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Serious Sam 4 [REVIEW]

No es serio, pero es lo que esperábamos

La industria del videojuego está lleno de casos donde nos prometen oro y terminamos recibiendo caca de mono. Grandilocuentes promesas revolucionarias que —una vez estrenadas— terminan necesitando meses de parches y toneladas de disculpas. En cambio, Serious Sam 4 se sincera desde el primer momento y no se pone en pose para parecer algo que no es.

Es decir, no intenta ser un juego inteligente ni groundbreaking. Por el contrario, se esfuerza en ser lo más estúpido posible, tanto en el guión como en la violencia sin sentido. Y eso es lo que, entrega tras entrega, nos hace quererlo tanto.

Tras unos años alejados de la franquicia, Croteam retoma el videojuego que los hiciera famosos. Quizás —después del excelente The Talos Principle— ya no tienen que demostrar que pueden diseñar juegos intelectuales o pensantes. Y por ello decidieron tirarse de clavado a la hiper violencia más absurda que pudieron imaginar.

Así, Serious Sam 4 viene a ser la precuela de Serious Sam 3, que al mismo tiempo es una precuela del primer juego. ¿Complicado? En absoluto, porque si bien la historia no es pésima —es simpática y hasta tiene momentos muy divertidos— nada complejo sucede. No vamos a estar atando cabos al grito de “¡Recorcholis! ¡En esta entrega, Sam tiene sexo con un lagarto! ¡Y en la segunda parte, hay un tal “Roberto” que tiene la piel medio verdosa!”.

Serious Sam 4 shoot

Básicamente, todo lo que tienen que saber es que nuestro héroe, Sam Stone, es un militar de alto rango un poco desprolijo a la hora de resolver situaciones. Su filosofía y la de la mayoría de sus compañeros puede resumirse en dispararle a los problemas hasta solucionarlos. Y, en caso de no resolverse, detonarlos con C4.

De esta forma, en Serious Sam 4 nos volvemos a poner al frente de la lucha en contra de la invasión alienígena. Este asedio a la raza humana está desatado por Mental, una especie de semidiós con tintes lovecraftianos. Su pasatiempo preferido es, cada tanto, borrar toda la vida inteligente de la galaxia, para luego echarse una siesta milenaria.

Serious Sam 4 asco

Y no es que Mental tiene problemas con coexistir con el resto de las civilizaciones, siempre que se mantengan primitivas. En cuanto desarrollan la capacidad de organizar fiestas, el ruido lo pone de un humor de perros y le pinta Fin del Mundo.

Sam el Desprolijo

Hay cierta desprolijidad y tosquedad en la ejecución de Serious Sam 4 que no podemos dejar pasar. Si bien las texturas se ven muy bien, los personajes tienen una animación corporal que preocuparía a cualquier traumatólogo. Y ni hablemos de la animación facial, durísimas y a un movimiento involuntario de mandíbula de alertar a la DEA.

Serious Sam 4 re duros
Adivinen cuáles son los soldados que no pasan el antidoping

Pero ocurre que su jugabilidad, tan endiablada como descerebrada, es un antidepresivo estupendo para evadirnos por un rato de los terribles quilombos del mundo real. Esa es la esencia de la franquicia y es lo que Croteam supo mantener —e incluso potenciar— en Serious Sam 4.

Desde siempre estuvo plagado de imposibles y brutas hazañas, pero ahora se superaron a sí mismos. Matar alienígenas montado en un toro monstruoso, al tiempo que equipamos y disparamos una minigun en cada mano es algo común. Como también usar dos escopetas recortadas al mismo tiempo para hacer puré de Beheaded Kamikaze, para luego desatar un agujero negro portátil que consuma y destroce todo lo que vemos en la pantalla.

Por supuesto, una de las cosas que más esperábamos era la colosal promesa de tener en pantalla cientos de miles de enemigos al mismo tiempo. Y —si bien ocurre mucho menos seguido de lo que esperábamos— Serious Sam 4 la cumple. Es una imagen tan apoteósica y titánica que genera una sensación única y épica al día de hoy en un hell bullet shooter.

