Una resaca que dura mil años
Empinar el codo hasta el cansancio en día de semana trae sus consecuencias, pero les aseguro que nadie tuvo en su vida una peor resaca que la del pobre Tondbert en esta hilarante aventura gráfica llamada Guard Duty. Al despertar sin acordarse mucho de la noche anterior y con su cabeza latiendo como parlante reproduciendo reggaetón, este pobre Guardia Real descubre que la princesa a la cual debía cuidar fue secuestrada. Lo que es aún peor, todo apunta a que el buen Tondbert es el responsable de que esto suceda. Con la ayuda de su limitado intelecto, su buen corazón y un gran puñado de pura suerte ciega, nuestro querido guardia tratará de descubrir qué sucedió la noche anterior.
Sick Chicken Studios está compuesto por sólo dos integrantes, quienes con mucho esfuerzo y amor lograron recaudar el monto necesario para darle vida a una idea llena de homenajes y apreciación por la época dorada de las aventuras gráficas.
Lamentablemente Guard Duty peca de algo que muchos trabajos hechos por amor y con necesidad de homenajear cierto género cometen: no saber cuándo es suficiente. Las referencias a otros videojuegos y, por sobre todo, a otras aventuras gráficas icónicas, rebalsan por todos lados. Esto es un problema cuando la constante rotura de la cuarta pared interfiere en la trama y nos saca de un empujón del mundo que Sick Chicken Studios trabajó tan duro para crear.
Por otro lado, el humor general, el mundo y, principalmente, nuestro querido Tondbert, tienen la suficiente personalidad como para mantener a este título a flote, dejándonos al final con un sabor levemente agrio, pero mayormente dulce.
Una aventura gráfica como las de antes
En el apartado Gameplay no encontramos mucho que diferencie a Guard Duty de muchos otros títulos de Sierra o LucasArts (como suele suceder en las aventuras gráficas actuales de estudios chicos). Contamos con un inventario y con comandos contextuales que cambian dependiendo la interacción inventario/escenario que seleccionamos. Los puzzles, más allá de que son muy graciosos y ayudan a desarrollar al queridísimo Tondbert como personaje, son simples y bastante directos. Si por momentos nos encontramos trabados con uno, el problema es que seguramente no pasamos el mouse por todos los rincones de cada escenario y algo se nos pasó de largo.
En ningún momento un puzzle nos hizo repensar las cosas más de una vez y eso empeora aun más cuando la historia progresa: Un poco después de la mitad del juego, hacemos un salto temporal de 1000 años que nos pone en la piel de Starborn, un agente de la rebelión que se interpone en el camino del tirano Shoggoroth y su búsqueda por la dominación mundial y la extinción de la raza humana.
Esta sección es un claro homenaje a Metal Gear por las secciones de Stealth, las conversaciones por radio y la caracterización de Starborn, quien habla y actúa de una forma MUY similar a nuestro querido Snake.
El problema es que el margen de error con los puzzles y la progresión se reducen casi a un 0%, ya que todo es muy contextual y, lo que sea que adhiramos al inventario, lo usamos en segundos. Además, las secciones de stealth no tienen penalización, si cometemos un error Starborn se esconde automáticamente y el puzzle se resetea, permitiéndonos volver a intentarlo hasta que nos salga y sin ningún tipo de consecuencia.
Guard Duty es graciosísimo, pero elitista
En esta parte del juego el humor puede llegar a ser muy elitista, ya que requiere conocimiento en muchos títulos diferentes para disfrutar de cada chiste y referencia. Dicho esto, cuando las entendemos todas es increíble la cantidad de risas que ofrece.
Si bien la dificultad de Guard Duty (o la falta de la misma) puede llegar a ser molesta o algo negativo para muchos, también puede ser todo lo contrario para otros. Esto se debe a que se termina transformando en una experiencia que te deja disfrutar de la historia casi sin interrupciones, la cual es muy simpática y, tanto Torndbert como Starborn, son un deleite. Lamentablemente, el resto del cast palidece en comparación.
La gran mayoría de los personajes secundarios carecen de personalidad y terminan poniendo demasiado peso en los hombros de los principales, lo que en consecuencia hace que a veces nos cansemos un poco de su humor recurrente. Por suerte nunca pasa del todo y Guard Duty termina siendo, en rasgos generales, una aventura corta y fácil, pero llena de encanto y risas.
Guard Duty no trae nada nuevo al plato de las aventuras gráficas, pero está condimentado de una manera que si bien el sabor que nos deja en el paladar es conocido, es a su vez único e inolvidable. [i]
DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Sick Chicken Studios
GÉNERO: Aventura Gráfica
DISPONIBLE EN: Windows, Mac
LANZAMIENTO: 2 de mayo de 2019
QUÉ ONDA: Guard Duty es una aventura gráfica que sirve para rascar esa picazón de nostalgia y humor que a todos los 90’s kids nos agarra de vez en cuando.
LO BUENO: El humor, el acabado gráfico y, por supuesto, Tondbert.
LO MALO: Puzzles muy simples, personajes secundarios completamente olvidables, demasiadas referencias a otros títulos que opacan un poco el desarrollo del mundo de Guard Duty.
Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

Rodrigo Nicolás Scarlata, alias Capitán, creció queriendo ser escritor. Estudió letras en la UBA y no aprendió nada. Este flamante seguidor de Hokuto no Ken, Berserk y jojo Bizarre Adventure ama los videojuegos casi tanto como a sus gatos.
- CALIFICACIÓN75%