Rápido y furryoso
La mayor decepción siempre deviene de aquello que pudo ser, más que del resultado. Team Sonic Racing, la nueva entrega de la franquicia de Sonic lo vuelve a poner al volante, junto con todos sus amigos, en un fichín de karting que no logra ser ni chicha ni limonada… sólo un vasito de agua mineral.
Un poco de historia
Es difícil vivir a la sombra de Mario Kart, la saga que popularizó los kart racings y los sigue definiendo. Sin embargo, SEGA tiene todo el derecho de seguir iterando sobre el género que supo inventar, allá en 1988 con su juego de arcade llamado Power Drift.
Durante los años que siguieron, todos aquellos que se sumergen en este tipo de fichines toman prestado un elemento del anterior y añaden otro, ya sea desde los sistemas de combate hasta la personalización de los coches.
Sonic puso su primer pie en el género allá en 1994 con Sonic Drift para Game Gear, dos años después que el fontanero de Nintendo. Una secuela se hizo presente al año siguiente, pero en 1997 el elenco decidió abandonar los coches y continuar a pie. Así nació Sonic R para Sega Saturn, que no fue el éxito que se esperaba, pero nos dejó memes siniestros y canciones pegadizas que aún tarareamos (caaan you feel the suuuunshineeee).
Como a pata se les quemaron los piecitos, Sonic y su grupo se tomaron un descanso de las carreras que duró casi una década, volviendo a competir en 2006 con dos sagas: Sonic Rivals, que duró dos entregas y fue exclusiva de PSP; y Sonic Riders, que tuvo tres iteraciones pero que, esta vez, incorporó aerotablas.
Habiéndose despegado del piso de una vez, finalmente volvieron a los automóviles en el 2010 con Sonic & Sega All-Stars Racing, fuertemente influenciados por el camino que la saga de Mario Kart había tomado a esta altura. Como gracia, supo incorporar personajes invitados como Aiai de Super Monkey Ball e incluso Banjo y Kazooie (sí, antes que el Smash).
El plomero nipón contraatacó al siguiente año con Mario Kart 7, una nueva entrega para 3DS que incorporó un ala delta en los vehículos para superar segmentos aéreos y la posibilidad de atravesar partes subacuáticas.
¡Sonic no iba a ser menos! Así que en 2012 apareció Sonic & All-Stars Racing Transformed, similar a la entrega anterior pero con notorias mejoras gráficas. La novedad es que podíamos transformar nuestros vehículos en aviones o botes, dependiendo que requiera cada segmento del circuito. Esta entrega, que también trajo nuevos invitados, recibió un inesperado éxito, siendo celebrada incluso por “nintenderos” en todo el mundo.
Desde entonces, estuvimos esperando una continuación, hasta que en mayo del año pasado nos enteramos que una nueva entrega se estaba desarrollando, otra vez a cargo de Sumo Digital. Esto nos hizo ilusionar, pero pronto descubrimos que la cosa venía por otro lado.
¿De qué se trata Team Sonic Racing?
Desde el vamos los que conforman el equipo de desarrollo salieron a decir que esta no era una secuela y que iba a tener otro enfoque, y hoy, con el juego en la mano, podemos decir que es cierto.
Si bien puede notarse como Team Sonic Racing bebe de sus antecesores, está claro que perdió el “Transformed” cuando decidió dejar en el camino los vehículos transformables para concentrarse en las cuatro ruedas; y el “All-Stars” para así enfocarse en el universo de Sonic y sus amigos, quienes son los únicos que protagonizan el fichín. Esto permite mayor cantidad de referencias a la franquicia del erizo, tanto en la música como en los escenarios.
La historia del juego se centra alrededor de un extraño personaje llamado Dodon Pa. Este tanuki se le aparece a Sonic y compañía con la intención de celebrar una gran competencia de carreras intergaláctica. De a poco, gran elenco de amigotes y enemigos del héroe azul comienzan a sumarse, incluyendo al mismísimo Dr. Robotnik. En realidad, Dodon Pa tiene otras intenciones ocultas ¿serán malignas?
Lo importante es que el pretexto nos permite recorrer pistas en lugares muy dispares como Planet Wisp (de Sonic Colors), Sandopolis (de los 16 bits), Rooftop Run, Casino Park y otros. Cada mundo tiene, a su vez, tres zonas distintas en las que competir, lo que da un total de 21 pistas disponibles (varias recicladas de la entrega anterior).
El modo Historia está dividido en siete capítulos, que a su vez, se subdividen en niveles. Cada uno presenta un objetivo, desde ganar una carrera en equipo, hasta resolver desafíos de destreza y velocidad en los que tenemos que coleccionar la mayor cantidad de anillos en el menor tiempo posible, o bien juntar puntaje marcando nuestro paso por unos postes especiales.
Al completar objetivos de un nivel, obtenemos estrellas, con las que a su vez desbloqueamos nuevos niveles. Con el progreso, además, vamos a obtener piezas para personalizar los vehículos… luego hablamos de eso.
No hay dos sin tres
La gran novedad del juego es sin duda la mecánica de equipos: al igual que en Sonic Heroes, los personajes se dividen en grupos de tres. Durante la campaña principal esto ya viene predeterminado, pero en los otros modos de juego podemos armar libremente las agrupaciones.
De la mano de este concepto, hay que notar que contamos con tres tipos de automóviles: los de Velocidad, que van rápido pero tienen mala aceleración y defensa; Los de Técnica, que tienen mejor aceleración y los de Poder, que son los más lentos, pero resisten mejor los ataques.
