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Immortals Fenyx Rising [REVIEW]

Breath of the Wild Fenyx

Si sabían que no me podría contener y meter ese chiste fácil en el título, ¿para qué me traen? Y es que Immortals Fenyx Rising es una aventura de acción de mundo abierto con mucho olor a Zelda Breath of the Wild. Pero, aún con conceptos y mecánicas tan… “prestadas”, logra dotarlas de identidad propia. ¿Resulta un buen juego? ¿Vale la pena entrarle ya mismo? Y lo más importante, ¿se van a comer tremendo juicio?

Para ir contestando interrogantes, podemos decir que Immortals Fenyx Rising gambetea con elegancia la denuncia judicial. No sólo eso, sino que además termina por dar a luz una nueva IP con mucho futuro. Una aventura de acción en un enorme mundo abierto, en donde nos la pasamos repartiendo espadazos y hachazos a míticos héroes, dioses y monstruos.

Además de ello, está muy bien acompañada con exploración, puzzles y un relato que nos presenta un clásico culebrón de la mitología griega. Claro que en una versión más moderna, desfachatada y, en especial, poco seria

Los dioses griegos —quién más, quién menos— no se destacaron por ganar premios al mejor compañero, ni al panteón más “buena onda”. Si no, le pueden preguntar a Kratos, que se terminó por hartar y finalmente se pasó a la mitología nórdica, porque son mucho más cool.

Por lejos, el más turro de todos es Zeus. Y es que, además de sus actitudes tóxicas y algo fascistas, está arriba en un organigrama donde todos tienen algo que reprocharse o de lo que vengarse.

Sin duda, una de las canalladas más jodidas de Zeus fue la que le hizo al pobre titán Prometeo. Es tan espectacular, teatral y retorcida que tanto Lucifer como Loki robaron un poco el concepto.

Por supuesto, no vamos a extendernos en contarles el mito que relata esta crueldad ampliamente conocida. Si no están familiarizados con la historia, les recomendamos dos cosas: Google y una cosas súper copadas llamadas “libros”.

Immortals Fenyx Rising PUZZLE

Aquí, en Immortals Fenyx Rising, la historia arranca con Zeus acorralado por un viejo enemigo: Tifón, un gigantesco monstruo, engendrado a partir de la unión de Tierra e Infierno. Poderoso y horrible, como escuchar un disco de Arjona entero después de almorzar. Ok, no tan feo como eso, pero muy cerca.

Así, el muy caradura de Zeus va a pedirle ayuda a Prometeo, después de todas las porquerías por las que lo hizo pasar. El titán, en lugar ayudarlo de manera directa, accede a colaborar a través de un relato, que se hace realidad en tiempo real, a medida que lo narra. Esta resulta ser la historia de Fenyx, nuestra protagonista y la vamos jugando a medida que se escribe. O al revés, ¿quién sabe?

Immortals Fenyx Rising INICIO

Epopeya y humor inteligente

De movida, vamos a notar que Immortals Fenyx Rising escapa a la estética “realista” que suele tener Ubisoft. Sus personajes rozan la caricatura y la historia hace gala de un excelente uso del humor.

Y no, no estamos ante otro Watch Dogs 2, donde por querer hacerlo menos oscuro que el primero estaba plagado de chistes bobos. A medida que jugamos y realizamos proezas, existe un importante uso de la narración en off, con Prometeo narrando y Zeus escuchando. Pero también se queja, se impacienta, acota e interrumpe al titán a cada rato. Prometeo responde comentarios ácidos e ingeniosos, que pasan de largo ante un Zeus tan pedante como básico.

En definitiva, la dinámica entre los dos personajes es excelente. Lástima que todos los personajes tengan un doblaje cansador. Y es que alguien tuvo la brillante idea de grabar todos los diálogos con un forzado, cuestionable y casi insoportable acento griego. Es tremendo, llega un punto en que nuestros pabellones auditivos se saturan al borde de la explosión.

La odisea

El mapa es bestial y aquí también hay muchas similitudes con Breath of the Wild. Por empezar, está repleto de cosas para hacer. Incluso la densidad de actividades es mayor en Immortals Fenyx Rising, que cuenta con una oferta descomunal. Pero también es cierto que muchas de ellas tienen un nivel de calidad y diseño menor que lo visto en Zelda.

Aun así, la factura de los puzzles destacan por sobre cualquier otra cosa, con un nivel excelente y muy bien construidos. Tenemos propuestas casi equivalentes a los santuarios de Zelda, tanto en diseño como en lógica. Pero además de este concepto claustrofóbico, existen rompecabezas en forma de grandes templos al aire libre. En ellos, la zona que interviene en la resolución de enigma es mucho más grande y exige tanto exploración como poder de observación.

Por otra parte, si bien está muy bueno explorar el inmenso mapa, la experiencia se ve resentida por una especie de “etiquetado automático”. Basta con subirse a un lugar elevado —a veces ni siquiera esto es necesario— y ponernos en un “modo escáner”. Luego, movemos la cámara para cualquier lado, pasamos cerca de un punto de interés, la mira comenzará a vibrar y… “¡voilá!”. Terminamos con cada una de las actividades marcadas en el mapa, de manera permanente. ¿Es cómodo? Sí. ¿Le quita la magia a la exploración? Casi toda.

