Fijando el botón de disparo con La Gotita
Capté una sombra con el rabillo del ojo. Volteé la cabeza. Nada. Continué surcando el aire al ras de las olas, confiado, disfrutando el éxito de mi última batalla. Pero aquella sombra era el indicio de lo que surgió de pronto ante mí: monstruoso, mecánico, colosal. Un prodigio de láser y acero. Y llegaba para destruirme.
Nota introductoria: Sine Mora EX se trata de un upgrade o revamp del original Sine Mora, fichín que vio la luz en 2012. Aprovechando esta segunda entrega, la presente review señala todo lo bueno compartido en ambas versiones, indicando, cuando corresponda, las novedades exclusivas de la versión más reciente.
https://www.youtube.com/watch?v=QtDzr1skhxo
Tras varios años de no tener contacto con este género, el trailer de Sine Mora EX captó mi atención enseguida: un shoot’em up enteramente en 3D, con escenarios cuidados y jefes que lucían poderosos, multifacéticos y bien imaginados. No me decepcioné. Sine Mora llegó como una bocanada de aire fresco a un género añejo, demodé y poco transitado. El upgrade del 2017 resulta una mejora notable de un producto que ya poseía excelentes cualidades desde su fecha de nacimiento.
Pero comencemos por el principio, sobre todo para los gamers más jóvenes, que nunca jugaron al Gálaga o Galaxian (los progenitores del estilo), y, quizás, ni siquiera llegaron a ver un 1942 o R-type. Shoot’em up es un género clásico de fichín con desplazamiento horizontal, multiplicidad de enemigos, constante fuego cruzado, y muchos (y suculentos) power-ups. Típicamente, somos una aeronave que se enfrenta a un verdadero desfile —casi una coreografía— de series o grupos de enemigos (por lo general, otras aeronaves) que surgen ante nosotros, cada cual con sus modos de disparo específicos, su energía vital, y su comportamiento. De nuevo y según la tradición, destruirlos libera diversos power-ups que nos permiten recuperar vida, aumentar nuestro poder de destrucción o modificar la cantidad y apertura de disparos. Por otro lado, ser alcanzados por los disparos ajenos o chocar contra los enemigos socava nuestra energía acercándonos al game over —más bien nos impulsaba, allá en la época de los salones de videojuegos, a buscar un cospel en nuestro bolsillo para meterlo a la velocidad de la luz en la ranura y continuar jugando desde el nivel donde perdimos.
Todo esto existe en Sine Mora Ex, pero mejorado.
Quizás lo más notable al arrancar el juego es que este fichín reinventa el género quitando la barra de energía y reemplazándola por un temporizador: en Sine Mora, una cuenta regresiva corre de manera constante, y alcanzar el milisegundo cero significa el fin. Lo bueno (y malo) es que ser tocados por fuego enemigo, chocarnos contra los obstáculos de los escenarios o colisionar contra los malos sólo nos quita tiempo… el mismo que recuperaremos matando, atrapando power-ups de tiempo extra, y alcanzando checkpoints. Entonces, se trata también de una carrera in tempore (ya que estamos con el latín), por lo que, además de esquivar balas, enemigos y aristas de la geografía, debemos tener en mente la cuenta regresiva si queremos sobrevivir. En otras palabras, esquivar todas las balas y obstáculos no es suficiente para mantener lejana a la muerte en Sine Mora, y de allí su nombre, que en latín significa “sin demora”: sí o sí tenemos que destruir a los enemigos rápidamente si queremos mantenernos sanos y fuertes. Además, necesitamos estar atentos a los power-ups de tiempo extra, que en ciertas secuencias se vuelven indispensables.
Jugabilidad
Sine Mora nos equipa con dos grandes habilidades para ayudarnos a alcanzar las metas y, si somos duchos y pacientes, llegar al final del juego. Con un botón activaremos un ataque fenomenal (útil contra jefes), que, a diferencia de otros fichines del género, en Sine Mora varía según el nivel y los power-ups obtenidos. El “ataque especial” lo hemos visto antes, pero lo que sí seguramente es nuevo es lo que hacemos con el segundo botón: frenar el tiempo. Gracias a esta habilidad, tanto balas como enemigos se desplazarán a cámara lenta, útil para meterle un buen balazo a esa torreta escurridiza, o, atención, para recuperar todos los poderes que se desprenden de nuestra aeronave cuando algo nos toca. Esto es porque toda colisión nos despoja de nuestros queridos power-ups, dejándonos con el disparo por defecto. Y, créanme, eso no es nada conveniente en estadíos avanzados del juego, así que, cuando vean que nuestra propia nave es la que dejó atrás luminosas esferas de colores, ¡vayan a recuperarlas urgente!
