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Super Mario 3D World + Bowser’s Fury [REVIEW]

Más que cuatro gatos locos

Entre las distintas novedades y nostalgias que abundan en nuestra Switch, es común a esta altura ver relanzados juegos que supieron destacarse en la Wii U pero, dado el reducido público de esta consola, no mucha gente sabe que existen o pudo disfrutarlos.

En criollo: lo jugaron cuatro gatos locos. Ahora es el turno de Super Mario 3D World, que además viene con un contenido totalmente nuevo. Entonces, ¿lo zarpamos de la batea o lo ninguneamos con la mirada? Les ronroneamos la respuesta.

Antes vamos a repasar de qué hablamos cuando decimos Super Mario 3D World, ya que la nomenclatura de los juegos del plomero puede ser un poco confusa. Si trazamos una línea recta por sobre los principales juegos en tres dimensiones del plomero, no pasaría por acá.

Sería más correcto decir que este fichín continúa los lineamientos planteados en Super Mario 3D Land, juego portable lanzado en 2011 para 3DS. Con la diferencia de que su jugabilidad se amplía hacia cuatro jugadores en simultáneo, de forma parecida a lo que vimos por primera vez en New Super Mario Bros. Wii.

En esta ocasión, no es Peach la que está en peligro sino que, en su lugar, Bowser logra capturar a unas hadas princesas que gobiernan juntas el reino de Sprixie. Para rescatarlas, nuestros héroes van tras él, topándose con un reino similar a Mushroom pero con algunas peculiaridades, sobre todo, una enfermiza obsesión con los gatos.

Hablamos de power-ups felinos, árboles con forma de gatito, versiones gatunas de enemigos clásicos, y otras curiosidades del estilo. Al atrapar una de estas campanitas nos equipa con un nuevo traje de los tantos que les gusta vestir a Mario, en este caso el de gato amarillo, que nos permite trepar cualquier pared y atacar a nuestros enemigos a zarpazos.

Además de esto contamos con todo lo que se incluyó/recicló en el 3D Land, como el traje de tanuki, el cubo hélice, el cubo-sombrero de monedas y la flor de boomerangs.

Ahora son cuatro… patas

Heredado de su antecesor está el estilo híbrido de jugabilidad al estilo 2D pero en un mundo tridimensional, con una cámara que sabe (casi siempre) posicionarse en el mejor lugar para sacar provecho de la espacialidad del escenario.

Los niveles son breves y con un contador de tiempo muy acotado, por lo que tenemos que pensarlo dos veces a la hora de desviarnos para buscar las estrellas verdes y los sellos escondidos.

Con las estrellas desbloqueamos nuevos niveles y avanzamos hasta llegar al castillo, vencer a Bowser, pasar al siguiente mundo y repetir la secuencia.

Las partidas pueden jugarse en solitario pero en cualquier momento pueden unirse hasta tres personas más, teniendo como personajes seleccionables a Luigi, Peach y Toad. Cada uno se diferencia por un estilo de juego único: Luigi salta más alto, Toad corre más rápido y Peach puede planear.

Cada vez que alguien pierde una vida, se descuenta del total de todos, así que es importante cuidarlas y tratar de juntar la mayor cantidad posible si la idea es jugar con varias personas.

Arribando a buen porteo

Hasta ahora estuvimos describiendo el juego original, pero ¿qué cambios hubo en su adaptación a Switch? La mayoría de los mismos son detalles pequeños, que le suman calidad de vida pero que no afectan la experiencia en mayor medida. Desde un claro aumento de resolución hasta redimensión y mejora de íconos.

Un cambio notable es el aumento de velocidad: quizás consecuencia de mudarse a un procesador más ágil, todo se siente más acelerado. No sólo en el mapa de mundo, que ahora es mucho más fácil de navegar, sino que en los niveles en general. lo cual en ciertas secciones que demandan más precisión plataformera puede ser problemático, pero ciertamente ayuda a vencer ese malvado contador de tiempo.

La funcionalidad multijugador ahora permite conectar varias consolas en forma local, pero también salir a la red y jugar con extraños, siempre teniendo en cuenta que el desempeño online de la Switch sigue sin estar al nivel que uno esperaría. Las secciones del Capitán Toad ahora se pueden jugar en conjunto, pudiendo mover la cámara al mismo tiempo, así que preparen el balde para las náuseas.

Al perderse la funcionalidad del Miiverse (oh cómo se extraña), ya no vemos mensajitos en el mapa y uno pensaría que juntar sellos, que antes se usaban para decorar nuestros posteos, perdió su razón de ser. Pero no, porque ahora podemos usarlos para alegrar nuestras instantáneas tomadas en el nuevo modo Foto. Ah, y ahora también son a color, un lindo detalle.

Para las secciones en que su versión de Wii U era necesario tocar la pantalla, acá se solucionó con un botón asignado a encender el cursor en pantalla, el cual podemos mover hasta el lugar que deseamos tocar como si fuese nuestro dedo. Esta función puede volverse muy confusa en partidas multijugador, pero el caos es parte de la gracia. Las plataformas que requerían de que soplemos el micrófono, acá simplemente se activan solas.

La furia del contenido extra

A diferencia de lo que se podría esperar, el modo Bowser’s Fury, contenido extra añadido a la versión de Switch de Super Mario 3D World, no es meramente un DLC. No son unos niveles extra armados a las apuradas, atados con alambre y buenas tardes. Todo lo contrario, Bowser’s Fury es todo un juego nuevo talle small de Mario, metido en este tándem porque está hecho con el mismo motor y nobleza obliga.

