El nuevo Headshot de Dice
Estoy en una trinchera con el barro hasta los dientes. Hace frío, mi aliento produce una nube de vapor y me atraviesa la ropa. Me hace doler los huesos y no me deja pensar. Llevo días sin sacar la cabeza y en silencio para no delatar nuestra posición. De pronto el mutismo del campo de batalla se convierte en el alarido de miles. Mis compañeros comienzan a gritar y corren a encontrarse con esos gritos empuñando las armas. Yo salgo detrás de ellos, pego un salto y grito también. El viento helado me castiga el pecho mientras un calor me recorre la pierna hasta la bota. La gran “Caruso Lombardi”: el frío y los nervios me aflojaron el vientre. Volví a mi trinchera con saltitos cortos a pedir papel en la enfermería. El médico me vio pálido y asustado y me dijo: “¿un tiro y te cagas en las patas?”. “Seh, – contesté – y en sentido literal”.
Qué es Battlefield
Battlefield es una de las franquicias más importantes de Electronic Arts. Lleva años en proceso de mutación constante y compitiendo contra otro gigante, Call of Duty. Es una batalla cuerpo a cuerpo que año tras año viene ganando este último, pero por una portación de nombre. DICE acorta esa brecha con cada entrega preocupando seriamente a su competencia.
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La primer entrega de la saga fue en el año 2002 y se llamó Battlefield 1942. Menos épica y con un estilo gráfico simple, Battlefield planteaba escenarios de la segunda guerra, concentrando todo en la experiencia multiplayer online. La novedad era, por supuesto, la posibilidad de subirse a cualquier vehículo, convirtiendo las batallas en algo único. En aquella época el motor gráfico era el refractor que cumplió presentando la saga, pero no fue hasta el 2008 con Battlefield: Bad Company donde empezó a notarse un cambio radical y fue gracias a la primera versión de Frostbite. La serie comenzó a lucir gráficamente más sólida y se consolidó como un serio contendiente con Battlefield 3. Durante todo este tiempo exploraron distintas líneas temporales. La segunda guerra mundial, Vietnam, combates en el presente y también en el futuro con Battlefield 2142. Hicieron todo lo posible, buscando la línea de tiempo que mejor les sienta y mejorando gráficamente, mientras Call of Duty hacía lo propio. Este año tomaron diferentes direcciones. Mientras que Activision e Infinity Ward se fueron al futuro, EA y DICE se la jugaron con una arriesgada decisión: la de volver al pasado y tomar un conflicto muy jugoso, crudo y poco explotado como la Primera Guerra Mundial. Una maniobra que puede ser un cross de derecha para Call of Duty y que por primera vez puede hacerle volar el protector bucal en el arranque de la pelea.
Headshot del Single Player
Si leyeron bien, dije single player. Por primera vez EA puso un poco más de atención para quien adora jugar en solitario. No es que no lo haya hecho nunca, pero el foco de Battlefield siempre fue la experiencia multiplayer. De forma astuta decidieron abordar la historia desde más de un personaje. Porque fue una guerra cruda, sangrienta y horrible. Los soldados caían como moscas y si uno es realista, es difícil que alguien pueda sobrevivir por mucho tiempo y más difícil aún que ese mismo personaje pueda explorar distintas narrativas y puntos geográficos en los que se combatía. El single player se divide entonces en 5 historias de 5 personajes distintos.
Después de una breve introducción en la que se demuestra lo descartable que es la vida humana en estos conflictos, comienza la primer historia, que es la del conductor de un tanque. El tipo llega a un grupo que ya estaba consolidado e intenta integrarse en medio de un feroz combate y lidiando contra los berrinches de “Bess”, la bestia de acero con la que se abrían paso frente al enemigo. La segunda historia es de un piloto americano, que en un partido de cartas le roba el avión a un inglés de alto rango. Este farabute resulta ser un gran piloto y nos lleva a enfrentarnos cara a cara con los hábiles alemanes, un escuadrón de bombarderos y gigantescos dirigibles. La tercer historia es la de un soldado italiano que combate en el frente con una armadura improvisada y ametralladoras pesadas, tratando de resistir los ataques enemigos. En medio de la batalla intenta llegar a su hermano y traerlo con vida. La cuarta historia es de la de un oficial australiano que combate en la peninsula de Galipoli. Intenta llevar a cabo su misión, pero al mismo tiempo protege a un joven recluta que queda a cargo suyo. La quinta y última historia es la de una mujer que combate junto a Lawrence de Arabia y que en desigualdad de condiciones, logra hacer mucho daño al enemigo peleando de manera inteligente. Acción, entrega y heroísmo son los principales condimentos de estas historias donde DICE logra todo el abanico de emociones para terminar en un mensaje reflexivo. Por primera vez puedo decir que la campaña es imperdible, y es además una excelente introducción para la gigantesca vida útil que nos espera al entrar en la sección multiplayer.
Headshot del Multiplayer
Pocas veces me sentí atraído por la modalidad multiplayer. Un poco por tiempo y un poco por falta de habilidad. El óxido y la edad hacen lo suyo y esa puntería implacable que tuve alguna vez fue reemplazada por un pulso dudoso que desparrama plomo alrededor del enemigo en lugar de dar en el blanco, convirtiéndome en una bolsa de papas armada.
Esta vez el coletazo de una increíble campaña multiplayer me arrastró por completo a un mundo que hacía mucho que no visitaba, solo porque necesitaba más. Queria más acción, más pólvora y más picor. Battlefield 1 tiene todo eso y de sobra.
