Reviews

Thronebreaker: The Witcher Tales, analizamos la versión de Nintendo Switch

El tamaño no importa

CD Projekt Red hace todo tan bien que ya nos hacen enojar, ¿cómo lo logran? Estos tipos son capaces de rizar un rulo ya por completo rizado. Y no sólo lo dejan mejor, es probable que, durante el proceso, inventen algo nuevo. Es el caso de Thronebreaker: The Witcher Tales, juego que ya habíamos analizado para PC. Ahora tenemos el enorme placer de analizar su porteo a Nintendo Switch.

Hace un año publicábamos la review de Thronebreaker: The Witcher Tales, analizado de manera impecable por Renzo en PC, su plataforma de cabecera. Como el juego ya tiene puntaje, me libera del nefasto, pero necesario, sistema numérico de calificación.

Consecuentemente, si bien no vamos a obviar aspectos como su jugabilidad o ambientación, nos vamos a concentrar en contarles qué tal se siente la experiencia en Nintendo Switch y por qué lo deberían tener en ella.

En pocas palabras, les contaremos como CD Projekt Red vuelve a inventar la pólvora y no sólo la hace mejor y más intensa, sino que se las arregla para hacerla comestible, con sabor a chocolate. Y Nintendo Switch es la masa perfecta donde poner esa exquisita cobertura, esta reinvención de géneros llamada Thronebreaker: The Witcher Tales.

♫ Toss a Switch for your witcher, cos he wants Thronebreaker ♫

A ver, ¿quién no ha jugado Witcher 3? Bien, los que levantaron la mano, vendan todas sus plataformas de juego y dedíquense a ver Talk Shows. Y se van ya mismo de esta nota, carajo.

Listo, ahora que hemos eliminado a los indeseables de la manera más fascista posible, pasamos a la siguiente pregunta. ¿Quiénes le han dado bola a Gwent dentro del juego? Aquí, no vamos a ser tan rigurosos, los podemos entender. Witcher 3 es eterno y entretenerse con Gwent puede ser mortal.

Pero no se preocupen, porque Gwent — un juego de cartas estilo TCG (o trading card game, véase “Magic: The Gathering”, entre otros)— enamoró tanto a los fans que tiene su versión stand-alone.

Así es, algo que no debió pasar de un minijuego dentro de un titánico rpg, generó tal fanatismo que se independizó. Como podemos ver, otra vez estos polacos locos no supieron donde parar.

De manera que, si en su momento no le dieron mucha bola, lo pueden bajar como juego aparte y disfrutarlo. Vale la pena y mucho, de hecho pueden aprovechar y pre registrarse en este link [TIKI] para la inminente versión en dispositivos Android. O, tal vez, puedan hacer algo mejor…

¡Querida, agrandé al niño!

En principio, Thronebreaker: The Witcher Tales fue pensado como un pequeño juego de Gwent para un solo jugador. Pero CD Projekt Red, aun cuando se trate de un proyecto de menor ambición, no por ello deja de exprimir su deliciosa genialidad. Así fue como, tras varias demoras, el pequeño proyecto se convirtió en un juegazo, creciendo en cantidad y calidad de contenido.

Aquí, no encarnamos a nuestro querido Geraldito, sino a Meve, soberana de Lyria y Rivia, Reina grosa como pocas. Estamos situados en un punto de la línea temporal previo al primer juego de Witcher donde, entre otros despelotes, Meve enfrenta una invasión nilfgaardiana.

De esta manera, la pobre apenas descansará con la cantidad infernal de misiones principales y secundarias, distribuidas a lo largo de cinco excelentes y extensos mapas.

La ambientación nos resulta por demás familiar a aquellos que hemos leído los libros y jugado anteriores entregas. Pero, en esta oportunidad, tanto entornos como personajes tienen un estilo de dibujo a mano, que combina perfecto para un juego de cartas. Incluso las cinemáticas mantienen esta personalidad, que lejos quedan de parecer duras o estáticas.

Por un lado, mientras recorremos el mapa y vamos recolectando recursos e interactuando con otros personajes, controlamos a Meve en perspectiva isométrica. Durante esta exploración, el acopio de recursos es clave para determinadas acciones, tales como mejorar nuestro campamento o conseguir nuevas tropas (cartas) para optimizar  nuestros enfrentamientos.

Pero, antes de pasar al combate, cabe destacar que durante la exploración e interacción con el entorno, con frecuencia se nos exige tomar decisiones. En consecuencia, ya sea en el corto, mediano o largo plazo, los personajes y el mundo reaccionan a estas elecciones. Desde ponernos “de culo” poblaciones hasta perder personajes importantes de nuestro ejercito (es decir, cartas) por no compartir nuestras decisiones. Incluso hasta modificar el final del juego. Así, que ¿ojito, eh?

