Informes Noticias

Undermine y Nintendo Switch, pareja peligrosa

Como la milanesa y las papas fritas

No hay adicción más complicada que aquella que puede satisfacerse en cualquier lugar. Por ello, cabe dar aviso de la peligrosidad de Undermine, flagelo que ahora llega a Nintendo Switch. Más que un juego, un monumento al “tan solo una partida más”. Y ahora lo tenemos portátil… casi como un Fin de los Tiempos de bolsillo.

¿De qué se trata Undermine? Podríamos resumirlo en “si la vida te da limones, hacé una limonada”. En este caso, los limones son los campesinos, la gente pobre. Y el que hace la limonada es un monarca dueño de un pragmatismo brutal para resolver problemas.

En pocas palabras, un reino a pura fantasía épica está siendo aterrorizado por misteriosos terremotos. Estos provienen de una antigua mina abandonada hace centenares de años. Abandonada por los seres humanos, porque lo que son bichos y monstruos, hay para hacer dulce.

Lo cierto es que nadie sabe cuál es el origen ni como resolver el tema, pero el Rey tiene una brillante idea. En el reino hay demasiados pobres, ¿por qué no enviar uno a uno hasta que alguno puede resolver el origen del problema? ¿Qué importa que se trate de una muerte segura?

Entonces, de un plumazo, el monarca deja tranquila a la nobleza, al mismo tiempo que implementa un plan “pobreza cero” en la región. Por supuesto, la letra chica de dicho plan es algo nefasta ¡El rey estará flojito de moral, pero lo que es gestión pura y dura, lo hace como nadie, eh!

Así, sucesivamente tomamos control de cada uno de los campesinos enviados a la aventura. O mejor dicho, sabiendo que se trata de un roguelike, enviados a una más que probable muerte. Más en los primeros ciclos de juego, donde nos hacen puré hasta tanto mejoremos nuestros atributos y equipamiento.

Nada nuevo bajo la sombra

¿Cuál es el mayor pecado de Undermine? No mete una sola novedad en el género. Nada, cero, todo ya está visto en otros juegos. De hecho, hasta en lo estético y jugable nos recuerda fuerte a The Binding of Isaac… ¿y por qué no también a Rogue Legacy, ya que estamos?

Por otra parte, si bien tanto las animaciones como gráficamente es muy agradable, podemos decir que la (poca) variedad en los escenarios termina por saturar un poquito el ojo.

Pese a esto, Undermine tiene una virtud que hace olvidar cualquier defecto y lo deja como un alto exponente del género. Todo lo que toma de otros títulos, lo implementa de una manera perfecta. Ninguna mecánica se siente forzada, no hay nada que sobre o que falte.

Entre otras cosas, para mejorar cada incursión a la mina, vamos a equipar nuestra base con diferentes PNJ. Seguro que ya adivinaron que en ellos recae la responsabilidad de implementar mejoras, tanto permanentes como puntuales para cada incursión.

Sin duda, la variedad de efectos y mejoras es uno de los puntos que hace que se sienta tan bien el ciclo del juego. Que, por otra parte, se ve retroalimentado con una jugabilidad exquisita. Las dos dimensiones —ocasionalmente elevadas a una tercera al saltar con el personaje— no limitan para nada el disfrute que implica avanzar y combatir en cada uno de los niveles.

“Pican pican” los aldeanos

Ya sea repartiendo golpes o revoleando nuestro pico minero, la acción es entretenida y frenética. Y ni siquiera para farmear oro nos dejan tranquilos, porque apenas cae al piso, vienen unos pícaros monstruitos a robarlo.

Pero, a pesar de lo anterior, también tenemos momentos para la exploración. Incluso para investigar a fondo cada escenario generado de manera aleatoria. El uso de explosivos es clave en este aspecto y generalmente nos permite terminar desbloqueando nuevas ventajas.

Incluso, además de ir aumentando nuestro arsenal de equipamiento y mejoras, también podemos habilitar atajos para no tener que volver a recorrer las mazmorras iniciales. ¡Hola, speedruneros!

Así es como Undermine reboza de contenido y horas de diversión. Incluso, tiene algo reservado para los puristas que en este momento estén diciendo “pero esto no es roguelike, es roguelite”. Y no, no es una maldición ni un revoleo de ojos hacia arriba, sino un modo de juego: Othermine. Aquí, los jefes de cada sección reviven aunque ya hayan sido derrotados con anterioridad. Y no hay ventajas acumulables en cada run. ¡Para todos los gustos!

Undermine y Switch

No caben dudas, este juego nació para disfrutarse de manera portátil. Está destinado a acalambrar nuestras piernas en el trono cacoril, perder toda movilidad y tener que llamar al 911. O jugar en la camucha boca arriba y saber que es hora de la última partida, porque ya van diecisiete veces que nos quedamos dormidos y nos pegamos la Switch en la frente. En definitiva, recomendamos a gritos que se hagan con una copia en la portátil. Y jueguen en la cama con un casco puesto, claro. [i]


Escribe un comentario