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Darkstar One

Siglos pasaron desde la gran guerra galáctica. Pero los Thull llegan para desequilibrar la paz, y en medio de la tensión diplomática una única nave parece tener la posibilidad de evitar la guerra. La Darkstar One, heredera de la tecnología de una legendaria civilización, es capaz de invocar a una supernave automática desde un universo paralelo. Kayron Jarvis, un joven piloto, descubre que su padre ha sido asesinado debido al proyecto secreto que convierte a la Darkstar One en el vehículo espacial más enigmático de todos los tiempos. La nave porta en su interior una serie de mecanismos derivados de una tecnología alienígena tan mística como antigua, que el viejo Jarvis estaba desarrollando en silencio antes de terminar con las botas para adelante. Darkstar One, el juego, es un “simulador” de combate espacial, entre muchas otras cosas que lo emparentan con viejas glorias como Wing Commander: Privateer (1993) y StarLancer (2000). Es single player, y no tiene multi. Esto se debe a que su fuerte es la historia de Kayron Jarvis, de cómo va explorando entre más de 300 sistemas solares, y qué ocurre durante la guerra entre las seis civilizaciones conocidas de la galaxia. En el guión participó una reconocida escritora de ciencia-ficción germana, Claudia Kern. Aunque existe una serie de misiones de historia lineales respecto del gran enigma central, en el que Kayron va descubriendo sistemas solares, nuevas tecnologías y enemigos más poderosos, Darkstar One ofrece la posibilidad de desarrollar las posibilidades de la nave mientras se tenga dinero suficiente. Y el vil metal se obtiene por medio de diversos medios: se puede pilotar la nave en misiones pagas, como escolta o transporte, hacer unos dinerillos fáciles pirateando como el peor bicho del espacio, contrabandear, o ponerse en el rol de un mercenario al que sólo le importan los deseos de su cliente, mientras ponga los créditos en su cuenta bancaria. Hay otras piezas y mejoras que se consiguen encontrándolas o en las batallas. La Darkstar One tiene a su disposición más de 200 elementos, suponiendo que Kayron recorriera hasta el último rincón de la galaxia. Puede mejorar armas, escudos y propulsión; también computadoras de a bordo y drones. Con todas estas cosas, Kayron puede desarrollar a su nave como mejor le plazca, jugando al bueno o al malo, volviéndola rápida y liviana o tan pesada como un acorazado de guerra. Todas las razas –seis principales– tienen su propia táctica de combate. Hay un arma especial, una especie de “hechizo” como en los juegos de rol, que tiene múltiples propósitos. Además, Darkstar One dispara misiones especiales que otorgan premios únicos, las cuales no sólo se desenvuelven en el vacío sino también en la superficie de los planetas, en desfiladeros e incluso en el interior de algunos de estos mundos. Sus desarrolladores, los germanos de Ascaron Entertainment, definen al juego como “una aventura de acción espacial con elementos de juego de rol”. ¿Será?

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