La acción está situada en una nueva sección, un archipiélago llamado Lake Lapcat. Luego de un enfrentamiento con un Bowser notoriamente contaminado con alguna entidad oscura y viscosa, Bowser Jr. aparece para que lo ayudemos a liberar a su padre de esta maldición.

El modo de juego es mucho más similar a lo que vimos en Super Mario Odyssey, es decir, un espacio abierto en el que podemos movernos con libertad y en el que vamos a ir encontrando soles felinos a través de exploración, enfrentamientos y resolución de puzzles.

Pero a diferencia de esa línea de títulos, no hay diálogos con personajes que nos dan misiones (bueno, casi) ni viajes a otras secciones a través de pantallas de carga: todo es completamente explorable al mismo tiempo. Podemos navegar de una isla a otra en el lomo de Plessie, y las mismas están disponibles de inmediato. Cada porción tiene su propia temática, ya sea normal, volcánica, de hielo… lo usual.

La diversión no termina ahí. Cada cierto tiempo, el Bowser contaminado aparece trayendo la noche y con ello, bloques de lava y llamaradas de fuego volviendo todo más peligroso, aunque también modificando levemente el terreno de maneras que pueden sernos beneficiosas. Para poder deshacernos de él, en general, basta con encontrar un sol felino que logra espantarlo por un rato.

Sin embargo, nuestro objetivo es enfrentarnos con él, y para eso hay que desbloquear las Gigacampanas, un ítem que nos convierte en Mario gatogigante con peluca de super saiyan, iniciando un combate que emula los enfrentamientos al estilo Godzilla vs. Kong, en lo que resulta probablemente la mejor pelea con un boss que vivimos alguna vez en esta saga.

Por cierto, la premisa felina acá es llevada al extremo: todo, absolutamente TODO está tematizado con orejas de gatito, ya sean los árboles, los arcos, los arbustos, las flores, los pilares y por supuesto, los enemigos.

Acá hay gato suelto

A diferencia del juego base, contamos con un mini inventario en el que podemos almacenar muchos de los power-ups que encontremos en el camino, pudiendo seleccionarlos y aplicarlos sobre nosotros en cualquier momento, lo que no sólo nos puede salvar en muchos momentos de peligro, sino que también añade un muy ligero aspecto de metroidvania a la cosa.

Aunque, a decir verdad, uno de los detalles más interesantes de este modo es que no hay una sola manera de resolver las cosas, y que muchas veces nos topamos con situaciones emergentes en las cuales no vamos a estar seguros si esa era la forma en que se suponía que lo resolvamos, una sensación similar a la obtenida, salvando las distancias, en juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Finalmente queda hablar de Bowser Jr., quien es el único personaje (bueno, además de Plessie) que nos acompaña en este modo, y al que podemos señalarle (a través del modo cursor que explicamos antes) enemigos para que los ataque, ítems para que los recolecte y secretos en las paredes para que los coloree. También puede ser controlado por una persona en modo local, lo cual nos facilita la vida.

Conclusión

Es difícil no recomendar este juego de inmediato a cualquiera que posea una Switch en su casa. Bueno, pongámoslo así: si ya jugaron el original, no tienen ninguna intención de volver a jugarlo y no les interesa ningún contenido extra o consideran que el precio no lo justifica, pues pasenló de largo. O bueno, si odian a Mario.

En cualquier otro escenario, esto es una compra obligada. Super Mario 3D World sigue siendo el juego divertido, dinámico y colorido de siempre, con la inclusión de pequeños ajustes que logran mejorarlo. Con muchas horas de contenido, sigue siendo digno de rejugarlo. Vale aclarar que el multijugador se aprecia más si todas las personas tienen una noción clara de Mario en 3D, o bien si disfrutan del caos.

Por otro lado, el nuevo modo Bowser’s Fury es de lo mejor que pudimos jugar en mucho tiempo. es tan bueno que podría funcionar por sí solo si lo lanzarán hoy en la tienda de Nintendo por unos pocos dólares, pero eso no sería negocio (bah, todo puede pasar).

Es una experiencia de Mario que se siente algo distinto, más riesgosa, más moderna. En cantidad de horas, no suma mucho: si queremos completarlo al 100%, estaremos hablando de unas seis horas, con toda la furia (cuac). Pero es una caja de arena fácilmente memorable a la que vamos a estar volviendo sólo para divertirnos incluso si ya no nos queda nada para recolectar.

Bueno, ahora dejen de lamerse las patas y vayan corriendo a comprarlo… ¡No me hagan enojar! [i]


DESARROLLADO POR: Nintendo EPD Tokyo, Nintendo Software Technology Corporation & 1-UP Studio
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: Plataformas
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Una de las mejores aventuras 3D de Mario logra ser relanzada para Nintendo Switch con una nueva campaña que vale la pena por sí misma.
LO BUENO: Se ve más lindo que nunca, pequeñas mejoras que aumentan la calidad de vida, multijugador online, el modo Bowser’s Fury suma valor, varias horas de juego y mucha rejugabilidad.
LO MALO:  El aumento de velocidad puede complicar la jugabilidad en algunas secciones, se perdieron los controles táctiles y el modo cursor no es el reemplazo ideal, la pelea con Fury Bowser puede volverse repetitiva, el progreso online sólo se le guarda al anfitrión de la partida, los niveles Captain Toad en multijugador marea un poco, el menú de inicio tiene menos onda que mi gato cuando vienen visitas.

Este análisis fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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