La libertad tiene un precio, alguien tiene que pagarlo y nosotros como agentes del tío Sam nos encargamos de ir a cobrarles a domicilio, pero no por cualquier motivo, si no por una “causa Justa” (Just Cause). En Just Cause, tomamos el rol de un agente del gobierno estadounidense llamado Rico Rodríguez. Trabajamos como agente encubierto para la CIA haciendo los “trabajos sucios” necesarios para derrocar al tirano líder del caribeño país de San Esperito y devolver el país a la libertad. Una isla bella, pero atormentada por las luchas entre las distintas facciones guerrilleras y el gobierno. En esta linda isla de Sud América se están fabricando armas de destrucción masiva (¡estos micos sudamericanos son un peligro!) y nuestro trabajo es detener este inminente peligro contra la paz mundial. En medio de este cóctel político a punto de estallar, gracias a las varias facciones guerrilleras que buscan tomar el poder, nosotros aterrizamos con nuestro paracaídas en el lugar y momento justos para poner a todas estas facciones de nuestro lado con un enemigo común: el actual gobierno de San Esperito. Cualquier similitud con la invasión Estadounidense a Panamá para derrocar a Noriega en 1989 en la operación “Just Cause” es pura coincidencia, ¿o no? Just Cause ofrece la libertad de hacer las misiones que se deseen y de la forma que uno quiera: se puede jugar a favor de una las facciones de la isla contra las demás, incitar a que el pueblo se rebele o construir alianzas con fuerzas rebeldes y carteles de la droga. Se puede explorar libremente la isla entera con más de 1000 Kilómetros cuadrados de montañas, junglas, playas, ciudades y villas, las cuales podemos recorrerlas en auto, bote o avión y que gracias a la tecnología AvalancheTM no hay ningún tiempo de espera para la carga de los escenarios, ya que se renderean mientras jugamos, algo nunca visto en un juego hasta el día de hoy. La libertad de acción es total, y depende de nosotros como llevemos a cabo la misión, la decisión es nuestra.

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