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The Witcher [SERIE]

Mucho hype, poco Henry Cavill sin ropa

A los autores de esta review les gustaría aclarar que no han leído los libros ni jugado los videojuegos de The Witcher, mas tienen un conocimiento superficial del protagonista de la misma y están familiarizados con otras sagas y mitologías fantásticas. Es decir, somos nerds respetables, y muggles comúnes y corrientes. Y como comentario aparte, le teníamos mucha expectativa a la serie y muchas, muchas ganas de que nos guste. Así como de ver a Henry Cavill desnudo. Pero uno no siempre obtiene lo que desea.

En vista de que esta es una serie especial con un público especial, queremos hacer una aclaración especial: al margen del análisis narrativo y artístico de siempre, también tenemos que tomar en cuenta el contexto en el que esta serie es creada y promocionada: si una productora como Netflix decide hacer The Witcher, difícilmente esté apuntándole únicamente a aquellos que leyeron los libros y/o jugaron los videojuegos, ya que, por más que la comunidad gamer sea grande como sabemos que es, sigue siendo un nicho “pequeño”.

Los actores de The Witcher estuvieron haciendo promociones alrededor del mundo, y hemos visto promos por todos lados publicitando el estreno de la serie, ergo: este era un lanzamiento que pretendía enganchar a medio mundo. Y ni hablar que se la ha comparado directamente con Game of Thrones y Lord of the Rings, otras dos sagas super masivas, esperando traer lo que en la industria se llama built audience.

¿Qué queremos decir con esto? Que, si la serie es para todo el mundo, debe funcionar para todo el mundo, y no solo para aquellos que ya conocen la historia por haberla leído o jugado. Así que lo correcto sería que traten a la serie como una obra en sí misma que cuenta y muestra y narra sus componentes pensando en funcionar por sí sola.

¿Qué sabemos nosotros? Nuestro protagonista es Geralt de Rivia, un witcher (brujo), un mercenario con poderes especiales que anda por ahí cazando monstruos que aquejan a la población a cambio de un saco de monedas. Y aparentemente el destino de Geralt se ve entrelazado con el de la princesa Cirilla, a quien más vale que proteja, caso contrario las cosas se van a poner feas.

Ya que la señalan como la próxima GoT, vamos a hablar de algo que esa serie hizo muy bien: el setup del universo. Hablamos de cuál es el territorio (ese lindo mapa medieval que todas las sagas épicas saben tener), cómo está dividido, quién gobierna en cada reino, cuál es la jerarquía actual, qué reglas tiene ese universo y qué clase de seres vivos existen dentro del mismo. Independientemente de si uno leyó los libros o no, en los primeros capítulos queda todo bien claro, las reglas establecidas para que podamos meternos de lleno en este nuevo universo diegético y ahora sí concentrarnos en la historia que quieren contarnos y los misterios que descubrir. Lord of the Ring también tuvo la cortesía de darnos este primer pantallazo.

Cuando terminamos el primer episodio pasaron dos cosas: nos miramos un rato largo en silencio, dudando sobre lo que habíamos visto (a nuestro parecer el primer episodio es el más flojo y creemos que tiene problemas de montaje o dirección) y además no nos dieron esas ganar de ver ya mismo el segundo episodio. De hecho, no lo hicimos, y eso que teníamos pochoclo helado listo para una maratón. Simplemente no nos enganchó.

The Witcher no tiene la amabilidad de introducirnos al universo de Geralt y por ello en los primeros episodios se nos complica un poco encastrar las piezas del rompecabezas ya que la serie nos tira muchísima información (personajes, lugares, conflictos) pero sin una estructura clara sobre cómo funcionan las cosas, de modo que no sabemos qué hacer con toda la data que tenemos. O peor, se arriesgan a que cada quien suponga cómo es la cosa como pueda.

En este sentido, la serie se salta uno de los principios clásicos de la narrativa: situarnos en el mundo que nos presenta, para que podamos disfrutar de la historia en vez de gastar energía tratando de entender o adivinar qué está sucediendo.

Por otra parte, la serie tiene una narrativa no lineal (saltamos entre presente y pasado), una estructura que combina lo episódico (Geralt en mini-misiones matando monstruos) y lo serial (la historia principal y un arco argumental que atraviesa toda la primer temporada) y aparte de eso, un glosario de personajes (magos y witchers) que no envejecen, por lo que en esos saltos temporales se ven igual. Casi no hay forma de entender en qué momento de la historia estamos, cuanto tiempo pasó y en general terminamos deduciendo saltos o elipsis simplemente por los diálogos.

