El cine y la televisión siempre han necesitado un plus de imaginación para dar forma a sus creaciones. En los últimos años parece que esta inspiración procede en gran medida del mundo de la literatura.
Un claro ejemplo de ello son algunos de los estrenos que hemos podido disfrutar últimamente en las salas de cine, como Alicia a través del espejo, La chica del tren, Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Esperando al rey, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, Mi amigo el gigante y un largo etcétera. Sin embargo, las páginas de los libros no son las únicas que ofrecen contenido adaptable a la pequeña y gran pantalla, y es que los videojuegos también se han convertido en los últimos tiempos en fuente de contenidos por explorar a nivel audiovisual.
Una de las primeras en dar el salto de los comandos de juego al séptimo arte fue la arqueóloga Lara Croft, de la popular saga Tomb Raider. Protagonizada por una espectacular Angelina Jolie, las aventuras de esta joven británica de alta cuna tuvieron dos títulos en cartelera: Lara Croft: Tomb Raider, estrenada en 2001 y Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida que vio la luz dos años más tarde, en 2003. Aunque ambas entregas no fueron un éxito en ventas, sí calaron lo suficiente entre el público para que Warner Bros. Pictures y MGM hayan decido apostar por un reboot de la saga, esta vez con la oscarizada Alicia Vikander en el papel de Lara Croft.
Puede que Vikander le pida un par de consejos a su pareja Michael Fassbender a la hora de ponerse en la piel de un personaje virtual, puesto que el alemán ya tiene tablas en este campo. El pasado diciembre se estrenaba Assassin´s Creed, basada en los videojuegos homónimos y protagonizada por Fassbender y Marion Cotillard. La película se estrenó al mismo tiempo que Rogue One lo que probablemente influyó de manera negativa en sus ingresos, que se salvaron gracias a la taquilla internacional. Estos datos dejan en el aire una posible secuela.
Need for Speed es otra que vio cómo sus rápidos conductores saltaban de las pistas de asfalto a la cartelera de cine. La cinta, estrenada en 2014, recaudó menos de lo que se esperaba teniendo en cuenta el gran éxito con el que contaban los videojuegos en aquel momento. Aaron Paul se puso en la piel de Tobey Marshall, en el que fue su primer rol como protagonista en la gran pantalla tras el éxito cosechado en Breaking Bad.
Sin embargo, sus buenas críticas a nivel televisivo así como sus triunfos en el mundo del póker, disciplina de la que es un gran aficionado y en la que lo hemos visto brillar recientemente, no lo acompañaron en su estreno cinematográfico. La superproducción tuvo un discreto éxito en taquilla en la que recaudó 200 millones de dólares de los 66 invertidos gracias al mercado chino en la que la película tuvo una excelente acogida. Un guión pobre y unos personajes poco desarrollados parecen ser los culpables de que la película no alcanzara los objetivos esperados.
Otra de las adaptaciones más esperadas por sus fans fue Warcraft: El Origen que se estrenó el pasado verano. La cinta, que recaudó más de 300 millones en sus primeras semanas en cartelera, se centra en la primera entrega de la saga de videojuegos en la que orcos y humanos se enfrentan en una batalla épica.
En el mundo de la animación también hemos podido disfrutar de grandes títulos del entretenimiento como la aclamada Angry Birds, que se materializó en película en mayo de 2016. El éxito de estos pájaros furiosos en formato virtual provocó que fuera cuestión de tiempo su aparición en las carteleras de todo el mundo de la mano de Columbia Pictures, la rama cinematográfica de Sony. Ratchet & Clank, también de Sony, contaron con su propia película la pasada primavera.
En la pequeña pantalla destacan las series de animación Sonic Boom emitida en Cartoon Network o la francesa Rabbids en Nickelodeon, de la que también se espera una película propia. En el recuerdo queda la popular Street Fighter, que también contó con versión cinematográfica, Pokémon o el siempre entrañable Mario Bros en Las Aventuras de Super Mario Bros 3. [i]