El juego se vuelve aún más bello
Ya sobre el verde césped, sentimos a los jugadores más pesados, pero no por eso menos dinámicos. Cuando vimos un espacio e intentamos aprovecharlo con un jugador rápido, una simple aceleración bastó para crear un espacio en la defensa contraria. Bien usados los jugadores ágiles pueden marcar la diferencia sin la necesidad de fintas elegantes.
Estos detalles también impactan al juego físico, que se ve y siente mucho más sutil, pero no por eso menos crucial, sino tal vez más ahora que antes. En caso de estar por perder la posesión, siempre podemos ayudarnos con el gatillo izquierdo (L2) para intentar retener la posición del balón. Esto no solo depende de nuestro accionar sino también de las estadísticas del jugador. Y de lo que pudimos ver en FIFA 17, esta acción está integrada al funcionamiento del juego de una manera mucho más fluida que antes.
Y para tanta diferencia en el ataque, la defensa no amplió su repertorio, pero sin dudas ha sido pulido. Todavía podemos cancelar la barrida (pero no amagar el quite), y presionar cualquiera de los dos botones en el momento justo, es clave para intentar hacernos con la pelota sin falta.
