Trials Rising [REVIEW]

Mucho más que dos

Hace 19 años debutaba el desarrollador finlandés RedLynx —en ese entonces se llamaba Punainen Ilves Laboratoriot Oy— con un juego en java que corría en Internet Explorer y Netscape, basado en la disciplina trial de motociclismo, llamado… Trials. Casi dos décadas después, entre aquel iniciático fichín y Trials Rising hay un mundo de diferencias, sin embargo la adicción por los saltos increíbles y los golpes más terribles sigue ahí, latente como en el primer día.

Trials Rising, última entrega de la saga patrocinada por Ubisoft desde Trials Evolution (2012) y Trials Fusion (2014), es una gran mejora con respecto a los 2 últimos. Las mecánicas siguen siendo las mismas: controlamos el acelerador y freno de la moto con los gatillos y la posición —adelante y atrás— del conductor con el stick izquierdo del gamepad. Al principio parece fácil y lo es, realmente. Los primeros trazados son casi un paseo de principio a fin. ¡Aprovechen para disfrutar de los bellos paisajes, porque después les va a ser imposible!

Las distintas competencias se despliegan sobre un gran mapamundi, cada una con detalles de la región a la que pertenece, como las pirámides de la Necrópolis de Guiza, la torre Eiffel, estudios de cine de Hollywood o la Gran Muralla China, entre otros. Son carreras individuales, en las que además de ganar medallas por tiempo, incorporan como novedad los llamados “contratos” que nos dan bonus —¿alguien dijo loot boxes?— al cumplir ciertos objetivos como vencer a un determinado rival, dar una cantidad de volteretas hacia adelante y/o atrás, no caerse más de n veces, etc. con todas las combinaciones que se les ocurran.

Cada vez más difícil

Al aumentar de nivel, se habilitan los estadios finales con series de 3 eventos consecutivos por eliminación directa. Completarlos es indispensable para pasar de liga. Y acá tenemos el primer gran escollo. Como bien dijimos, al comienzo el juego es fácil, pero llegado al 50% de la progresión la cosa se pone peliaguda. Si bien las pistas de nivel medio siguen siendo accesibles, no lo son así los objetivos impuestos para ganar la experiencia requerida para desbloquear nuevos trazados.

Entonces el avance en Trials Rising se vuelve lento y tortuoso. Nos vamos a encontrar repitiendo infinitas veces un nivel para lograr superarlo y obtener la recompensa necesaria. Les recomendamos encarecidamente que practiquen con vehemencia las técnicas de aceleración, saltos y aterrizajes en la Universidad —nada de jardín de infantes, primaria, secundaria, ni terciario— Trials. Controlar con delicadeza ambos índices y el pulgar izquierdo es una condición indispensable para cruzar la meta final.

Entre las novedades cabe destacar la moto tándem —habilitada en casi todas las pistas— donde dos micos armados de sendos gamepads deben coordinar los movimientos y el acelerador. Lo probamos con ¿humanos? que nunca antes habían jugado un Trials y los resultados fueron gritos y carcajadas a más no poder, a las tres de la mañana, para desesperación de los vecinos. ¡Éxito total! [i]

En los anales del siglo XX

Buscando información para el review encontré que la serie Trials es, de alguna manera, similar a Kikstart 2 (Mastertronic, 1987) lanzado para Commodore 64, entre otras home computers. Miro un video del gameplay y mi corazón empieza a latir fuerte: siento como mariposas en el estómago. ¡Si habré pasado horas y horas intentando dominarlo, sólo y con amigos! ¡Lo tenía completamente olvidado!

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DESARROLLADO POR: RedLynx, Ubisoft Kiev
DISTRIBUIDO POR: Ubisoft
GÉNERO: Conducción de riesgo
PLATAFORMAS: Windows, PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Última entrega de la saga de los saltos imposibles y los quiebres de cadera, para disfrutar y sufrir en partes iguales.
LO BUENO: Hermosos gráficos, explosiones por doquier y nueva moto tándem, contratos, universidad y desafíos.
LO MALO: Cajas de equipo con pegatinas y algunas otras chucherías. Curva de aprendizaje, como algunas rampas, muy empinada.

Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.