[REVIEW] Warhammer: End Times – Vermintide

Al vencedor va el botín

Donde Vermintide más brilla en cuanto a diseño es en el sistema de loot, que obliga a los jugadores a jugar en equipo, y mantiene todo el concepto unido. Matar Skaven no da experiencia ni loot. La única forma de recibir estas recompensas es llegando al final y terminando el nivel. Puede sonar tedioso, pero termina siendo todo lo contrario. La idea es jugar los niveles en diferentes dificultades con distintos desafíos, con la posibilidad de encontrar dados que aumentan la posibilidad de recibir buen loot, así también como unos tomos especiales que equivalen a dos dados, en caso de llegar al final del nivel.

Hay muchísimo equipamiento para todas las clases y conseguir nuevo loot para la clase adecuada después de una dura partida es muy gratificante. El problema es que podemos recibir cualquier loot, de cualquier clase, lo que también signfica que hay chances de siempre conseguir algo para una clase que no estamos usando en ese momento.

En ese caso, es posible ir a la taberna, derretir una cantidad determinada de equipamiento para mejorar un arma específica o intentar sacar una nueva, aunque por razones que ya mencionamos antes, esto suele ser un lanzamiento de moneda