Como habrán imaginado, las activaciones del time-lapse o del ataque especial están contadas con los dedos de una mano. Y sólo superar niveles (y coger power-ups) nos dotarán de activaciones especiales extra. Nótese que no menciono el tercer botón, el del disparo convencional, dado que bien podríamos fijarlo con pegamento; en Sine Mora, tanto como en otros shoot’em up, nunca es conveniente dejar de disparar. Y las balas, sine qua non del género, son infinitas. Además de lo concerniente al tiempo, Sine Mora tiene aún otras sorpresas bajo el brazo. El engine 3D está bien aprovechado, no solamente generando una inmersión excelente de los fondos y nuestro recorrido por el mundo, sino también permitiendo volteretas de cámara (y de nuestro avión) en torno a los jefes, puesto que muchos de ellos son colosales. Destruir las defensas de sus patas, por ejemplo, nos desplazará, cut-scene mediante, a su tórax, hasta terminar con la etapa final de su cúspide o cabeza. Y ver a nuestro avión girando en torno a estos artefactos gigantones, con panorámicas del entorno y su horizonte, es una experiencia novedosa en el género que suma mucho a sentirnos verdaderos pilotos a bordos de una aeronave.
Por si fuera poco, el 3D se aprovecha también, en ciertos casos, avanzando en diagonales ascendentes o descendentes. Hasta se invierte en algunos casos la dirección del recorrido, de modo que la pantalla se desplazará de derecha a izquierda en lugar del scroll plataformero por defecto. Estas secuencias son limitadas resultando correctas, naturales, agradables. No se imaginen un juego donde la cámara responde a un director fanático del manifiesto Dogma. Nada de eso; si Sine Mora tiene algo, es medida y exactitud.
Mención especial merecen ciertas secuencias que ocurren bajo el agua, y si bien tienen lugar ataques contextualizados (como la lluvia de minas y la propulsión de turbinas enemigas que nos aleja del objetivo), en la opinión de vuestro humilde servidor, esos momentos podrían haberse aprovechado más.
Resulta anómalo que nuestra nave no pierda velocidad en el medio acuático, lo que hubiera resultado coherente, y de seguro nos arrastraría a un “recalculando” interesante. Deslizarnos dentro de mega-estructuras entrando por un hueco y saliendo por otro, esquivando trenes dentro de un túnel o sorteando, hacia el final, un laberinto vertical son algunas de las bondades bien aprovechadas de este fichín con engine 3D, cuyos recursos y efectos son aptos para cualquier placa de video de acá a seis u ocho años atrás.
Jefes
Los bosses son muchos, diferentes y todos ellos interesantes. En general, su diseño toma elementos del mundo de la naturaleza (una araña, un camaleón, y así) pero hay también maquinarias titánicas más “reales”, como el globo aerostático militar, la colosal grúa demoledora y el submarino. En todos los casos, los jefes cuentan con diversas ofensas y defensas que destruimos por etapas, y superar cada etapa provoca un nuevo comportamiento, una nueva estrategia por parte de nuestro enemigo, y una nueva secuencia con probable paneo de cámara. Todo esto vuelve al fichín algo vivo y en constante movimiento. Es un juego que busca todo el tiempo la manera de sorprendernos pero sin salirse del género, lográndolo de manera efectiva.
También es interesante destacar el modo en que colman nuestra pantalla los disparos ajenos: muchas veces, a pesar de que estamos luchando por mantenernos vivos, nos sorprenderá notar entramados de luces letales que nos recuerdan a protectores de pantalla, o a formaciones típicas de un fractal. El jefe que emula una enorme araña, por ejemplo, disparará municiones que, al expandirse, conforman una telaraña, y sería hermoso detenerse a observar la animación si no fuera porque debemos concetrarnos en destruir a esa condenada.