Si bien la historia y narrativa de Thronebreaker: The Witcher Tales es excelente, mejora al nutrirse de esta interacción con el mundo. Es decir, en este apartado queremos destacar la maestría con la que nos hacen sentir todo el peso de cada decisión tomada y su consecuencia. El tema recurrente en la saga de Sapkowski, “el mal menor”, que tan bien ha adaptado CD Projekt Red a los juegos, seguirá siendo central.

Thronebreaker: haciendo tiempo hasta el próximo Witcher

Para sorpresa de muchos, no estamos ante un juego de Gwent. Al menos no de manera exclusiva. ¿Es un rpg? Miren, aclaremos algo: este juego se caga en ignora las etiquetas. Imaginen un rpg clásico que, al momento de combatir, nos movemos a un juego de cartas.

A lo largo del tiempo Gwent ha sido modificado varias veces y es posible que nos encontremos ante su versión más dinámica. Para hacer una explicación bien básica, las batallas normales son a tres rondas. En cada ronda, bajamos cartas que tienen una determinada cantidad de puntos. Nuestro objetivo es lograr el mayor puntaje en la mayoría de las rondas. En esto, debemos ser precavidos y cuidar el margen de victoria —o dar por perdida una batalla a tiempo— a fin de reservar cartas para las subsiguientes etapas.

Por supuesto, como no puede faltar en este género, nuestra líder y determinadas cartas tienen habilidades especiales encargadas, en definitiva, de modificar la suma de puntos. Una de nuestras tareas principales será encontrar las mejores sinergias entre ellas.

Es en lo anterior donde encontramos el punto más flaco del juego, (que simplemente hace que en lugar de “magistral” sea “excelente”, que quede claro). Y es que, en especial en la primera cuarta parte de su extensión, hallaremos una o dos estrategias infalibles, que nos “achanchan”. En otras palabras, no tendremos la obligación o necesidad de conseguir o desarrollar más cartas —o encontrar nuevas sinergias— durante un buen tiempo.

No sería raro que  CD Projekt Red se haya percatado de esta situación y es por eso que añadieron otra clase de desafíos además de las batallas clásicas. Se trata de puzzles, la mayoría de ellos con mazos predefinidos, donde no suele existir más de una ronda para resolverlos.

Aquí, debemos hacer frente a una riqueza de objetivos de los más variados, tanto en el aspecto argumental como en resolución. Poner a descansar a una “vaca loca” que mata a sus pares, eliminar alguna criatura del extenso bestiario o dar caza a ladrones antes de que huyan con vagones de oro, son solo algunos ejemplos. El traslado de la excusa argumental — siempre bien narrada— al desafío mental de resolver el rompecabezas con cartas, es más que formidable.

Thronebreaker: The Witcher Tales y Nintendo Switch ¿Maridaje perfecto?

Existen juegos imprescindibles para tener en la portátil de Nintendo y este es uno. Lo recomendamos a rabiar, echando incluso espuma por la boca. Por supuesto, si alguno de los géneros involucrados les causa aversión… A las fobias no hay con que darle. Bah, sí, con medicación, pero no estamos autorizados para recetarles nada. Aún…

Pero mucho cuidado: el balance de géneros es meticuloso a la perfección y se hace muy accesible, aun cuando no sean fanáticos o habitúes de los rpg o TCG. No es un juego para expertos, sino para aquellos que quieren pasar un rato pensando en serio. Gwent es muy fácil de entender, pero ser un maestro es otro tema. Lo bueno, es que el juego sólo exige que seamos hábiles.

En definitiva, Thronebreaker: The Witcher Tales nos devuelve por otro buen rato (calculen 30hs o más) a ese mundo mágico tan bien recreado por nuestros polacos favoritos. Consigue una inmersión estupenda con una mixtura que probablemente sea inédita y única. La música, un aspecto que no habíamos mencionado hasta ahora, es tan fantástica como en anteriores juegos de Witcher y una aliada a la hora de hacernos sentir a gusto.

Sin dudas, por sus características, Nintendo Switch es la mejor plataforma para disfrutar de él. Es una pena que haya que recurrir a tiendas de otras regiones, porque no se encuentra disponible en la argentina… ¡a ver si nos ponemos las pilas, Nintendo! Estamos acá, recomendando cosas y ¿van a darnos vuelta la cara cuando lo único que queremos es un poco de amor? ¿Y encima estamos dispuestos a pagar por él? Dale, loco. [i]


DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: CD PROJEKT RED
GÉNERO: Mezcla hermosa de RPG, TCG y estrategia.
DISPONIBLE EN: PS4, Nintendo Switch, Xbox One, Windows.

QUÉ ONDA: Analizamos la esperada versión para Nintendo Switch de Thronebreaker: The Witcher Tales.
LO BUENO: Gráficamente no tiene nada que envidiarle a otras plataformas. Los detalles y los textos se ven perfectos, aún en modo portátil, que sin dudas es como más jugaremos. Nos arriesgamos a decir que es la plataforma perfecta para este juego.
LO MALO: En cuanto a la adaptación, que es el eje de esta nota: nada, es impecable.

Este análisis de Thronebreaker: The Witcher Tales fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

Escribe un comentario