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One Piece: Pirate Warriors 4 [REVIEW]

En la búsqueda de una recompensa que nunca llega

Miles y miles de enemigos nos acorralan, retrocedemos con cautela para analizar la situación y sentimos un hombro amigo que nos da apoyo. No estamos solos y eso nos da fuerzas para arrasar con la adversidad. Machacamos incansablemente una y otra vez los mismos botones hasta que el terreno está despejado y podemos avanzar. Pero una nueva e inmensa amenaza se cierne sobre el nosotros: Charlotte Linlin asoma su inmensa cara y amenaza con tirar todo nuestro esfuerzo por la borda (por la borda, ¿entienden?, porque son piratas). Pero, ¡a no desesperar!, porque contamos con la tripulación del Going Merry y nuestros dedos llenos de callos para acabar con tan inmenso adversario. En One Piece Pirate Warriors 4, la aventura nos espera.

¿Qué es un musou?

Así como los viajes de Luffy y la tripulación del Going Merry parece nunca terminar, tampoco lo hacen las entregas de uno de los musou más famosos en Japón: One Piece: Pirate Warriors. Pero, “¿qué es un musou?” se preguntarán algunos; básicamente es una suerte de beat’em up con hordas de enemigos y elementos de RPG (como leveleo y selección de skills). Usualmente contamos con un personaje que arrasa con la competencia realizando ataques zonales, masivos y extremadamente llamativos.

Este estilo de juego supo ganarse un lugar en Japón y se hizo famoso en el resto del mundo con la saga Dinasty Warriors.
Varias IPs conocidas de animé incursionaron en este estilo, econtrándolo accesible para contar su historia y poder llevar al máximo las habilidades exageradas de todo héroe de animé y manga. Entre los ejemplos más conocidos están Hokuto no Ken Musou, Saint Seiya Sanctuary Battle y, obviamente, One Piece: Pirate Warriors.

Una “nueva” entrega

Esta saga viene desde la generación anterior de consolas, siendo One Piece: Pirate Warriors 4 la única exclusiva para la generación actual (Pirate Warriors 3 salió tanto para la generación anterior como la actual). Esto se nota de la forma más inadecuada posible, ya que por momentos utilizan animaciones de las anteriores entregas para contar sucesos del pasado y la diferencia gráfica con las escenas creadas para el título actual es realmente notoria y resaltan como un pulgar herido. Pero antes de pasar a este tipo de detalles técnicos, veamos qué tiene esta entrega para ofrecernos.

Lo primero que deberíamos hacer es hablar sobre el elefante en la habitación: el género musou. Si bien ya establecimos las bases, hay algo que suele suceder con este estilo de juego que es que se torna repetitivo MUY rápido. Esto se debe a que todo lo que hacemos constantemente es machacar una y otra vez los mismos botones hasta que no quede ningún enemigo en pantalla, avanzar y repetir.

Es por eso que los desarrolladores deben utilizar su creatividad al mango para darle una vuelta de tuerca y mantenernos enganchados al juego. Usualmente muchos se duermen en los laureles de la IP, es decir, que saben que los fans de la saga van a jugarlo sin importar qué, pero eso sólo asegura una pequeña cantidad de éxito. Lo que resta es desarrollar mecánicas que entusiasmen, diviertan y alarguen la vida útil del juego, que es lo que al final le termina dando la identidad a cada título de musou.

En este caso contaremos con todas las mecánicas conocidas de este estilo de juego como subir de nivel a nuestros personajes, ir destrabando nuevos a medida que avanzamos en la historia que se manejan de formas diferentes (pero no necesariamente divertidas), ir accediendo a nuevas habilidades secretas que matan más enemigos y la diversidad que nos dan las diferentes misiones de cada mapa.

Las misiones tienen una labor muy pesada en estos títulos, porque son el factor principal para determinar si el gameplay es divertido o nos va a terminar aburriendo de toque. Por eso no siempre el objetivo es vencer a nuestros enemigos, muchas veces deberemos sobrevivir una cantidad de tiempo, rescatar a compañeros que están luchando en otra parte del mapa y que les están partiendo la madre, activar switchs en diferentes partes del mapa, etc.

Muchas ideas repetidas, pero una nueva

En el caso de One Piece Pirate: Warriors 4 contamos con todo esto y un poquitín más, que viene en forma de personajes gigantes.
A medida que avancemos en la historia no sólo debemos enfrentarnos a enemigos masivos que absorben mucho daño y se mantienen impertérritos ante nuestro progreso hasta que les rompamos los escudos, sino que también tenemos la posibilidad de usarlos y sentir el verdadero poder destructivo en nuestras manos.