Por el contrario, el desarrollo de la campaña principal es mucho menos explícito. No queda muy en claro por dónde hay ir, ni cuáles son las misiones principales a seguir. Al principio esto confunde y hasta parece una mala decisión. Por suerte, no tardamos mucho en entender el sentido de esto y, lo que es mejor, disfrutarlo como chanchos.

¡Viva la libertad!

En otras palabras, en Immortals Fenyx Rising gozamos de plena libertad, vamos y venimos por donde nos place. En caso de encontrar una diferencia pronunciada entre nuestro nivel y el del enemigo, se soluciona fácil: nos parten al medio con dos cachetazos. ¡Pero nada nos impide entrar en ese sector donde es imposible sobrevivir!

Immortals Fenyx Rising ENEMIGO

En el mismo sentido, si nos metemos en un puzzle para el que aún no estamos preparados, un mensaje piadoso nos dirá “aún no tienes la habilidad necesaria”. Esta libertad de poder visitar cualquier lugar, aun cuando no estamos preparados para sus desafíos, recuerda mucho a Breath of the Wild e Immortals Fenyx Rising logra “homenajearlo” con éxito.

Otros “Links” en común

Para desplazarnos por el aire, en Zelda teníamos la “paravela”. Aquí, en cambio, usamos las alas que otrora pertenecieran a Ícaro, fabricadas por su padre, el gran inventor Dédalo. En su momento, estaban “flojitas de diseño”: recordemos que, por volar cerca del Sol, Ícaro se dio de dientes contra el piso y se murió un poco.

Tal parece que hubo reingeniería y ahora estas alas resultan (bastante) seguras. Quizás Dédalo se avivó de que era mejor idea usar pegamento de contacto en lugar de cera*². El punto es que la exploración con este elemento está muy lograda y la sensación de vuelo es muy satisfactoria.

Por el lado del combate, les recomendamos que tengan paciencia. Immortals Fenyx Rising demora en enriquecer este apartado y puede parecer muy soso de movida. Pero —a medida que desbloqueamos nuevas habilidades y armas con distintas bonificaciones— podemos disfrutar de una estupenda riqueza

Immortals Fenyx Rising CUT

Lo que sí, la mecánica de combate favorece demasiado el “atontar” a los enemigos primero, para luego hacer daño, por sobre cualquier otra táctica. Nos hubiera gustado un mejor balance de todas las propuesta que ofrece, para que existieran diferentes opciones viables a la hora de repartir sopapos.

Educando a Fenyx

En cuanto a la progresión, hay de todo: podemos desarrollar y cambiar bonificaciones de nuestro “compañero” (de quién preferimos no hablar para no matar la sorpresa), mejorar distintas armas y armaduras, agregar ventajas extra de las pociones e incorporar habilidades de combate, entre otras. Cada uno de estos apartados poseen ramificaciones escasas pero, a pesar de ello, la suma total y la sinergia que puede lograrse termina redundando en un sistema muy rico y satisfactorio.

immortal fenyx rising FIELD

Lo único que debemos criticar fuerte es el sistema de sigilo. Más que pobre, directamente es triste. Es muy malo, tanto que llegamos a la conclusión que, para poner eso, era mejor no poner nada.

En definitiva, Immortals Fenyx Rising nos ofrece una cantidad bestial de horas de juego,  actividades interesantes y muy bien logradas (y otras no tanto, claro). Si siempre quisieron jugar Breath of the Wild, no tienen una Nintendo Switch y no les gustó Genshin Impact (porque demasiado oriental), esta es su oportunidad. 

immortal fenyx rising FIGHT

Por supuesto, no llega ni a palos al nivel de maestría de Zelda, pero tampoco está tan lejos. Tengan paciencia, porque puede parecer chato al principio. Incluso, hasta no agarrarle la “onda”, nos podemos quedar sin saber cómo avanzar en la campaña. Pero termina pagando con creces a quienes decidan darle su tiempo de cocción. Un gran comienzo y un futuro que solo puede deparar esperar nuevas entregas y mejoras de esta IP. [i]


DESARROLLADO POR: UbiSoft
DISTRIBUIDO POR: UbiSoft 
GÉNERO: Acción. Aventura mundo abierto.
DISPONIBLE EN: PC, PS4, PS5, Xbox Series, Xbox One, Nintendo Switch, Stadia.

QUÉ ONDA: Un videojuego casi tan bueno como Zelda Breath of the Wild.
LO BUENO: La extensión del mapa. Los puzzles. El combate. El uso de las alas. La progresión del personaje. La estética. El humor. Libertad absoluta para seguir la historia por donde sea.
LO MALO: El constante intento por forzar un doblaje con acento griego nos deja al borde del ACV. La exploración se ve contaminada con un exceso de facilidades e información en pantalla. El sigilo es pedorrísimo.

Este análisis de Immortals Fenyx Rising fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

*1 Por favor, díganme que entendieron el juego de palabras bilingüe, de otra forma pierdo una apuesta.
*2 La verdad es que, solo por este detalle, no entendemos como llegó a ser un inventor tan famoso siendo tan nabo.

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