El objetivo de cada equipo es que entre los tres integrantes obtengan las mejores posiciones posibles. La carrera transcurre con normalidad, pero los miembros de un mismo grupo pueden hacer uso de nuevas herramientas. Por ejemplo, pueden pasarse los ítems equipados (o solicitar uno) con tan sólo un botón, o bien rebasar al otro para darse un empujón. El más notorio consiste en seguir el trazo amarillo que nuestros colegas nos dejan, si nos mantenemos sobre el mismo se nos va a dar un bonus de velocidad. Finalmente, tantas acciones de equipo logran cargar la barra de Ultimate, el acelerón definitivo que puede recibir nuestro coche cuando lo activamos. También nos volvemos invencibles durante su duración, que es algo breve, aunque podemos extenderla chocando a los enemigos, o bien si la activamos en simultáneo con nuestros compañeros.
Como ven, las mecánicas de equipo son complejas, dando lugar a varias estrategias, y eso es lo que le otorga su gustito peculiar a esta entrega. Lamentablemente, lo especial se acaba ahí.
En todo lo demás, Team Sonic Racing llega con lo justo. Los típicos ítems que esperamos de un fichín de karting acá están representados por los wisps, esos bichitos extraterrestres que aparecieron en el Sonic Colors y si bien nos cayeron simpáticos, los quieren poner hasta en la sopa y hay veces que no funciona. Simplemente vuelven confusa la comunicación de qué hace cada uno ¿es un misil? ¿es una bomba? ¿es un turbo? No hay forma de reconocerlos a simple vista, obligándonos a memorizarlos cuando debería ser algo intuitivo.
Además de los wisps, podemos recolectar anillos, que aumentan el puntaje pero también un gran porcentaje de la velocidad. Si un enemigo nos golpea, van a salir volando pero podemos recuperar algunos.
Modos de juego
Adicionalmente a la campaña principal, contamos con otros modos, pudiendo jugar partidas locales u online. El primero nos permite jugar carreras simples o torneos con hasta tres personas más, ya sea en equipos como en forma individual, a pantalla dividida o en el caso de Switch, también se puede conectar cuatro consolas.
En el segundo modo mencionado, podemos conectarnos con extraños y jugar algunas carreras. En nuestra experiencia, funciona bastante bien. Es posible crear salones privados e invitar a nuestros amigos.
Finalmente, hay que hablar de la personalización de los coches. En el modo Garage podemos cambiar tanto la apariencia como las habilidades de cada corredor. Estos modificadores alteran la velocidad, la aceleración, el turbo, el agarre o la defensa. También están las modificaciones estéticas, como los trabajos de pintura, vinilos y hasta el sonido de la bocina. Finalmente, podemos equiparnos unos power-ups especiales que nos ayudan una sola vez y se gastan.
Conclusión
Mal que nos pese, Team Sonic Racing no alcanza a cubrir las expectativas que era lógico depositar en un juego precedido por tamaña entrega. Las mecánicas nuevas son bienvenidas, aunque nos hubiese gustado verlas aplicadas en una auténtica secuela. Limitarse a los amigotes de Sonic y su mundo es una decisión atrevida, pero no necesariamente acertada. Si iban a ir por ese camino, deberían haber pisado el acelerador a fondo, con mayor cantidad de escenarios, más generaciones representadas y más mimos a los fans (¿Por qué no traer de nuevo a los Babylon Rogues? ¿Dónde están Ray, Fang y Mighty? ¿Los tienen guardados para un DLC que nunca va a salir?).
Como juego de karting, el resultado es mediocre. Hay que reconocerle, eso sí, que la jugabilidad es sólida, el trabajo en equipo es divertido, el apartado visual está bien logrado y la banda sonora es un gran acierto. A pesar de todo esto, a la hora de salir a la pista es inevitable sentir que algo falta.
Si son fans del erizo, Team Sonic Racing es una adición lógica a su biblioteca, pero no corran a comprarlo, ¡pueden esperar a una rebaja! Si son aficionados a los juegos de kart racing, sin duda hay mejores opciones allá afuera. Sin embargo, en cualquier otro escenario, puede resultar una experiencia positiva. Está correcto, pero al final del día se siente que el título carece de personalidad. Sinceramente, no nos enojamos si para la próxima pegan un volantazo de vuelta hacia el camino que ya venían recorriendo. [i]
DESARROLLADO POR: Sumo Digital
DISTRIBUIDO POR: SEGA
GÉNERO: Carreras
DISPONIBLE EN: PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
QUÉ ONDA: Los creadores de Sonic & All-Stars Racing Transformed decidieron enfocarse en el universo de Sonic y al trabajo en equipo para este nuevo fichín de carreras, con resultados dispares.
LO BUENO: La jugabilidad es agradable, mecánica de equipos original, excelente banda sonora, visualmente placentero, modos de juego local y online.
LO MALO: Se extrañan las mecánicas y los invitados del Transformed, varias omisiones en el elenco de Sonic, demasiado reciclaje de pistas anteriores, poca diversidad de escenarios basados en la franquicia, La personalización podría ser más profunda. Puede resultar repetitivo muy rápido.
Este análisis fue realizado a través de un código de PS4 provisto por sus desarrolladores.
Santiago Figueroa, alias Morton, fue durante unos años el Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Ahora es padre y vive en otro continente. Es fan de Sonic. También sabe hacer juegos y pelis. Pueden ver sus locuras en YouTube, o por Twitch, o vigilarlo por Twitter como @aliasmorton.
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