La guerra entre los tres principales sistema de entretenimiento hogareño sigue en pie. Mientras las compañías distribuidoras reclamaban que durante la pasada E3 se anunciaran reducciones de hasta 50 dólares en el precio de las consolas, Sony y Microsoft sólo redujeron sus precios de 199 a 179 dólares, en tanto Nintendo mantuvo el precio de la GameCube en 149 dólares. Los revendedores y Microsoft dijeron que el recorte de 20 dólares produjo muy poco efecto en las ventas. Sin embargo, los analistas de la industria creen que que tanto Microsoft como Sony tendrán que pensar en regalar juegos con la compra de una de sus consolas, como hace Nintendo, o bien reducir más sus precios. Otros analistas piensan que Nintendo bajará sus precios de 149 a 99 dólares en el mes de septiembre, con el fin de alcanzar sus metas de venta de fin de año.
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Max Payne con broncas