Dr. Nefarious y el multiverso de la locura
En el último tiempo, los peluches —o, si lo prefieren, “furros”— parecen cargar con nuestra expectativa. Primero, Biomutant, una promesa indie que, pese a los aciertos, se terminó despeluchando. Ahora, es turno de un AAA y un nombre famoso, pero que carga una responsabilidad más pesada: tratar de convertirse en el motivo de compra de una PS5 en launch. ¿Está Ratchet & Clank: Rift Apart a la altura de este desafío?
Hace unos meses, Housemarque lanzó Returnal, en exclusiva para PS5, un juegazo que me encantó. A pesar de ello, me resultaron exageradas las opiniones del tipo “ahora sí se vino la next gen”. Creo que a muchos les ganó el entusiasmo y hasta el fanatismo porque, pese a todos sus aciertos, no se sentía como un salto generacional.
Quizás ahora podrán apreciarlo mejor al contrastar estos aspectos técnicos contra Ratchet & Clank: Rift Apart. Esto sí se ve y se siente como algo que esperamos de un juego next gen. Nuestros ojos no dejan de enamorarse de todo lo que desfila por la pantalla.
Siguiente generación
Quizás es exagerado decir que Ratchet & Clank: Rift Apart no puede distinguirse de la más reciente y mejor película de animación… pero, si lo hiciéramos, nos excederíamos por muy poco. Además de excelentes gráficos y una dirección de arte sublime, es arrogante a la hora de mostrar una cantidad alucinante de objetos, partículas y personajes en pantalla. Ni hablar del detalle de los modelados, postprocesos e iluminación, que a puro ray tracing ayudan a componer escenas deliciosas.
Para controlar este endemoniado despliegue, el juego nos da tres opciones. La primera, la más zarpada, y exigente para la PS5, que es mover las texturas a 4K, con todos los efectos (incluso ray tracing) a 30 fps. Una segunda opción, la que más aire le da a la consola, implica quitar efectos, en especial el ray tracing, y correr a 60 fps manteniendo los 4K de resolución.
Por último, tenemos nuestra preferida, la opción de “rendimiento + RT”, que permite correr a 60 fps, manteniendo el ray tracing pero golpeando la resolución de 4K. Aunque, para ser sincero, el proceso de reescalada hace que esto sea caaaasi imperceptible.
Gatillos y perrillos
Tal parece que el line up de lanzamiento de PS5 tiene un denominador común: aprovechar las bondades del DualSense. Si bien en este apartado Ratchet & Clank: Rift Apart no supera el ingenio o la extensión de Returnal, tampoco queda muy atrás. En especial con el uso de los gatillos y su force feedback, donde presionar hasta mitad de camino efectúa un disparo o acción, mientras que llevarlo a fondo realiza algo distinto, por lo general más poderoso.
Y ya que estamos en el tema “disparos”, tenemos que mencionar la exquisita jugabilidad de Ratchet & Clank: Rift Apart. Esta mezcla loca de plataformas y shooter en tercera persona tiene todos los elementos apropiados para el éxito. La movilidad es increíble, desde lo más básico hasta las esquivas, botas propulsoras y mucho más.
Pero lo que me pareció sublime es el diseño de las armas, de una originalidad tan impresionante que da un poco de envidia que exista gente con ese nivel de creatividad. Para arrancar, tenemos los clásicos, tales como pistolas o escopetas con diferentes modos. Pero también tenemos torretas que llenan de pasto a los enemigos y los inmovilizan, cápsulas que electrocutan, rayos de energía masivos y muchas locuras más.
Aquí, no solo se nota la originalidad (y locura) extrema aplicada al diseño, sino la inteligencia en buscar sinergias. Algunas armas son para control de multitud, otras para ataque a larga distancia, otras funcionan perfecto en cortas… se complementan perfecto unas a otras. Y, por si fuera poco, se pueden mejorar con interesantes árboles de habilidad.
Mucho más que plomo
Continuando con el aspecto jugable, muchas veces parece que el tiroteo o gunplay está por encima de todo. Quizás sea por lo mucho que resalta, gracias a las estupendas escenas de acción, la locura gráfica de luces y partículas o lo bien que se siente cada una de las armas.
