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Far: Lone Sails – Analizamos su versión de Nintendo Switch

FARLoneSails

Navegando en portátil

Así como existen las categorías rpg, aventura y estrategia deberíamos comenzar a usar una nueva: “juegos hermosos”. En la misma línea de obras íntimas y minimalistas —que transmiten mucho con poco, pero muy cuidado— entra Far: Lone Sails ¿La experiencia es aún más intensa y personal en Nintendo Switch?

Ya efectuamos la review de Far: Lone Sails hace un tiempo, la pueden encontrar aquí [tiki]. No tiene demasiado sentido repetir el análisis, nada cambió o se agregó en este port a Nintendo Switch. Aunque, por momentos, no estuvimos tan seguros: el contenido es el mismo, las sensaciones son diferentes.

Y es que el verdadero combustible de Far: Lone Sails son las sensaciones y sentimientos que transmite. El juego trata de un viaje en solitario, a bordo de una especie de barcaza adaptada para funcionar con ruedas. Nuestro periplo se desarrolla en el marco de un páramo solitario, que parece ser un mar seco. El aspecto es desolador, casi post apocalíptico. Somos nosotros y nuestra embarcación, contra el ambiente y el destino.

FAR: LONE SAILS ship

En todo momento, Far: Lone Sails se debate entre la melancolía y la esperanza. Con nada, dice mucho y a veces de manera ambigua. ¿Lo quieren ver como un defecto? Adelante. ¿Desean verlo como una virtud? También los dejamos, faltaba más. Pero el verdadero logro radica en que cada detalle, cada escenario y cada sonido está diseñado de una forma en que no nos es indiferente. Todo lo puesto en escena transmite o ayuda a transmitir alguna sensación o sentimiento que no pasa desapercibido.

Far: Lone Sails, smaller sails

A pesar de la reducción en tamaño, que sufre al jugarlo de manera portátil, en absoluto es en desmedro de su jugabilidad tan particular, a base de plataformas y correteos por el interior del navío. Apenas si tuvimos alguna dificultad en reconocer uno o dos dispositivos de la nave.

FAR: LONE SAILS thunder

Ocurre que mantener las ruedas girando no es un trabajo menor, en absoluto. Tenemos que alternar entre impulso a vela o a motor y, de utilizar este último, estar atentos a los excesos de presión para no terminar con un despelote tremendo.

Por supuesto, cuando algo sale mal, salimos a apagar incendios, reparar artilugios. Además, en todo momento debemos estar atentos a nuestro stock de combustible, como también ocuparnos de mantener el tanque lleno. ¡Un laburazo tremendo hacer andar el cacharro!

FAR: LONE SAILS sing

Todo lo anterior se logra entre mil correteos, saltos, cabezazos y transporte de objetos. Y aquí otra virtud: de a poco y sin una sola palabra o mensaje en pantalla, Far: Lone Sails desarrolla a su manera un tutorial donde, de a poco, nos enseña todo lo que debemos saber.

Por otro lado, jugarlo en modo consola realza su hermosa estética y sus cuidados gráficos. De igual manera, resulta más claro resolver los eventos y obstáculos que sorteamos a puro ingenio, sin tanta necesidad de agudizar la vista para identificar los elementos que componen los puzzles.

FAR: LONE SAILS character

Para ir cerrando, la pregunta del millón: si ya lo jugaron ¿recomendamos re jugarlo? Definitivamente, no. Su escasa duración — no pasa de las tres horas — es uno de los motivos. Y, sin dudas, varias sensaciones no serán lo mismo una vez ya experimentadas. No vale la pena volver a comprarlo, menos en una store que se caracteriza por su “exceso de sal”.

Ahora bien, si no jugaron Far: Lone Sails y Nintendo Switch es su única plataforma de juego — una vez más, tener en cuenta su muy corta duración — lo recomendamos. ¿Qué mejor para una propuesta íntima y nostálgica que jugar abrazando una portátil? [i]


Este análisis de Far: Lone Sails en su versión de Nintendo Switch fue realizado a través de un código provisto por sus desarrolladores.

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