Parece que cada vez más, las empresas de automóviles consideran los juegos a la hora de promocionar y hacernos desear sus productos.
Por el lado del software tenemos que es evidente la capacidad de exhibición y posibilidad de manejo virtual que implican los juegos de conducción, y el incremento del realismo en la representación de modelos y comportamientos. Por ejemplo, en Gran Turismo 4 los tiempos que hacen los jugadores difieren en un segundo aproximadamente de los tiempos reales, para completar un nivel en Lara Croft Tomb Raider: Angel of Darkness hay que manejar un Jeep Rubicon (si se bajan el juego en ese enlace, por favor comenten que les pareció), en Collin McRae 3 el jugador maneja por decenas de horas un Ford Focus.
Por el lado de las estadísticas, los datos dicen que las edades de los jugadores van creciendo, en el primer mundo la edad promedio de un jugador es 29 años, y el espectro va de los 10 a los 50. Además en más de la mitad de los hogares de Estados Unidos se juega.
Todos estos son hechos que no pasan inadvertidos para los fabricantes de autos. Por eso los juegos se están tornando una buena forma de contactar a los compradores primerizos, de acuerdo a la gente de Ford y Chrysler.
Cuando responsables de esta última empresa dicen, “Aquí es difícil hallar alguien que no sepa que a) los juegos son importantes, y b) funcionan”, tendremos que creerles.
Esta sociedad entre realizadores de programas de conducción y fabricantes de autos parece que no se va a terminar, y eso nos beneficia a los jugadores que podremos manejar en nuestras plataformas de juegos simulaciones cada vez más realistas. A eso sí, que se dejen de tonteras y nos permitan romper los vehículos.
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