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[REVIEW] Knack 2

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El héroe de los “cositos” vuelve al menú

Otra vez me siento gigante e imponente. Los miles de artefactos que componen mi enorme figura brillan con el sol mientras corro al encuentro de un puñado de monstruos. Salto en su dirección y en el aire me da un retorcijón. Como soy transparente, puedo ver que tengo que despedir una reliquia de mi “interior” y corro al baño. Todo muy lindo con esto de humanizar a los personajes pero…

Todos conocemos la historia del Knack original. Fue uno de los títulos con los que Sony planeaba volarnos la peluca allá por el 2013, cuando estaba por lanzarse la PS4. Mark Cerny fue su director y como formó parte del equipo de desarrollo de la flamante consola, todos creímos en sus promesas de revolucionar el género. Lo que vimos en realidad fue un juego pasable, un arcade tan lavado como la remera del recital de los Rolling Stones del ‘95. Pero apretamos los dientes y lo jugamos igual, porque en el day one solo había 3 títulos y Knack era uno de ellos. De hecho, el único para chicos. Y es por eso que muchos lo terminamos, porque lo jugábamos con nuestros hijos.

https://www.youtube.com/watch?v=Q5DH6p2pPh8

Cuando nos sirven un plato que no pedimos

Seamos realistas, nadie esperaba que Knack tuviera una segunda parte. Para Cerny debe haber sido como una mancha en el lomo y es por eso que debe haber insistido, de calentón nomás. Y por esa razón la carga es doble. Tenés que convencer a la gente de que necesita una segunda parte y que es buena. Pero eso no lo asustó y si esto fuera un restaurante, hay que tomar una decisión. ¿Vale la pena repetir un plato pasable cuando en la carta hay tantos por probar? Mmmm.

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Otra vez sopa, pero con más picor

En su retorno, el gigante de los “cositos” (como me gusta decirle cariñosamente) intenta corregir algunos errores del original. Lo primero que llama la atención es la notable mejora gráfica. Ahora hay más detalles, más efectos y por supuesto, en 4K se ve bárbaro. Hay varios escenarios de ciudad, espacios abiertos, selvas y suficientes variantes como para distraer al ojo más estrábico. Knack no se ve como Uncharted, pero tampoco lo intenta. Es exactamente lo que un chico espera ver para pasar un buen rato.
La historia no es una genialidad, Knack y su inseparable amigo Lucas intentan descubrir que hay detrás del ataque de unos robots mala onda que se la agarran con la ciudad, y por supuesto en su camino se van a las piñas con sus archienemigos, los duendes. Para quienes no saben qué es Knack, se trata de un simpático personaje creado por el Dr. Vargas en base a pequeñas piezas llamadas reliquias. En la primera entrega, nuestro héroe crecía recolectando piezas y por esta razón no lo disfrutábamos en todo su esplendor y gigantez. Ahora, por suerte, tiene un tamaño considerable desde el principio.

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Podemos soltar las piezas a nuestro antojo para reducirlo y resolver algunos puzzles, o colarlo por pequeñas aberturas. De chiquito es dulce y simpático. pero no muy efectivo a la hora de agarrarse a piñas. Al recuperar las piezas que soltamos (si están a nuestro alcance) podemos recuperar nuestro tamaño original. De esta manera, el equipo desarrollador incluye una variante dentro del gameplay que evita que los chicos se aburran con la mecánica.
Por fortuna, este no es el único condimento en Knack 2. También le toma prestadas algunas ideas a los RPG, ya que incluye un árbol de habilidades con las que podemos mejorar, agregando golpes nuevos, aumentando la velocidad, la salud y la fuerza. Así se añade una variante en el gameplay y evita que nos desmayemos de aburrimiento. Por desgracia, no podemos elegir las habilidades a nuestro antojo y Knack se convierte en un arma despareja y desbalanceada, al menos hasta que se libera el resto del árbol de habilidades.

¿Este plato es para compartir?

Definitivamente donde metieron grandes cambios es en el juego cooperativo. En la aventura original, uno de los dos jugadores tenía la “desgracia” de ser el amiguito metálico de Knack. Mientras nuestro héroe crecía recolectando objetos, su pequeño clon se mantenía en el mismo tamaño. ¿Quien corno quería ser el sidekick enano del héroe? Nadie. Por suerte, ahora ambos personajes tienen el mismo tamaño y además pueden combinarse en el ataque, haciendo las partidas cooperativas infinitamente más entretenidas y reconfortantes. Un Knack puede revolear a otro para aplastar a los enemigos y cuando llegan las cutscenes se unen para formar un solo personaje, a diferencia de la entrega original en la que nuestro amiguito solo desaparecía. Definitivamente Knack es para compartir y está pensado para que los padres disfruten con sus hijos, sin la maldición de ser “el enanito de metal” durante las doce horas de juego.

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¿Sale con fritas?

La pregunta del millón es: ¿lo pedimos? Si hay chicos en casa, definitivamente si. Es un fichín con pocas variantes, pero relativamente sencillo, pese a tener distintos niveles de dificultad. No hay situaciones imposibles. Todos los obstáculos y puzzles son fáciles de resolver. Esto evita la frustración de los más chicos y garantiza horas de entretenimiento en familia. Si nos perdemos, nos va a tirar una pista y tarde o temprano vamos a poder avanzar.
Si no hay chicos, es otra historia. Probablemente nos peguemos un embole épico, nos durmamos arriba de la mesa y terminemos babeando el control. Pero eso si, se lo regalamos a un sobrino, un ahijado o el hijo de un amigo y vamos a quedar como un duque. Para los chicos, Knack es un plato fuerte.
Un café y la cuenta, por favor. [i]


DESARROLLADO POR: SIE Japan Studio
DISTRIBUIDO POR: Sony Interactive Entertainment
GÉNERO: Plataformas, aventura
DISPONIBLE EN: PS4

CALIFICACIÓN

75%

QUÉ ONDA: El misterioso regreso del heroe menos pensado.
LO BUENO: Mejores gráficas, interesante gameplay cooperativo, buena música y arbol de habilidades.
LO MALO: Se pone repetitivo, lineal y sencillo.

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