Lo cierto es que el resto de las partes que componen el juego están muy bien. Quizás el único punto flojo es el uso de vehículos y monturas, que parece sacado de otro título, uno más tosco, con una calidad menor en fluidez y animación.
Esto contrasta mucho con otros componentes de Ratchet & Clank: Rift Apart. Sin ir más lejos, hasta la propuesta de puzzles está muy bien, algo no muy común para el género. Tenemos una especie de (sencillo) homenaje al viejo “Lemmings”, donde debemos modificar los caminos y obstáculos de un circuito, para que las variaciones cuánticas de Clank no se suiciden.
En el mismo sentido, existen otro con mucha más acción, donde pasamos a controlar a un programa llamado Glitch. Una especie de tanque de guerra, que se mete en el mundo virtual para limpiar cúmulos de virus y así poder habilitar terminales. ¡Ser un antivirus nunca fue tan divertido!
Por último, mezclándose con la exploración y re exploración, existen zonas ocultas con pasajes interdimensionales, que derivan en puzzles plataformeros muy bien diseñados. Y si bien los mapas de cada mundo son algo pequeños, los podemos re visitar sin límite. La idea es que, luego de obtener nuevas habilidades, podamos llegar a zonas antes inaccesibles, con mejoras y coleccionables como recompensa.
Traigan pochoclo
Si vamos al contenido en sí, al argumento, no está mal, pero tampoco destaca. Resumiendo, Clank le regala a Ratchet una pistola para abrir brechas dimensionales y así buscar a otros sobrevivientes de su raza. Sin perder tiempo, la pistola es robada por el malévolo Dr. Nefarious, en un intento desesperado por buscar una dimensión donde no sea tan… bueno, perdedor.
En el medio de este caos, el artefacto acaba por romperse y desbaratar múltiples dimensiones y realidades. Así, Ratchet, Clank y Nefarious son transportados a una dimensión con muchas sorpresas: no sólo el malévolo doctor es el actual emperador, sino que se encuentran a la contraparte cuántica de Ratchet, Rivet. A partir de este momento, ambos compartirán arsenal, mejoras, habilidades y, en especial, protagonismo.
En fin, esto tiene dos facetas: la historia es un poco comunarda, pero cada diálogo, cada gag y cada situación cómica es brillante. Es decir, el guion es de una calidad estupenda. Poco tiene que envidiar a esas películas de animación que tanto disfrutamos padres e hijos. Y, lo mejor de todo, se nota el esfuerzo para que la puedan jugar sin necesidad de haber pasado por entregas previas.
Para cerrar, no creo que Ratchet & Clank: Rift Apart sea un juego “vende consola”, como tampoco justifica esos USD 10 “extra” —que pintaron de la nada— en esta gen. Pero en este caso funciona al revés: tener una PS5 nos empuja a comprar este gran juego. ¡En esta dimensión o en cualquier otra! [i]
DESARROLLADO POR: Insomniac Games
DISTRIBUIDO POR: Sony Interactive Entertainment
GÉNERO: Plataformas, Aventura y acción
DISPONIBLE EN: PS5
QUÉ ONDA: Un peluche se viste de next gen y nos quiere vender una consola nueva.
LO BUENO: Apartado gráfico alucinante. Guion brillante e hilarante. Jugabilidad excelente en casi todos los aspectos. Impresionante diseño de armas. Muy buen uso del DualSense.
LO MALO: Es un poco corto (13 hs aproximadamente). Algunas opciones jugables, como las monturas, están por debajo de la calidad general. La historia, pese al estupendo guion, tiene poca sustancia.
Este análisis de Ratchet & Clank: Rift Apart fue realizado a través de un código de PS5 provisto por sus desarrolladores.

Gustavo Sobrero, alias El Cenizas, es Jefe de Redacción de [IRROMPIBLES]. Fue criado por una comunidad de flamencos con aspiraciones teatrales, de quienes heredó el talento para posar dramáticamente en cualquier foto grupal. Pasó su juventud investigando si los peces tienen acento regional al hacer “blub”. Está absolutamente convencido de que nadie lee esta información en los perfiles (planea demostrarlo con este texto). Pueden seguirlo en Twitter (@ElCenizasWTF) y en Instagram (@el_cenizas).
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