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WarioWare: Get It Together! [REVIEW]

Lo bueno, si breve

Luego del pequeño desvío en el camino que fue Game & Wario, la saga de los microjuegos vuelve en pura forma para la consola Nintendo Switch, probando que la fórmula está lejos de agotarse. ¿Pero viene con suficiente contenido? ¿Aprovecha todas las virtudes de la consola? Eso está por verse en esta nota donde vamos analizar TODO su contenido en verdadero detalle.

Pero antes, un poco de historia. Porque esta saga se la merece y siempre hay que aprovechar una buena excusa para contarla.

El bombardero de jueguitos

El chiste este de los minijuegos no lo arrancó técnicamente Wario, sino su tan odiado rival. Para entenderlo mejor, situémonos en los finales de 1999. En Japón se lanza 64DD, un periférico para la Nintendo 64 capaz de leer discos floppy (aclaración para centennials: hablo de esos que le dieron origen al simbolito de “guardar”). 💾

La idea detrás de este periférico era poder ofrecer aplicaciones y darnos la posibilidad de grabar y regrabar. Para demostrarlo, Nintendo desarrolló una suite de software llamada Mario Artist, una suerte de secuela espiritual del clásico Mario Paint. La idea era que con Paint Studio dibujemos, con Polygon Studio modelemos en 3D y con Talent Studio animemos todo.

Pero dentro de Polygon Studio había escondido algo más: un modo de juego llamado Sound Bomber, en el que teníamos tres vidas para entrar y salir de realmente breves minijuegos, mientras la música se ponía desquiciada y un contador marcaba nuestro progreso.

El entusiasmo de varios de estos desarrolladores por hacer minijuegos no se quedó ahí, por lo que en secreto comenzaron a trabajar en un título conformado sólamente por estos entretenimientos alocados y rápidos. De todos los personajes preexistentes de Nintendo, el único rostro que tenía sentido poner al frente era el de Wario.

Así nació WarioWare Inc.: Mega Microgames!, lanzado en 2003 para la Gameboy Advance. Varios de los minijuegos presentes en Polygon Studio fueron reciclados. El fichín fue un éxito y dio lugar a una saga que se suele distinguir por sacarle el jugo a los aspectos distintivos de cada consola. Como en WarioWare: Twisted! lanzado para GBA en el 2004, donde se usa un giroscopio presente en el cartucho para jugar (otro día hablamos de lo innovador que fue esto). O como WarioWare: Touched! lanzado al año siguiente y que aprovechaba las bondades de la pantalla táctil de la Nintendo DS. Probablemente el más popular sea WarioWare: Smooth Moves, lanzado en 2006 para Wii como uno de los indispensables de la consola por la forma de utilizar toda la tecnología de los wiimotes. En 2008 WarioWare: Snapped! aprovechaba la cámara de la DSi y en 2009 WarioWare D.I.Y. nos permitía crear nuestros propios minijuegos.

Mucha gente pensaría que Game & Wario de 2013 es el juego más reciente en la saga, pero no estarían en lo cierto. Aquel party game experimental para Wii U (que sólo conservaba su espíritu minijueguil dentro de uno de sus modos) fue sucedido por WarioWare Gold, título lanzado en 2018 en la consola Nintendo 3DS y que recopila muchos minijuegos antiguos con el agregado de algunos nuevos.

Bueno, ahora que conocemos la historia de la saga WarioWare en detalle, hablemos del juego que nos reúne aquí: WarioWare: Get It Together!

Con tanta introducción, mejor que valga la pena

Pero claro que sí. WarioWare: Get It Together! es una nueva iteración de la franquicia que viene en pura forma, pero con un giro.

Usualmente, cada minijuego tiene su propio personaje/objeto/cosa que controlamos para ganarlo. Si, por ejemplo, el objetivo es barrer las hojas del piso, probablemente nuestro rol es el de un humano con una escoba, y en el siguiente quizás seamos una tortuga que debe llegar al otro extremo del escenario para ganar.

En esta historia, Wario y sus colegas, quienes trabajan en un estudio de videojuegos, son absorbidos por el propio fichín que están desarrollando. Para escapar, tienen que atravesar todas las colecciones de minijuegos que diseñaron. Es decir que, por primera vez, son Wario y su pandilla los que protagonizan estos desafíos.

Pero, acá está el chiste, cada personaje se controla de forma totalmente distinta. Por ejemplo, Wario navega el escenario con un jetpack, mientras que Young Cricket puede saltar muy alto. 9-Volt se desplaza en un patineta de una punta a la otra; 18-Volt arroja aros desde una posición estática y hay que desplazarlo con unos ganchos. Mona usa su boomerang; Ashley viaja en su escoba, por supuesto. Algunos están diseñados incluso para combinarlos entre dos jugadores, como Dribble y Spitz, que viajan ambos en sus taxis voladores pudiendo disparar en un sólo sentido opuesto al del otro. Todos los controles involucran uno o dos botones para que sea posible manejarlos con tan sólo un joy-con.

