The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics [REVIEW]

Resistiendo los pifies

El Rey Titiritero, también conocido como Jim Henson, nos dejó demasiado rápido, demasiado joven. Aun así, el genial creador de Los Muppets nos regaló Laberinto, la estupenda peli protagonizada por Dios y la eternamente bella Jennifer Connelly. Previamente a ello, realizó otro film, reflotado en la actualidad y en forma de serie por Netflix. Un show que, dicho sea de paso, nos hace quitar el sombrero y exclamar “¡epa!”. Aprovechando el viento en popa de la franquicia, se lanza The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics y nos toca analizarlo ¿Adivinen que hacemos con el sombrero?… ¡Ey, no sean ordinarios, viejo!

Antes de comenzar, los ubicamos temporalmente: The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics sigue casi al pie de la letra la línea argumental de la serie. En consecuencia, también estamos ante una precuela de los acontecimientos de la peli original.

Aprovechamos para alentarlos a ver tanto el film como la serie. No solo por ser obras de excelente calidad —que disfrutará un amplio abanico de edades— sino también porque, de otra forma, no van a entender un sorongo en el juego.

Y es que el trabajo narrativo es bastante pobre. Más que resumen apurado, parece un machete hecho diez minutos antes de un examen escrito.

Y, encima, nosotros también te lo vamos a contar rapidito

Para sintetizar, The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics cuenta como los Skeksis llegan al mundo de Thra y se apoderan de un objeto mágico llamado “el Cristal de la Verdad”. De esta forma, los sencillos habitantes originarios de este mundo, mayormente poblado por la raza Gelfling, consienten que los Skeksis se conviertan en una suerte de “gobernantes supremos” y colaboran con ellos.

Así se dan las cosas hasta que Rian, un simple Gelfling pero en el lugar y momento incorrecto, es testigo de un hecho siniestro que devela las verdaderas intenciones de sus gobernantes. Los invasores buscan drenar la fuerza vital de los Gelflings para así, mediante una especie de exprimido metafísico, alcanzar la inmortalidad. Descubierto y luego perseguido por los Skeksis, Rian se da al escape, para comenzar a gestar la era de la resistencia.

The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics – ¡Hasta la revolución siempre!

A pesar de que aún no hemos mencionado el género, no hay que ser precisamente un genio para averiguarlo. The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics es, como su nombre lo indica, un juego táctico por turnos, cortado por las tijeras de Final Fantasy Tactics o Banner Saga y no con las usadas con, por ejemplo Xcom.

Es decir, nos concentramos y limitamos a gestionar la progresión del personaje. No hay investigaciones ni procesos de fabricación con los que repartir la atención. A pesar de esta simplificación, tiene niveles muy demandantes, pero sus diferentes ajustes de dificultad lo hacen accesible para todo público.

A medida que el juego avanza siguiendo los carriles definidos por la serie, reclutamos nuevos integrantes. Aquí tenemos una mecánica con mucho de rpg, donde los personajes tienen diferentes y clásicas clases, con sus correspondientes talentos. Incluso, a medida que desarrollamos al recluta, se nos dará la opción de habilitar una clase secundaria (¡hola D&D!) para ampliar las habilidades equipables.

Todo ok en la teoría. ¿Y en la práctica?

En principio, como resultado de estas mecánicas, podemos pensar que el combo de raza y clase brinda una gama de matices más que interesante. Si a ello sumamos que tenemos en espejo un esquema similar para nuestros enemigos, pensar con antelación la composición del escuadrón se vuelve desafiante en si mismo. En teoría…

Lo que ocurre es que existen ciertos roles inamovibles que debemos cubrir. Así, por el propio diseño del árbol de habilidad de cada clase, terminamos con un acotadísimo margen táctico a la hora de pensar el equipo.

Por ejemplo, siempre vamos a necesitar a un explorador que marque blancos para hacer más daño, es impensable salir sin al menos un sanador, ni hablar de un soldador machacador. Así, lo que percibíamos como infinitas combinaciones, se ve cueteada en las rodillas por necesidad de “mantenerlo simple”.

The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics hace honor a la franquicia, no tanto al género

En cuanto a lo gráfico y sonoro, el juego hace un estupendo trabajo capturando la estética y el ambiente. En este sentido, lo más flojo es la vista del mapa y la hoja de personaje. Tienen un diseño llano, tanto que  parece un juego de celular.

Un tema algo molesto es que, en especial en el lanzamiento de hechizos, el juego se queda congelado unos segundos. Si bien no destruye los nervios —solo apretamos un poco la mandíbula— suponemos que se resolverá con un parche.

Sin dudas, la mayor deuda es el balance de clases, ya que tiene otras ideas y mecánicas muy buenas desde lo táctico. En definitiva, es un juego que podemos recomendar, con alguna reserva, tanto a fanáticos del género como de la serie. Con ajustar los niveles de dificultad, cualquiera puede disfrutarlo y tener el nivel adecuado de desafío. [i]

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DESARROLLADO POR: BonusXP
DISTRIBUIDO POR: En Masse Entertainment
GÉNERO: Táctico por turnos
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch, Windows, Xbox One, PS4

QUÉ ONDA: Un táctico por turnos ambientado en el maravilloso mundo creado por Jim Henson, que sigue los sucesos de la reciente serie de Netflix.
LO BUENO: Para el fan, peli o serie, es una caricia al alma. Buenos aciertos en la jugabilidad y mecánicas, como toquetear la iniciativa o complementar habilidades. La ambientación es estupenda, tanto gráfica como sonora.
LO MALO: Algunos bugs molestos para la gente con problemas de ansiedad. Si no vieron la peli o la serie, es probable que no entiendan un corno, ya que la narrativa es bastante floja. Existe un desbalance entre clases y habilidades que acota las posibilidades en la elección del escuadrón, que de otra forma sería muy rica.

Este análisis de The Dark Crystal: Age of Resistance Tactics fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.