¿Para qué?

La variedad de armas de Serious Sam 4 es todo lo que podríamos esperar… e incluso un poco más. En contraposición, algunas (muy pocas) tienen una sensación un poco… “cacosa” al disparar. Fuera de ello, se disfrutan mucho, alentándonos a revolear plomo como locos, desperdiciar munición y de esta forma rotarlas a cada rato. Y, si bien suele existir un arma adecuada para cada situación o enemigo, la realidad es terminaremos con dos o tres favoritas y listo. ¡Qué tantas vueltas, si al final acá la movida es reventar bichos!

En otro orden de cosas, un tema que se siente un poco agarrado de los pelos es la progresión, con un árbol de habilidades muy poco inspirado. No sólo es bastante acotado, sino que nos sobran los dedos de las manos para enumerar las habilidades interesantes.

Por otra parte —y esto sí, se siente completamente agarrado de los pelos—, no pudimos encontrarle el sentido a la inclusión de vehículos, tal como la moto o la cosechadora. Pareciera un intento de hacer un mundo abierto que quedó (muy) trunco por falta de tiempo o presupuesto. El resultado son pasajes de conducción que se sienten —para hacer un resumen brutal— feos y completamente descolgados.

Sin embargo, los momentos donde manejamos enormes mechas están mejor incorporados, pero tampoco se sienten del todo orgánicos con el resto del juego. Pero al menos no molesta, incluso la introducción a una de estas secciones resulta muy graciosa.

Serious Sam 4: conclusión

En esta ocasión también podemos jugar la campaña de manera cooperativa hasta cuatro personas. ¿Vale la pena? Sí, pero no hay que volverse loco por aprovechar esta ventaja. Jugar en cooperativo seguramente detonará más momentos graciosos, pero Serious Sam 4 no tiene una sola mecánica que esté relacionada con la interacción entre dos jugadores. Con lo cual, si tienen con quién jugar, perfecto. Si no, tampoco se están perdiendo la reinvención del chocolate.

Moki y el Friendly Fire: un clásico Irrompible

Para cerrar — y como decíamos más arriba— Serious Sam 4 sufre de muchas desprolijidades. En cierta forma, su pulido tiene el mismo nivel de modales que el buen Sam: bruto como un gorila haciendo una cirugía a corazón abierto. ¿Es parte de su magia? La respuesta es: es un Serious Sam, ¿a quién le importa? Esto se trata de disparar, matar cosas haciéndolas puré y darle unas merecidas vacaciones a nuestras neuronas, por un buen rato. Y, pese a las desprolijidades en su ejecución, lo cumple con creces. [i]


DESARROLLADO POR: Croteam
DISTRIBUIDO POR: Devolver Digital
GÉNERO: Shooter
DISPONIBLE EN: PC, Stadia

QUÉ ONDA: La vuelta del buen Sam “el Serio” Stone.
LO BUENO: La honestidad de un juego con pretenciones humildes y ejecuciones eficaces. Hermoso precio en Steam. Las variedad de armas. La cantidad de enemigos en pantalla. Las vacaciones para las neuronas. En una palabra, es divertidísimo.
LO MALO:  Los momentos de “centenares de miles de enemigos en pantalla” son pocos. Muchos glitches visuales, algunos solucionados con un “parche día uno”, pero otros quedan. Al árbol de habilidades le falta agua y le sobra abono. Secciones de manejo de vehículos completamente descolgadas. Animaciones más duras que la puerta blindada de Marley.

Este análisis de Serious Sam 4 fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN75%
75%

2 Comentarios

    1. Author

      ¡Muchas gracias, Gabriel! Es un placer recibir un comentario así ¡Estate atento a nuestras próximas reviews y notas! Y, si tenés ganas, compartila entre tus amigos / conocidos.
      Sobre las expresiones españolas, al menos a nosotros, nos hacen llorar de la risa. Tanto los modismos como la forma de expresión, nos parecen por lejos los hispanohablantes más cómicos. ¡Nos cagamos en la leche!

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