Ruiner [REVIEW]

¿Pueden los androides soñar con katanas eléctricas?

La cabeza me explota, o lo que sea que quedó de ella. Mi cerebro se resiste al hackeo, tengo que aguantar. El brazo me duele por el peso de la katana. El olor a humedad de Rengkok se mezcla con el olor a sangre y tripas. Ya no hay balas, quedan dos más.

Antes de que se me acabe la energía… debo encontrar a mi hermano.

Naves ardiendo más allá de Orión

En las oscuras calles de un mundo cyberpunk, nuestro héroe se pasea silencioso y con el rostro tapado por una pantalla que desprende emociones involuntarias. Mientras todos lo observan de forma despectiva, él se pasea espada en mano, sin escucharlos, sin prestar atención a los vestigios de humanidad que lo insultan y provocan al verlo.

Sólo escucha una voz, la de su conciencia, o mejor dicho, la de la desconocida mujer que le hackeó el cerebro. Ella lo incita y lo empuja a una travesía de híper violencia y salvajismo inhumano, en busca de su hermano perdido.

Esto es Ruiner, una fábula cyberpunk con toques de western, en la que nos sumergen las hábiles manos de los polacos de Reikon. Haciendo uso del Unreal Engine 4, y tres años después del lanzamiento original, le sacan jugo ahora a la pequeña híbrida de Nintendo, trayendo su título a Switch y logrando que la experiencia en transitar este universo desolado, sea más que satisfactoria.

Es imposible comenzar a comentar la experiencia sin hablar de la dirección artística. Porque el juego entra por los ojos, al instante. La dirección de arte es impactante y tremendamente original.

Esto ayuda a qué, aunque el Ruiner tenga vista isométrica a lo Diablo, sostenga con creces la inmersión. La iluminación, animaciones y estética funcionan de maravilla, generando incluso que uno tenga la sensación de sentir el hedor y la humedad de ese deshumanizado futuro.

Y parte de esa sensación se logra gracias al sonido. Música china en las calles, insultos, peleas, sirenas, gatos callejeros, melodías que sale desde los antros: todo ayuda a la sensación de estar en un mundo en decadencia, completando el impecable laburo de ambientación del juego.

Kill the boss

El corazón del juego es la oscura y retorcida ciudad de Rengkok South. En este demente páramo convive el resabio de la humanidad. Punkies, animales sintéticos, prostitutas, peleas clandestinas, hackers, mecánicos y asesinos a sueldo nos ofrecen misiones, vendernos mejoras, placeres mundanos y hasta sadomasoquismo (antro al que sólo podemos entrar luego de morir 50 veces).

Y entre todo este hermoso trabajo de dirección artística, aparece un gameplay frenético y complejo que nos lleva a repetir una y otra vez los tremendamente difíciles combates, para ayudar a nuestro solitario protagonista sin rostro a lograr su objetivo, machacando cuerpos mitad máquina, mitad carne.

Tomando nuestra fachera moto, nos movemos hacia los distintos niveles del fichín, donde se desarrolla la acción.

Ya en los niveles, nos encontramos en un esquema bastante simple –y quizás un poco repetitivo– de pasillos interminables con estética fabril. La hacker en nuestro cerebro nos insta a matar al boss del nivel, que siempre se encuentra al final de la travesía. Ruiner ofrece una muy interesante variedad de jefes, cada uno de ellos más original que el otro, y con un exquisito diseño artístico.

Al avanzar, nos topamos con decenas de sus esbirros y nos enfrentamos a tiros y espadazos, controlando a nuestro personaje con los dos Joy-Con de la Switch: una palanca para moverse, otra para apuntar (como en el viejo y querido SmashTV).

Pedazos de carne, metal y vísceras saltan por todos lados, entre explosiones y disparos mientras avanzamos, looteando en nuestro avance con armas que dejan los enemigos, o que conseguimos en cajas o aparatos dispuestos en el escenario, que se desbloquean con una simple combinación de botones. Un hermoso abanico de armas de corto y largo alcance, para descuartizar y triturar.

Mientras progresamos en nuestro viaje, vamos obteniendo Karma, el cual podemos intercambiar por puntos de habilidades: nuevos e indispensables updates para el protagonista, que ayudan a generar una nueva dinámica a los combates, dando variedad constante al gameplay. Energía que se restablece, más daño en el cuerpo a cuerpo, más daño a largo alcance, escudos de energía, y la siempre bienvenida ralentización del tiempo (indispensable en el caos de los combates).

¡Kanedaaaaaaaaa!

Ruiner es una aventura sensorial, donde el gameplay acompaña a la experiencia, de la misma forma que todos los demás apartados artísticos, en un perfecto equilibrio. A algunos eso les gustará más que a otros. En nuestro caso, amantes de la ciencia ficción, del manga, y en particular del cyberpunk, lo disfrutamos muchísimo. Y ayuda en la interminable vigilia hasta la salida del Cyberpunk 2077. Incluso por momentos nos hizo recordar al Deus Ex, o al Syndicate.

Quizás por momentos el fichín se transforme en algo particularmente caótico, entre la multitud de enemigos, el sonido, la música, y el –eventual– impreciso control, pero no opaca una experiencia original, única y bienvenida para nuestra querida Switch.

Loas aparte para la infernal banda sonora (disponible en Spotify), una enfermiza consecución de melodías de electrónica industrial, combinadas con voces enigmáticas y lejanas que nos transportan a la angustia subjetiva de nuestro personaje, un anti-héroe, y una víctima del sistema.

Akira y Blade Runner se cruzan con Diablo y Smash Tv, en este western cyberpunk. Ahora encima para la consola de Nintendo, para poder jugar en el lugar y momento que queramos… ah, no… ¿¡hay cuarentena!? ¡ENCHÚFENME ENTONCES! [i]

DESARROLLADO POR: Reikon Games
DISTRIBUIDO POR: Devolver Digital
GÉNERO: Top-down action shooter
DISPONIBLE EN: Windows, Linux, Mac, PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Cyberpunk del bueno para los adultos poseedores de la maravillosa consola híbrida de Nintendo.
LO BUENO: Arte, sonido y ambientación híper pulidos, en una orgía de violencia y ciencia ficción existencialista.
LO MALO: Control a veces impreciso. Caos inmanejable en el gameplay en algunos momentos puntuales.

Este análisis de Ruiner fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.