Anuncio, trailer, launch. Pim pam pum, todo de una. Estamos acostumbrados al humo que larga durante meses, sino años, el tren del hype. Los maleducados de Respawn, en un irreverente acto, se desentienden de esta tendencia y, haciendo honor a su nombre, respawnean con este Apex Legends. Un battle royale para sesenta jugadores por partida, con escuadrones de hasta tres personas, que podemos jugar gratarola. Sí, GRATIS.
Por supuesto, estuvimos probando este fichín y nos va dejando una linda sensación. Primero que nada, se lo ve bastante pulido. Esto no es un early access, no es una beta, no están viendo “qué onda” mientras nos usan de beta tester. Obvio que hay cosas para ajustar y optimizar, pero podemos hablar de un gran lanzamiento sin grandes problemas.
Claro, cada tanto existe alguna “patadita” de la conexión, en especial durante el matchmaking, ya que en contadísimas ocasiones nos pateó en medio de una partida. Para un lanzamiento gratuito y con la bestialidad de —según Zampella, CEO de Respawn— casi un millón de jugadores en menos de ocho horas, nos parece casi un hito histórico. ¿Cuántos juegos de pago y recontrapago, con meses de preparación y campaña publicitaria pueden decir lo mismo?
Dicho sea de paso, rompió Twitch estableciéndose líder en pico de audiencia, superando por amplio margen a Fortnite, League of Legends y DOTA 2. Por otra parte, el actual líder del género, Fortnite, tuvo que esperar casi un año para lograr cifras similares. Y el rey destronado, PUBG, remó durante meses para lograr la mitad.
I’m so overwhelmed right now, @PlayApex broke a million unique players in under 8 hours. ❤️❤️❤️
Thank you so much for showing up and being part of this with @Respawn you are amazing!! pic.twitter.com/lvNgfwwKhl
— Vince Zampella (@VinceZampella) 5 de febrero de 2019
¿Cuáles son las claves? Muchos amamos a Respawn y lo consideramos garantía de buen juego. Titanfall 2 tuvo excelente campaña y un gran multijugador, que todo el mundo dejó de jugar enseguida. Al día de hoy, somos muchos los que seguimos pensando que hubo “fuego amigo” por parte de EA… no nos hagan seguir hablando del tema, porque nos hace daño.
Por otra parte, como ya dijimos, está pulidísimo. Tiene cosas muy interesantes, como la posibilidad de elegir héroes con distintas habilidades al comienzo de la partida. Comparte el mismo universo que Titanfall e incluso con la ausencia de corridas por paredes y dobles saltos, su jugabilidad es muy similar. Otra particularidad es la mecánica que se habilita al morir un compañero. Por supuesto, gatearán unos segundos esperando ser rescatados, como suele ocurrir en el resto de los battle royale. Pero, en caso de agotarse el tiempo, morir no es definitivo. Podemos tomar de su “cofre mortuorio” su bandera, dirigirnos a algún punto de respawn del mapa y devolverlo a la partida.
Además, estéticamente está muy logrado, es accesible y nos trata de facilitar todo. La información visual al lootear, equipar armas y mods es ágil, clara y simplifica el proceso. El clásico lanzamiento sobre el mapa tiene un sistema de seguimiento al “líder de salto”, que hace que coordinar sea una pavada. Y lo mejor de todo, un sistema de comunicación no verbal en el que podemos usar un sólo botón para comunicar todo, desde la posición de un enemigo hasta que nos hace falta una mira.
Su lanzamiento es en simultáneo con PC por medio de Origin (pudiendo sincronizar la lista de contactos de Steam), Xbox One y PS4. Si aún no lo hicieron, necesitan probarlo. Tiene un ritmo que se acerca mucho a lo visto en el Blackout de Call of Duty, pero con una clarísima personalidad propia. ¿El nuevo rey? Veremos cuánto logra engancharnos y de qué manera, porque a pesar de que cuenta con una cantidad absurda de skins, diálogos y mil pavadas más para desbloquear —tranquilos, todo estético, nada de pay to win— no todos caemos en ese vicio. [i]