Gráficos
Este es uno de los apartados que dieron sentido a esta nueva entrega. Los gráficos del original Sine Mora fueron enteramente mejorados en EX, aprovechando así las tecnologías de aceleración de video más modernas para entregarnos una experiencia nítida, con texturas y renderizaciones bastante mejoradas. Los que disponen de pantallas 4K se alegrarán de saber que el juego corre fluidamente en UHD a una velocidad de cuadros de 60 FPS constante, lo que, en un shoot’em up, es casi obligado. Por lo demás, recorreremos los mismos mapas de Sine Mora originales, que ya de por sí eran, y siguen siendo, espectaculares para lo que puede esperarse dentro del género: desde paisajes anodinos a ciudadelas futuristas salidas del mundo de Blade Runner, pasando por secuencias montañosas, costeras, y hasta cavernas o grutas submarinas. Sine Mora es un juego que se caracteriza por el esfuerzo de no aburrirnos nunca, y en Sine Mora EX todo lo bueno luce mejor y más sofisticado. Pensado para verse moderno en los nuevas y grandes pantallas de TV, el cuidado está garantizado.
Modos de juego
La rejugabilidad no sólo es fomentada por sus múltiples modalidades de juego, que van desde el clásico “modo historia” hasta desafíos severos en sus modos “por puntos” y “entrenamiento con jefes”, sino que en la nueva versión EX se ha añadido la posibilidad extra de jugar localmente y de manera cooperativa junto a un amigo (en el modo “historia” convencional, o en el modo “versus”). El modo “arcade”, el segundo de la lista de posibilidades, ofrece una experiencia libre de todo argumento con la particularidad de que el botón del tiempo, en lugar de enlentecerlo, ¡lo retrocede! Pero, atención, si bien las modalidades adicionales al “modo historia” permiten escoger de diferentes aeronaves desbloqueadas (y pilotos), les garantizo que el desafío no es apto para todo público porque la dificultad aumenta considerablemente.
Mención aparte merece el modo “desafío”, donde el juego se reinventa con reglas diferentes, casi convirtiéndose en un fichín independiente. De hecho, pueden pensarse a estos “desafíos” como mini-juegos dentro de Sine Mora, donde sólo vencer cada escenario desbloqueará el siguiente, volviéndose, una vez más, cada vez más peliagudo para los reflejos del pobre mico.
Por si fuera poco, contamos con el modo “versus”, donde dos jugadores compiten entre sí, ya sea para matarse mutuamente o en una carrera con obstáculos. Como ven, este juego viene equipado con muchas propuestas y mucho material para pasar el rato, ya sea solos o acompañados.
Conclusión
Sine Mora ya resultaba un juego precioso visualmente, y todo lo bueno ahora luce mejor en la nueva versión EX. Se trata de un género demandante que nunca fue fácil: exige reflejos y saber mirar bien de reojo. Sine Mora está a la altura de los clásicos, pero, además, recupera un género hoy día algo extinto. Salvo los primeros niveles, no es apto para ser jugado a la noche tras una jornada de oficina, con los ojos cansados y el cerebro pidiendo tregua. Es un juego de fin de semana y de feriados, de faltazos por gripe y de tardes sabáticas. Es un juego que va a afilar nuestros reflejos, y quizás nos haga revolear el joystick (o el mouse) más de una vez con una bronca terrible. Pero si no somos de humita y queremos algo que nos ponga a prueba, novedoso en su género, de calidad y sonido correcto, gráficas pulidas, ideas superadoras y desafíos originales, ¡no hay nada que dudar!
Terminando, Sine Mora EX es el regreso mejorado de un fichín que continúa revolviendo el avispero de los shoot’em’up, y quizás muchos otros desarrolladores se vuelquen a imaginar entregas dentro del género gracias a este esfierzp. Y cuando un estilo se reinventa como consecuencia de un título valiente que insiste en mejorarse, esto de por sí ya resulta un éxito que vale la pena explorar. [i]
DESARROLLADO POR: Digital Reality, Grasshopper Manufacture & Gyroscope Games
DISTRIBUIDO POR: THQ Nordic
GÉNERO: Shoot’em Up
DISPONIBLE EN: PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
CALIFICACIÓN
95%
QUÉ ONDA: El shoot’em up que renovó enteramente el género regresa con gráficas mejoradas y modalidades superadoras.
LO BUENO: Renders y modelaje mejorados para 4K a 60fps constantes. Posibilidad de jugar co-op. Disponible en español.
LO MALO: Los colores de algunos enemigos a veces se confunden con el fondo. Jefe final algo insulso en comparación. No es apto para jugadores de humita.

Diego “Santos” Reig, diseñador, escritor, amante de la cocina y gamer a ultranza. Ávido de placeres espirituales, busca la sabiduría al final de un libro, en el fondo de un plato (o copa de tinto), y al trascender las vicisitudes de un videojuego. Sus pasiones en la virtualidad son las aventuras gráficas, los juegos de rol, y engordar monstruos feos a base de plomo binario. Instagram.