba conectado, listo para jugar. Entré a Destiny a paso firme, con confianza, y me lancé a lo desconocido, el coop.

Algunas semanas atrás hablé con Deej, el Community Manager de Bungie, y durante la charla insistió con que “la mejor forma de jugar Destiny es con amigos”, o en su defecto, con extraños. Pero con alguien. En Bungie siempre hicieron hincapié en este aspecto. Así y todo, mi amplia experiencia con Destiny en solitario fue más que positiva. Eso habla bien de Destiny como videojuego offline.

Pero ahora iba a poder opinar del otro aspecto, del que tanto hablan todos. Coco estaba online y decidimos encontrarnos en la Torre. ¡Ahí estaba! Su Hunter bailaba de forma extraña frente a mí. ¡Qué profunda emoción! “Coco, ¡vamos a romper todo!”, le dije.

¡Ea ea Pepe!

Y eso hicimos. Fue una noche larga y alegre, donde exploramos y bailamos sobre varios planetas de la Vía Láctea; hicimos algunas misiones iniciales, un par de patrullas muy tranquilas y decidimos finalizar la velada con un Asalto (Strike) en la Tierra. La Guarida de los Demonios fue la misión seleccionada, en Antigua Rusia. El sistema de matchmaking nos buscó un tercer Guardián y un tal Fernando se unió a la aventura.

Un año dentro de Destiny, este Asalto ya es un clásico, con su arañota gigante y su boss final, Sepiks Prime, o como lo llamamos Coco y yo: “¡El ojón!” Simple, pero el comienzo de lo que esperamos será una fructuosa sociedad. Si tan sólo pudiéramos convencer a Macko de unirse, pero recién vuelto de Japón, no está muy seguro de para qué lado está el piso.

Fernandito, bien gracias, proveyó 60 kills y 27 asistencias. El Coco y yo fuimos el corazón del equipo con 126 y 165 kills respectivamente. El Coco fue esencial con 56 asistencias y reviviéndome cada vez que me moría. Que con un k/d ratio de 27.50, pasaba seguido.

¡Muere, feo!

Aunque éramos dos Hunters de bajo nivel, la misión no fue difícil. Y aún así, eso de ninguna manera le afectó al factor diversión. La experiencia solo confirmó lo que sospechaba, Destiny se adapta a los jugadores y situaciones, y con The Taken King tiene un valor de rejugabilidad sin precedentes. Estaba leveleando mi Hunter que esa noche terminó en lvl 14, seguía buscando mejorar el nivel de luz de mi Titán lvl 40, y todavía me queda un Warlock lvl 25 que quiero empezar a levelear lo antes posible. Para quienes lo aprecien, Destiny es infinito.

Volviendo a lo que dije en una entrega anterior, para disfrutarlo como vale la pena, Destiny requiere un alto nivel de compromiso. No es un juego que se pueda jugar "así nomas". Con este fichin es a todo o nada, y para quienes paguen el precio, tendrán el privilegio de escribir su leyenda como más le guste.

La noche se había cernido sobre nosotros hacía ya mucho tiempo y, cuando decidimos cerrar la jornada. Finalmente había probado lo que hace a Destiny tan único y diferente. Pero había algo que no me cerraba. Por supuesto que lo había disfrutado, había sido más Destiny pero con alguien que podía hablar, hacer chistes y planificar. Y aún así, había algo que no me terminaba de cuadrar.

En ese momento me dí cuenta, que nunca había jugado Destiny solo, no realmente. Es verdad, no había jugado con ningún conocido, ni busqué jugar con alguien de forma directa, pero todas las misiones que había jugado, excepto contadas excepciones, siempre habían tenido a  alguien. Ya sea el PvP y Strike Playlists con matchmaking de por medio o las mismas patrullas y misiones de Campaña, donde siempre encontraba algún Guardián merodeando y se formaban sociedades tacitas y esporádicas. Destiny es, en sí misma, una experiencia cooperativa.

Y como para ir finalizando, voy a decir una frase a efecto, para que hoy a la noche todavía se acuerden de esta nota: Juegos de acción en un mundo amplio e intrigante, con un montón de loot, bosses fuertes y aterradores, y la posibilidad de specear varios personajes cómo más te guste, Destiny es el Diablo II de esta nueva generación. ¡Tiré la bomba, chau! [i]

 

 

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