Conquest es el modo que más explota la crudeza del combate, donde 64 jugadores se dividen en dos equipos cuya misión es la de capturar todos los puntos y sostenerlos todo el tiempo que sea posible. Una tarea para nada fácil porque con tanta gente a los tiros resulta prácticamente imposible sobrevivir lo suficiente como para lograr algo. Los escenarios son enormes y a veces uno corre durante varios minutos para llegar al combate y ser aniquilado antes de disparar una sola bala. Pero Battlefield es así, hay que entenderlo y acostumbrarse.
Domination es una especie de Conquest pero a menor escala. Con menor cantidad de jugadores, un poco más manejable y con combates de menor duración. Es ideal para quien no tiene tanto tiempo (Un partido de Conquest suele durar unos 30 minutos). No da tanta experiencia, pero es un buen punto para empezar.
Rush pone a los jugadores en dos bandos. Uno ataca intentando destruir los postes de telégrafo con los que el enemigo solicita fuego de artillería. El otro equipo defiende los postes y solicita fuego de artillería para mantenerlos a raya. Si todos los postes de la zona son eliminados, los defensores tienen que retroceder a otra zona y los atacantes avanzan. Quien logra capturar todas las posiciones o resistir el avance enemigo, gana.
War Pigeons es una especie de Capture The Flag. Ambos bandos tienen que encontrar una paloma mensajera en el mapa y llevarla a la base para enviar un mensaje y solicitar fuego de artillería para destruir al enemigo. Una vuelta de rosca para un clásico ya oxidado. A esto sumemosle el clásico Deathmatch y el hit absoluto: Operations.
Operations divide el mapa en varias partes y combina lo mejor de todos los modos. La idea es tomar por sectores todo el mapa y para hacerlo hay que capturar 3 o más posiciones. Cuando lo conseguimos tenemos que expulsar a los tiros a los enemigos restantes y así pasar a la próxima posición. Un equipo ataca y el otro defiende. Lo que lo hace más atractivo es que todas las misiones tienen un tinte histórico y todas tienen información adicional muy interesante. El chiste de Operations es que la cantidad de soldados es limitada y es por eso que es clave tener médicos entre las filas para evitar que las bajas sean definitivas. Cuando el número de soldados de los atacantes se acaba, la misión pasa a una segunda etapa en la que lanzan un segundo y decisivo ataque con ayuda de alguna máquina de guerra. Dirigibles, trenes con artillería o barcos son el refuerzo para el atacante que con esta última oportunidad tiene que conquistar todo el mapa. Operations es muy difícil de jugar, no por la mecánica en si, sino por lo difícil que es encontrar jugadores dispuestos a esperar para esta gran aventura. Pero créanme… vale la pena la espera, es picor absoluto. E
El abanico de armamento es gigante, pero no puede usarse todo de un saque. A medida que jugamos, ganamos puntos de experiencia que se traducen en ascensos y bonos de dinero. Con ese dinero, podemos desbloquear nuevas armas para llenar de plomo el trasero de nuestros amigos.
Headshot visual y auditivo
Gráficamente hablando, Battlefield es un infierno. El motor Frostbite está pulido y optimizado al máximo. Cada imagen es para sacar un screenshot y cada paisaje es digno de admiración. Los amaneceres, los atardeceres, las lluvias, el agua y así podría seguir interminablemente. Absolutamente todo es una cachetada visual.
En la versión de consolas (nosotros probamos la de PlayStation 4) el juego corre con una fluidez increíble y a golpe de vista no ha perdido en detalles. Mirando con mayor atención, la versión de PC (que es absolutamente infernal) supera en frames por segundo a la consola y al tener más alternativas de configuración, si tenemos una máquina poderosa podemos correr todo con detalles en Ultra a 60 cuadros por segundo. Battlefield 1 es un fichín donde visualmente TODO está bien.
En cuanto al sonido, el resultado también es tremendo. Los efectos de sonido son perfectos y los disparos se sienten “casi” reales. Este detalle es a veces menospreciado, pero sin una construcción de sonido como ésta, es difícil hacerle creer al jugador que tiene los pies hundidos en el barro de una trinchera. Los cañonazos, las bombas en la lejanía, los disparos de artillería y las ametralladoras. TODO es perfecto incluyendo la enorme banda de sonido que vuelve a recorrer los viejos acordes de Battlefield pero reversionada, remasterizada y ejecutada por Johan Söderqvist y Patrik Andrén.
Headshot al corazon gamer
Battlefield 1 es, por primera vez, una ejecución perfecta de todos los instrumentos que hacen un gran juego. Volver atrás en el tiempo fue la decisión perfecta y contar la historia con 5 personajes distintos fue audaz y muy efectivo. No tengo más que inclinarme ante Dice y sacarme el sombrero, o el casco en este caso. Esto le pone la vara MUY alto a un Call of Duty que sale unas semanas más tarde y con la misma fórmula de siempre pero ambientado en el futuro. Battlefield 1 es un disparo al corazón y el motivo por el que volví a jugar online despues de mucho tiempo. Solo recemos para que las próximas expansiones no terminen por fraccionar al público entre los que pueden comprarlas y los que no. Por el momento, este corazón gamer está flechado con Battlefield 1. Ahora, si me disculpan, el deber me llama y tengo un pelotón que espera. [i]
- DESARROLLADO POR: DICE
- DISTRIBUIDO POR: Electronic Arts
- GÉNERO: FPS
- PLATAFORMAS: PS4, Xbox One, PC