Debes ire citius
Hace poco más de diez años, a Sega le cayó del cielo la licencia de las Olimpiadas 2008 en Beijing. Su primer impulso fue meter a Sonic y su grupo de amigos a competir por las medallas, pero con eso no bastaba: había que darle un gustito especial. De pronto, se les prendió la lamparita: “¿qué tal si lo llamamos a Mario?”. De esa idea surgió el exitoso Mario & Sonic at the Olympic Games cuya sexta entrega, que se anima a incorporar gráficos retro, logra incorporarse en lo más alto del podio.
Dame la media medalla
La verdad es que, para los años 2000, Nintendo y Sega venían hablando de cruzar a Mario y Sonic hace rato, pero los padres de las dos mascotas más populares no encontraban una buena excusa. En el momento en que aparecieron los Juegos Olímpicos como posible contexto, se hizo presente la oportunidad de que su unión represente el espíritu de la sana competencia.
En esencia, todos los juegos de esta saga consisten en un compilado de actividades deportivas (de las que obviamente se practican en las Olimpiadas) en las que podemos participar utilizando personajes del amplio elenco que acompañan tanto al erizo como al fontanero. Cada uno puede tener algún tipo de ventaja que lo hace peculiar en cada actividad, o bien estar balanceados. Podemos jugar con o sin controles de movimiento, solos o acompañados, e incluso competir online en las entregas más recientes.
Cada juego se localiza en la futura edición del evento, saliendo a la venta con varios meses de anticipación. Comenzaron por Beijing 2008, para luego participar de las competencias de invierno en Vancouver 2010, pasearon por Londres 2012, chuparon frío en las de Sochi 2014 y luego tomaron solcito en las de Río 2016. En el caso de Pyeongchang 2018, sin embargo, Ubisoft les birló la licencia del certamen.
Lejos de desanimarse, la división de deportes de Sega aprovechó el descanso para meterle pilas a la edición 2020, y así nos desayunamos con el primer juego de la saga que presenta una campaña hecha y derecha, más un modo retro que nos sorprendió de grata manera.
1964 bits
Como ya es obvio, Mario & Sonic at the Olympic Games Tokyo 2020 se centra en los Juegos Olímpicos prontos a celebrarse en la capital de Japón. En este caso, los deportes en los que podemos participar son más de veinte, incluyendo clásicos como cien metros llanos, arquería, lanzamiento de jabalina y natación, pero también incorporando otros que están por hacer su debut en las Olimpiadas, como skate, surf, karate y hasta escalada.
Pero sucede que en Tokio ya se celebraron los Juegos Olímpicos anteriormente… para ser exactos, en 1964. ¡Los primeros realizados en Asia! Es por eso que, para poder revivir el espíritu de aquel momento histórico, esta entrega incluye deportes “retro”. Estos no sólo usan gráficos en 16 bits, sino que todo el look & feel está logrado para darle ese aire nostálgico, desde lo visual hasta lo sonoro.
Mario & Sonic, amigos de oro
El modo Historia es también una novedad en la saga (aunque ya existiera previamente la idea de misiones). En esta ocasión, tanto Mario como Sonic junto con todos sus amigos se disponen a disfrutar de las Olimpiadas en Tokio cuando Dr. Eggman y Bowser se presentan con un maligno plan diseñado en conjunto: encerrar a los dos héroes en un juego electrónico retro denominado Tokyo ‘64 (en un rapto de originalidad villanesca). Para variar, el engaño sale medianamente mal y ambos pares de enemigos terminan dentro de este aparato.
Ahora es tarea de Luigi y Tails descubrir lo que pasó y cómo sacar a sus amigos de ahí. En el medio, se van a ver involucrados en los distintos deportes olímpicos. Mientras tanto, dentro de Tokyo ‘64, Mario, Bowser, Sonic y Eggman compiten en las disciplinas de aquel año para obtener medallas de oro, las cuales pueden ser el único escape posible.
Ambas narrativas se entrecruzan, pero no esperen escritura de calidad: todo esto no es más que una simple excusa para justificar las diferentes actividades. Lo más interesante es quizás la presencia de minijuegos especiales que se dan en ciertos capítulos, que aprovechan el motor utilizado pero se salen del espíritu deportivo, permitiendo que Mario protagonice su propio juego de sigilo o que Tails se sumerja en el beat’em up.