Pero lamentablemente, como todo en esta entrega, pierde la novedad rápido y antes de que nos demos cuenta estaremos nuevamente machacando botones y esperando a que aparezca el cartelito en la pantalla que nos indique que ganamos.

Igual no hay que malinterpretar, One Piece: Pirate Warriors 4 no es malo, simplemente peca de lo mismo que sus congéneres: acabar rápido con la novedad y esperar que de igual modo sigamos jugando porque amamos la franquicia en la que está basada el título. Y por momentos es algo que funciona, porque está lleno de guiños para amantes de la saga One Piece; así como también cuenta con decenas de personajes icónicos y un total de 6 arcos argumentales (con entre 5 y 7 misiones cada uno) para revivir las historias más icónicas de los tripulantes del Going Merry.

Un golazo para los fans, no tanto para los demás

Cada personaje cuenta con sus movimientos más característicos, los cuales están representados con animaciones dignas de la actual generación de consolas. Lamentablemente otra vez, a la cuarta o quinta vez de realizarlos ya pierden su identidad y se fusionan con la monotonía del resto del juego. Y eso sólo se ve perjudicado por el apartado de sonido y gráficos.

De sonido porque los personajes repiten una y otra vez los mismos gritos o frases cada vez que saltan o pegan un golpe, y por los gráficos porque los escenarios son bastante similares entre sí a pesar de representar diferentes partes de la saga y son poco atractivos, no tienen ninguna particularidad para ofrecer.

Aunque se nota el esfuerzo constante por no ser uno más del montón con nuevos agregados como los gigantes que nombramos antes o la capacidad de romper construcciones en los escenarios, en general todas las edificaciones son similares y los escombros desaparecen en seguida, así que ni siquiera nos deja la satisfacción de dejar un sendero de destrucción a nuestro paso, sólo un terreno baldío y solitario.

Además, como nombramos antes, las animaciones saltan de calidad porque parecería que los sucesos que fueron tratados en anteriores instancias de la saga son recontados acá reutilizando dichas animaciones. El problema es que las mismas fueron realizadas en una consola de anterior generación, por lo que se nota muchísimo el cambio gráfico y resalta de una forma chocante y poco halagadora.

Horas y horas… ¿de diversión?

De igual modo One Piece: Pirate Warriors 4 ofrece muchísimas horas de piñas, toneladas de personajes y varios modos de juegos. El principal es el modo historia donde podemos experimentar de una forma MUY resumida las aventuras de Luffy y sus amigos hasta la actualidad del animé.

Luego tenemos un modo “libre” donde podemos rejugar cualquier misión, pero eligiendo el personaje que se nos antoje, siempre y cuando lo hayamos destrabado jugando la historia. A esto también se le suma un modo con misiones exclusivas diferentes para cada personaje y la posibilidad de jugar online con hasta tres amigos más.

El problema del modo online es que no podemos repetir una party una vez que terminamos una misión y los online rooms son aleatorios, por lo que es casi imposible fichinear con un amigo que tenga el mismo juego y quiera divertirse con nosotros.
Fuera de esto, el online funciona muy bien y puede llegar a ser divertido, lo que sí baja la dificultad de un juego, que de por sí es fácil, a casi inexistente.

Un musou más que no sabe resaltar

One Piece: Pirate Warriors 4 ofrece una cantidad enorme de contenido que llena como la polenta, pero que ofrece poca variedad de sabores. Se nota el esfuerzo por tratar de resaltar en un género monótono y el amor por la franquicia, pero no sobrevive a sus propias expectativas y termina solamente entreteniendo, pero nada más. [i]


DESARROLLADO POR: Omega Force
DISTRIBUIDO POR: Bandai Namco
GÉNERO: Musou / Beat’em up
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch , PC , PS4 , Xbox One

QUÉ ONDA: Un beat’em up/musou repleto de enemigos, amigos, modos de juego y ataques extraordinarios pero que aburre casi tan rápido como sus congéneres.
LO BUENO: La variedad de personajes. La posibilidad de jugar con personajes gigantes y destruir todo a tu paso. Los guiños a la franquicia y su amor por ella.
LO MALO: El apartado gráfico y sonoro es inestable. El gameplay intenta innovar pero termina siendo monótono y aburrido. Básicamente cualquier cosa que trae a la mesa divierte un ratito y aburre el resto del tiempo.

Este análisis fue realizado a través de un código de PlayStation 4 provisto por sus desarrolladores.

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