Gente, las líneas argumentales y los saltos temporales no son un punto en contra: ¡es super interesante! De hecho, sobre el final comienza a alinearse y lo que se ha visto cobra “otro” sentido. Pero cuesta mucho entrar en onda con lo que está pasando porque no está del todo bien estructurado y por ende la trama resulta un poco confusa por momentos. Amén de que para quien no tiene un entendimiento previo de los personajes, las facciones y las relaciones ¡es fastidiosamente confuso! Una cosa es la intención de engañar o sorprender al espectador, pero cuando uno se pasa la mitad del tiempo temiendo que nos hemos estado salteando capítulos, no es tan disfrutable.

Tampoco estamos muy convencidos del tono. A veces The Witcher es muy dramática, violenta y realista, y a veces aparece el bardo con bromas al estilo sitcom o serie de FOX del año 2005 y… se ve algo rari.

¿Cuál es el problema? Para el espectador sin conocimientos previos, las cosas suceden sin desarrollo: de un capítulo a otro los personajes obtienen poderes, forman relaciones, persiguen un objetivo, cambian de locación… ¡pero nosotros nunca lo vemos! De un momento a otro, dos personajes están enamorados y nosotros no tenemos idea de que ha pasado para que lleguemos a eso. Lo cual, muy lamentablemente, genera que muchas escenas que se supone sean emocionantes no lo sean, ya que no hemos tenido el desarrollo suficiente para involucrarnos con los personajes, sus historias y sentimientos.

Geralt, en sus aventuras cazando monstruos, pasa mucho tiempo desconectado de la trama principal, y a medida que pasan los episodios no aprendemos mucho sobre él realmente, ni queda claro qué quiere o adónde va. La princesa Cirilla, mientras tanto, anda por aquí y por allá, siendo “la niña del destino”, pero poco más. Todo esto casi pone en duda si Geralt es el protagonista principal, ya que pasamos muchísimo tiempo con Yennefer, una hechicera, y su origin story. En cierto sentido, el foco está puesto en ella y es quien va empujando la trama.

Entonces, creemos que queda bastante claro que nos ha resultado difícil seguir la serie sin tener los conocimientos previos de los libros / juegos. Pero esto, por supuesto, no quita todas las cosas buenas que tiene.

El universo de The Witcher tiene un montón de cosas muy interesantes: la mitología, las leyes, las distintas razas, los monstruos y los mismísimos witchers por supuesto. Las que se logran plasmar al menos, ya que muchas otras se las nombra al pasar, y no nos queda claro si esto es así con el objetivo de ser sutil e ir desarrollando las cosas de a poco, o que somos nosotros los que se supone ya deberíamos saber cómo funciona todo.

Henry Cavill luchó por obtener el papel de Geralt, ya que conocía el juego y le encantaba el personaje, y se nota: su actuación es muy buena, le pone todo y se divierte con el papel. Quisiéramos haberlo visto más tiempo en pantalla, ya que sus escenas de acción, especialmente las peleas de espadas, son de lo mejor. Es un personaje callado y serio, pero que nos da muchas ganas de descubrir más sobre él. Yennefer (Anya Chalotra) también hace un buen trabajo, teniendo en cuenta que es uno de los personajes con quien más tiempo pasamos, y tiene el arco de crecimiento más marcado de todos.

La calidad de producción es alta y se ve que Netflix ha apostado fuerte. El arte, escenografía, vestuario y efectos especiales son muy buenos. El CGI en los monstruos a veces no es perfecto, pero correcto, y mejor cuando tienen efectos prácticos.

Y si bien es confuso (y mucho), el recurso de las múltiples líneas temporales e historia que lentamente van tomando forma es sin duda satisfactorio.

Como conclusión, estábamos muy emocionados a bordo del hype-train, y la verdad que nos ha costado un poco disfrutar la serie. Cuando, luego de ver los dos primeros capítulos no tuvimos esa sensación de “¡quiero ver otro episodio ya mismo!”, se nos prendió una señal de alarma. Pero no íbamos a aflojar. Henry y su amplio pecho nos llamaban. Al final, con todos los problemas de narrativa que nos encontramos, la serie nos ha parecido… Bien. Se ha sentido más como un prólogo, preparando algo grande por venir, que una primera temporada explosiva. Comparándola con GoT o LotR… consideramos que por ahora se queda corta.

Esperábamos más. Pero quizás ese “más” lo tendrán aquellos que ya conozcan al witcher y su lore. Ya conocemos esa sensación de tener una conexión emocional con un personaje/historia/juego y experimentar el gozo de verlo plasmado en algo así. Lástima entonces que han dejado un poco de lado al resto. [i]

  • CALIFICACIÓN2.5
2.5

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