El pobre y predecible desarrollo de la historia no ayuda a que queramos conocer su desenlace, pero lo que realmente nos tira para atrás es la eternidad que pasa entre diálogo y diálogo. El ritmo para adelantar situaciones es muy lento, lo que vuelve exasperante tener que escuchar lo que los personajes tienen para decir. También se siente desaprovechada la oportunidad histórica de Mario y Sonic involucrados en una misma aventura, teniendo cero relación interpersonal.
¡Pero no todo es malo, eh! La campaña nos lleva por las diversas locaciones de ambos eventos Olímpicos, pudiendo recorrerlos y conocer más de los eventos ya sea charlando con los personajes que nos crucemos como encontrando trofeos que guardan piezas de trivia. Encontrarlos todos es un desafío de exploración que añade rejugabilidad, además de que podemos volver a desafiar a cualquier personaje e incluso desbloquearlos para jugar como ellos en ciertas actividades.
Mario & Sonic, Podio de bolsillo
Más allá del modo Historia, contamos con la posibilidad de jugar todos los deportes, los veintiún normales, los diez de 1964 (entre los que hay judo, tiro, maratón y voley), e incluso tres más del modo “sueño”, que son más bien competencias inventadas como carreras, una galería de tiro e incluso una especie de lucha libre con karate. En total, nos da 34 actividades con mucho esfuerzo puesto encima para diferenciarlas lo más posible.
Por obvias razones esta saga sólo está presente en las consolas de Nintendo, y en este caso tenemos la suerte de que se aloje en la Nintendo Switch, lo que lo convierte en un party game casi de forma instantánea.
Todos los deportes se pueden jugar con apenas un joy-con, y hasta cuatro jugadores pueden participar de los deportes modernos, lo que lo hace ideal para juntadas (una lástima que el modo de Tokyo 1964 no permita más de dos jugadores).
Resultados finales
La saga de Mario & Sonic viene siendo uno de esos éxitos modestos desde su salida, y es fácil entender desde el comienzo qué es lo que recibimos en este tipo de juegos: una pila de minijuegos con caras conocidas a los que no pedirles demasiada profundidad.
Sin embargo, se nota que a estas dos empresas japonesas se les infla el pecho de que su país vuelva a ser sede de las Olimpiadas, porque Mario & Sonic at the Olympic Games Tokyo 2020 pone toda la carne al asador.
Está claro que el recurso de que algunos deportes lleven gráficos de 8/16 bits fue un truco muy inteligente para atraer nostálgicos, pero se agradece, porque estamos ante una gran celebración de los juegos internacionales más famosos, y frente a la que probablemente sea la mejor entrega de toda la serie. [i]
DESARROLLADO POR: Sega
DISTRIBUIDO POR: Sega
GÉNERO: Deportes
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch
QUÉ ONDA: Mario y Sonic se vuelven a cruzar en los Juegos Olímpicos, esta vez en una doble celebración que mezcla deportes modernos con disciplinas en 8 y 16 bits inspiradas en los Juegos de Tokio 1964.
LO BUENO: Buena variedad de deportes, varias disciplinas bien logradas, variedad de personajes, nuevo modo Historia, deportes con gráficos retro, poder jugar con varios esquemas de controles. Jugabilidad online. ¡Incluye carreras, skate y surfing!
LO MALO: El modo Historia es bastante pobre a nivel narrativo y adelantar los diálogos es un suplicio. Los deportes “retro” sólo aceptan hasta dos jugadores. Los controles de algunos deportes son innecesariamente complicados. Algunas disciplinas pueden volverse repetitivas muy rápido.
Este análisis de Mario & Sonic at the Olympic Games Tokyo 2020 fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.
Santiago Figueroa, alias Morton, fue durante unos años el Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Ahora es padre y vive en otro continente. Es fan de Sonic. También sabe hacer juegos y pelis. Pueden ver sus locuras en YouTube, o por Twitch, o vigilarlo por Twitter como @aliasmorton.
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