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Rage 2 [REVIEW]

No sé si “furia”… pero sí un poco de bronca

Todos esperábamos que Rage 2 redimiera algunas flojeras pasadas. Entre ellas, recordarán una narrativa vaga, con un final casi lamentable. Donde, más que “cliffhanger”, los filósofos y académicos del gaming coinciden en llamarlo “corta polvo”.

Otro punto donde esperábamos ver una mejora era en el mundo abierto. La primera parte se sentía limitada y nuestras acciones carecían de impacto. Una sensación distinta a la idea que nos había vendido la campaña de promoción y, por ello, casi una decepción.

Cuando supimos que en Rage 2 estaba trabajando el estudio responsable de Mad Max, de la emoción tiramos dos cañitas voladoras imaginarias (pero hicimos el ruido con la boca y todo). Nada podía fallar, ¿no?

Rage 2: la historia hasta ahora.

En el año 2036, la comunidad científica descubre un gigantesco asteroide que impactará la Tierra, dejando un terrible despelote. Pero terrible de verdad, de proporciones apocalípticas. De esta forma, como Bruce Willis ya estaba muerto y no podían enviarlo a minar la roca cósmica, optan por otra solución para la supervivencia: las Arcas.

Como podrán suponer, nombraron empleado del año al que se le ocurrió el nombre. Éstas, no son otra cosa que unas estructuras construidas de manera de poder enterrarse en la superficie del planeta. Dentro, posee cámaras criogénicas para salvaguardar a aquellos elegidos para refundar la humanidad una vez que pase el peligro.

Por supuesto, todo se complica. Una facción fascista y autoritaria conocida como La Autoridad —la inventiva a la hora de poner nombres no se detiene— emerge antes y se hace del control de la sociedad. Nuestro periplo en el primer Rage tuvo que ver con forzar el despertar del resto de las arcas, formar un ejército y así enfrentar esa amenaza a la libertad.

Y ahora, algo distinto. Quizás.

En Rage 2 La Autoridad regresa y descarga sobre nosotros un gran ataque, a una escala bestial y desmedida. En medio de esto, de manera cuestionable, nos hacemos —se la afanamos a un cadáver— de una armadura de élite y nos ascienden al rango de Ranger. Así nomás.

No queda ninguna duda que, junto con el rango, nos endosan el bardo de vengar los muertos y destruir a La Autoridad. En específico, debemos desbaratar un proyecto tecnológico que haría imparable a su maniático líder. Existen tres expertos capaces de ayudarnos, pero primero tendremos que ayudarlos nosotros. Y acá tenemos el primer problema.

Rage 2 mete la pata, en un balde de embole y apatía, con dos aspectos fundamentales: narrativa y diseño de actividades. Si enumeramos las diferentes tareas ofrecidas, la cantidad sonará a festín.

Pero, claro, es un festín donde todas las opciones son variantes de gelatina. La repetición eleva el tedio a niveles alarmantes. Es el excelente gunplay y jugabilidad lo que salva a Rage 2 de ahogarse.

Es que, excepto por algún intento de puzzle o desbloqueo de habilidades, no hay más que repetir tiroteos frenéticos una y otra vez. Sí, existen variantes de enemigos y locaciones, no alcanza para evitar que la diversidad se recienta.

Por otra parte, casi no existen líneas argumentales que unan, de manera orgánica, la narrativa y las actividades. Llegamos a sospechar que nuestros aliados nos están haciendo una joda con los encargos. En consecuencia, el yermo es un lugar cuya exploración no despierta interés.

Entonces, ¿Rage 2 es malo?

Para nada. Como habíamos anticipado, el gunplay sale al rescate. Se nota el sabio aporte de id Software, quién se involucró en la supervisión del proyecto.

Y es que, disparar cada arma, implica una sensación impecable, como también el daño que produce en personajes y entorno. Casi todo lo que nos rodea es una invitación a decapitar, romper o explotar. Por supuesto, acompañado de manera soberbia en imagen y sonido.

Además, por el lado de la progresión, las posibilidades se expanden manera estupenda: funciones del traje, armas, accesorios o habilidades del protagonista. Y todo ello se pone al servicio de la creatividad. Disparos alternativos, poderes tales como modo Bersek, empujones cinéticos, saltos gravitatorios o potentes daños de área, su combinación nos vuelve un coreógrafo y artista de la violencia.

Claro está, no puede faltar la conducción de vehículos. Si bien las físicas se nos hicieron algo raras, incómodas, no es lo peor. Lo que más nos rompió la paciencia es que, luego de un grado de libertad que roza el abandono, nos obligan a dejar nuestros transportes en situaciones que se sienten forzadas. Para rematarla volvemos al problema principal: el mapa y sus actividades no nos tientan a explorar más de lo necesario.

Rage 2 me da rage.

Esta secuela pasa a engrosar una larga lista de juegos muy bien ejecutados desde lo técnico, donde luego no han sabido darle alma o esencia. Es lamentable, pero cada vez vemos más y no hace ni falta mencionarlos. La falta de tino para equilibrar sensación de libertad con una conducción narrativa se está cobrando más víctimas de las que uno quisiera. No sólo porque la historia no es interesante y vuelve a decepcionar. Sino porque tampoco han sabido crear situaciones, actividades o mecánicas que sigan bien paradas luego de cinco horas de juego. Con suerte.

rage 2 chobi

Si bien existen un par de detalles técnicos cuestionables, insistimos: el gunplay y su combinación con la diversidad de poderes y habilidades salvan al juego del fiasco.

Aún así, esperábamos otra cosa. La promoción previa vendió una propuesta más loca, más pintoresca. Casi con olor a Borderlands. No sólo no es así, sino que ya no sabemos muy bien cual es la verdadera personalidad de Rage 2. Suponíamos que esta vez la apuesta era mantener el buen shooter, con un mejor mundo abierto y una historia interesante. En lugar de eso, dos de tres apartados tienen una condición tan post apocalíptica como su ambientación. [i]


DESARROLLADO POR: Avalanche Studios
DISTRIBUIDO POR: Koch Media
GÉNERO: Shooter, Mundo abierto
DISPONIBLE EN: PS4, Xbox One, PC

QUÉ ONDA: Un shooter de mundo abierto con ambientación post apocalíptica.
LO BUENO: Por lejos, el gunplay, las armas se sienten excelentes. La combinación que podemos efectuar entre armamento y habilidades para acabar con los enemigos. Las variantes de progresión de personaje. La mayoría de los efectos gráficos y de sonido.
LO MALO: Mundo abierto poco atractivo. Actividades repetitivas, sin inspiración. Narrativa floja, aislada de la jugabilidad y actividades.

Este análisis fue realizado a través de un código de PS4 provisto por sus desarrolladores.

 

  • CALIFICACIÓN65%
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