Si no está roto…
En agosto del 2018, una joya del género plataformero con fuertes raíces en Castlevania y Ninja Gaiden aterrizaba en Nintendo Switch, presentando un gameplay que, a pesar de estar muy influenciado por dichos títulos, terminaba siendo muy único y particular.
Morton, con su característica elocuencia, nos contó en su nota qué tal estaba The Messenger y todo lo que tenía para ofrecer. Si todavía no la leyeron, aprovechen ahora antes de que esta eche por la borda las sorpresas que su reseña tiene para ofrecer.
¿Ya la leyeron? Bien, entonces ahora podemos hablar sin miedo a spoilers. Igual somos copados y vamos a repasar un poco de qué se trata The Messenger antes de pasar de lleno a hablar de este port para PS4.
Nosotros controlamos a un Ninja en entrenamiento, quien vive en una villa de Ninjas creyentes en una profecía. La misma predice la llegada de un héroe que librará al mundo de los demonios que se apoderaron de él. Nuestro personaje desborda personalidad desde un principio, haciendo comentarios ácidos acerca de las creencias de sus compañeros y quejándose por tener que sentarse durante horas a escuchar acerca de la profecía, perdiendo tiempo valioso de entrenamiento.
En una de esas ocasiones, en plena lección de historia, los demonios atacan la aldea y el único superviviente es nuestro ninja, quien es rescatado por el héroe de las leyendas. En ese momento, su salvador le encomienda la misión de llevar un papiro con un importantísimo mensaje a la montaña más alta. Y es ahí donde el juego comienza.
Si bien ya Morton nos contó en su reseña lo variado y único del gameplay, vamos a darle una repasada en caso de que no esté muy fresca la información. Nuestro personaje se controla como un sueño (o al menos eso sentimos en un principio, ya sabrán por qué decimos esto) tanto al moverse horizontalmente como al saltar, ya que tenemos completo control de este movimiento, lo que nos permite calcular las caídas de forma muy precisa.
Además de contar con un ataque de ninjato muy veloz que nos permitirá diezmar el ejército enemigo, iremos comprando diversas habilidades que nos ayudarán a sacarle el juego al 100% a este nostálgico plataformero.
Una de las principales habilidades con las que contaremos es la de cloudstepping, la cual nos permite hacer un doble salto luego de haber impactado con un ataque aéreo. Esta mecánica la usaremos durante todo el juego y será crucial para alcanzar lugares secretos o avanzar con la historia.
A su vez también podremos lanzar shurikens, usar un gancho extensible para realizar saltos casi imposibles y flotar con una mejora de nuestro traje. Más de una vez nos encontraremos en situaciones donde deberemos usar todos estos artilugios, o una buena combinación de ambos, a la vez, por lo que un control preciso es más que imprescindible.
Acá es donde retomamos el punto acerca del control el cual, si bien es bastante preciso para un plataformero, se siente resbaladizo e inseguro en los momentos donde más precisión necesitamos.
Por ejemplo, nos encontraremos con situaciones donde tendremos que hacer un doble salto, usar el gancho, caer en una plataforma muy pequeña, saltar, flotar, atacar y volver a usar el doble salto para terminar afianzados a una pared utilizando el gancho. Al ser tan específicos los movimientos que tenemos que hacer, la más mínima demora en respuesta del control termina con una inevitable muerte y un gran nivel de frustración.
De igual modo, el control es muy fluido y responde en la mayoría de las ocasiones. Además, el juego es desafiante pero no imposible, lo que hace que el 90% del tiempo la estemos pasando más bien que mal.
Dejando lo poco malo que The Messenger tiene para ofrecer de lado, lo bueno desborda por todos lados. No sólo nos encontramos ante un plataformero ultra disfrutable que demuestra que este género está más vivo que nunca, sino también ante un semi mundo abierto en 2D que se despliega ante nosotros en forma de trama. En un momento llegamos al clímax de la historia donde nuestro Ninja se enfrenta a un importante General de los demonios.
Todo parece indicar que el juego está terminando, pero más alejados de la verdad no podríamos estar. Al concluir con esa batalla se nos revelarán varios secretos (que preferimos no arruinárselos) y el juego cambiará completamente. Un nuevo estilo de gameplay más exploratorio se apoderará de The Messenger con la nueva mecánica de viajar al futuro y transformar al juego de 8 bits a 16 bits. Esto no sólo afecta los gráficos y la música, sino también el gameplay, ya que al cambiar de linea temporal podemos acceder a nuevos caminos antes imposibles de alcanzar.
Si bien la segunda mitad puede resultar tediosa por momentos por la cantidad de backtracking que hay que hacer para cumplir las nuevas misiones, el verdadero clímax del juego hace que todo valga la pena. Si bien el desenlace per se puede que no deje contentos a todos, los últimos niveles son excelentes y nos dejan más que contentos con el resultado.
Con respecto a las versiones de Nintendo Switch y PC, no existen mayores cambios: en primera instancia esta versión permite Remote Play con PC y PS Vita y en ambos casos el juego corre como una seda. Asimismo, no presenta frame drop ni nada por el estilo, es una presentación digna para un juego lleno de adrenalina como este.
En el apartado de opciones, podremos cambiar el volumen de la música y los efectos de sonido de forma individual. Además, cuenta con soporte a sonido surround, además de una larga lista de trofeos y un codiciado (y complicadísimo) platino.
Aunque no cuente con portabilidad como la versión de Nintendo Switch o soporte 4K como la versión de PC Windows, The Messenger en PS4 sigue siendo un excelente juego y una gran opción a la hora de disfrutarlo. Sea cual fuere la plataforma que elijan, elijan jugarlo, no se van a arrepentir [i].
DESARROLLADO POR: Sabotage
DISTRIBUIDO POR: Devolver Digital
GÉNERO: Acción, Plataformas
DISPONIBLE EN: Playstation 4, PC, Nintendo Switch
Este análisis fue realizado a través de un código de Playstation 4 provisto por sus desarrolladores.

Rodrigo Nicolás Scarlata, alias Capitán, creció queriendo ser escritor. Estudió letras en la UBA y no aprendió nada. Este flamante seguidor de Hokuto no Ken, Berserk y jojo Bizarre Adventure ama los videojuegos casi tanto como a sus gatos.