Un viaje sin retorno donde todos los caminos conducen a nuestro destino

Hace ya varios meses hicimos un extenso análisis del Early Access de Conan Exiles. Allí mencionamos el potencial que tenía este título en el mundo de los MMORPG y de cómo se perfilaba como algo capaz de involucrarse en un mercado que ya está absorbido por otros juegos que, a pesar del paso de los años, siguen siendo líderes indiscutidos de este género.

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Conan Exiles cambió muy poco desde su Early Access hasta su salida final, por supuesto el juego presentaba algunos inconvenientes en su momento, pero el mayor de estos era esencialmente el problema del latencia. Problema que nosotros (la comunidad latinoamericana) ya no tendremos que sufrir debido a que ahora con la salida final del juego hay servidores dedicados para América Latina. Así es, ahora podremos disfrutar las aventuras con un hermoso ping que no sube de los 76 puntos.

Pero a pesar de todo el tiempo que tuvo para pulir sus problemas, no todo ha sido solucionado. Los servidores no funcionan del todo bien, a veces lograr conectarse a uno de ellos es una proeza no apta para los impacientes. El tiempo de espera se hace eterno y no conforme con eso, los servidores oficiales tienen un límite de 40 personas y muchas veces están llenos y no tenemos más remedio que esperar a que se liberen. Asimismo, es posible crear servidores no oficiales —que tengan contraseñas o no— y jugar con las personas que queramos o imponer ciertas reglas al mundo. Pero si nuestra idea es jugar con las reglas y los mundos oficiales de Funcom, entonces hay que superar las largas esperas.
Sin embargo, una vez que logramos ingresar en un servidor, las cosas se desarrollan de forma bastante fluida. Los escenarios se ven de forma maravillosa y lo que empieza como un desierto que promete ser nuestro fin, no tarda en convertirse en hermosos oasis donde damos nuestros primeros pasos en este inhóspito y salvaje mundo.

Conan Exiles se trata de sobrevivir, se trata de derrotar a la adversidad como nuestro principal enemigo. Estamos clavados en una cruz con la marca de los desterrados, y desde nuestra oportuna liberación a manos de un desconocido, comenzaremos a combatir contra el clima.
Hay un pequeño tutorial que consiste en una serie de misiones que nos enseñan a alimentarnos, a beber, a encontrar refugio, a desenvolvernos en este lugar en el que ahora debemos labrarnos un nombre y desarrollar las habilidades que nos permitan avanzar. En Conan Exiles todo se trata de fabricar. Apenas comenzando con una serie mínima de recetas para construirnos algunos atavíos y armas rudimentarias con las que defendernos, debemos recoger los múltiples recursos que hay por el mapa, desde piedras, ramas y hasta fibras de planta con las que fabricaremos hilo. También podemos edificar nuestra morada, pero encontrar el lugar ideal es complicado: los enemigos abundan y a los nativos de la tierra nos les gusta que invadamos sus territorios.

Lo más entretenido de Conan Exiles es que no hay caminos a seguir, se trata de libertad, se trata de dejarnos llevar por este misterioso mundo y simplemente seguir nuestro instinto. “Iré hasta esa colina que está allí, quizás de esa forma pueda ver mejor lo que hay alrededor y decidir a donde iré”. “Allí hay una extraña cueva, quizás encuentre algo útil que me sirva para sobrevivir”. “Voy a intentar alejarme lo más posible de aquí a ver a donde llego, pero debo tener cuidado, si me quedo sin provisiones podría morir a mitad de camino”. Todas estas son cosas que pasan por nuestra cabeza. No estamos contenidos de ninguna manera en Conan Exiles, no hay nadie que nos diga lo que debamos hacer o cómo hacerlo, sólo nos dan las herramientas mínimas para estar allí para que tomemos las decisiones que creamos más pertinentes.

Esta metodología también se aplica al tipo de personaje que haremos. Aquí no elegimos Guerrero, Mago o Cazador. Aquí obtenemos experiencia y damos puntos a las habilidades que nos parecen más esenciales o más importantes según el momento en que nos encontramos. Esta sensación de libertad, de no ataduras, de caminos no preestablecidos, es lo que hace a Conan Exiles, una experiencia tan satisfactoria. Y más aún considerando que una vez que adquirimos el fichín, no hay mensualidades ni nada por lo que pagar para tener una aventura más enriquecedora. Sin embargo, sí se ira sumando contenido con DLCs que se deberán comprar en orden de acceder a las nuevas áreas
En conclusión y tomando en cuenta lo que se dijo en nuestro análisis previo (que pueden encontrar acá: tiki), Conan Exiles es un juego ideal para quienes estén hambrientos por descubrir un mundo desconocido y salvaje. Quienes queramos vivir aventuras de verdad, sin saber que habrá detrás de la próxima esquina. [i]

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DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Funcom
GÉNERO: Aventuras, supervivencia
DISPONIBLE EN: Windows, PS4, XONE

CALIFICACIÓN

80%

QUÉ ONDA: Un MMORPG sin reglas, una auténtica aventura en un mundo maravilloso.
LO BUENO: La sensación de desnudez, de que somos dueños de nuestro propio destino y que no hay caminos fijos a seguir. Solo se trata de descubrir.
LO MALO: Tiempos de carga algo eternos, servidores con limites bajo de jugadores.

 

¡Atención, micos! Si les despertó la curiosidad, pueden comprar este fichín en la Humble Store a un precio súper conveniente haciendo [TIKI] acá.