En total, hablamos de veinte personajes que vamos desbloqueando a lo largo de nuestro progreso en el modo Historia. Comenzamos con Wario y a medida que los vamos liberando, el elenco clásico de la saga se va sumando a nuestras filas, algunos presentándose con su propia cinemática (un clásico de la serie). Al principio de cada zona, podemos armar nuestro equipo, que se va alternando para entrar a los distintos minijuegos.

Esto suma una interesante capa de dificultad: no sólo hay que entender y ganar el desafío en unos pocos segundos, sino que además tenemos que recordar los controles del personaje del turno. Lo que se gana aquí es la frescura de que cada minijuego se sienta como nuevo si nos vemos obligados a encararlo con un héroe distinto que la vez anterior.

Un poco de su propia medicina

El modo Historia es bastante breve, tanto que se puede completar en una sentada. Es indispensable hacerlo para desbloquear el elenco completo y los demás modos de juego. Una buena noticia es que se puede jugar completamente en cooperativo. En lugar de un personaje, entran dos al minijuego y deben cumplir juntos el objetivo en cuestión. La dificultad del minijuego se ve levemente alterada, pero en esencia es igual. Si lo hacemos a través del modo de Juego Local, es decir, utilizando dos consolas separadas, el progreso de ambas campañas se guarda por separado.

Si bien tenemos la posibilidad de revisitar todos los escenarios de la historia en dificultades más extremas, no hay un peligro real de quedarse bloqueado en el transcurso de la campaña. Resulta que a medida que superamos niveles, obtenemos unas monedas que podemos canjear en varios lugares del juego. En el modo Historia, por ejemplo, por un módico precio nos permite seguir jugando a pesar de haber perdido todas las vidas en cierto desafío. Está en nosotros invertirlas o comenzar la zona de nuevo desde el principio. Lo cierto es que el precio de esta continuación es tan, tan bajo, y las monedas se acumulan tan fácilmente, que rara vez dudamos de usarlas.

Que empiece la fiesta

Entre los demás modos desbloqueados, contamos con uno llamado Rincón de Variedades. Ahí podemos encontrar una rara mezcla tanto de competencias que envuelven minijuegos, como de actividades completamente distintas. Por ejemplo, en Frente en Alto vamos a hacer jueguito con una pelota todo lo que aguantemos, mientras que en Wario y Asociados tenemos que atravesar una oficina infinita juntando contratos. En Pasa esos 5 podemos jugar al voley en equipo El más divertido es Hasta el Fin, donde clones malignos de los demás personajes vienen a combatirnos sin tregua. Muy similar es Combate en cadena, pero acá nos repartimos trompazos entre nosotros al mejor estilo Smash Bros.

Por el lado de animar nuestras reuniones en casa, tenemos actividades que recuerdan mucho a las presentes en la entrega de Wii. Por ejemplo, en Bajo Presión hay un jugador que supera minijuegos dentro de un monitor mientras los demás inflan un globo, y se van rotando, con la esperanza de que se le reviente al que está contenido en la mini-pantalla.

Goles y Troles hace algo parecido pero en el marco de una partida de hockey aéreo. Estrellas Fugaces nos invita a cooperar en los minijuegos pero en realidad competimos todo el tiempo. Duelius Maximus es supervivencia en minijuegos pura y dura, mientras que Tri-Unfo envuelve conectar triángulos en un tablero de estrategia.

Casi todos estos modos se pueden jugar entre dos a cuatro jugadores, lo que es perfecto para integrar a todas las personas que pueblen el living de nuestras reuniones. Incluso, aprovechando la portabilidad, ¡podemos llevar la fiesta con nosotros!

Aumentando el desafío

Además de todo lo dicho hasta ahora, hay varios otros divertimentos que nos ofrece WarioWare: Get It Together!

Por ejemplo, contamos con el modo Juegopedia, de uno a dos jugadores, en el cual podemos rejugar cualquier minijuego todas las veces que queramos, organizados por categoría para encontrarlos más fácil. De paso, podemos ver los récords obtenidos y estadísticas de compleción.

También contamos con Copa Wario, donde se nos presenta un desafío diario (que puede ser individual o cooperativo). Acá podemos competir con otros jugadores en forma online, enviando nuestro mejor logro semanal a las clasificatorias. ¡Es una buena manera de ganar monedas!

También está la sección de Misiones, donde se nos asignan objetivos generales que, al cumplirlos, somos recompensados con muchas monedas. En general se refieren a logros como completar la historia, superar un minijuego con cierto personaje o vencerlo determinadas veces.

Más personalizable que nunca

El último modo por mencionar, pero no por eso menos curioso, es el de Elenco. Acá tenemos la posibilidad de ver estadísticas del juego en general (como la tasa de victorias de ciertos personajes), adquirir objetos en la Tienda o visitar la Sala de Relax.

Esta última sección es en realidad un menú de personalización del elenco. Podemos acceder a nuevas paletas de colores y cambiarles el look en todo el juego. También podemos ver una galería con arte conceptual de su creación. Estas cosas se van desbloqueando a medida que los personajes suben de nivel, y para lograr eso hay que hacerles regalos. Mientras más adecuados sean, mayor el incremento. Esos objetos se adquieren en la Tienda, donde se compran de a uno o en sets misteriosos a través del Dispensahuevos. ¡Acá es donde se lucen las monedas que consigamos!

Conclusión

¿Es WarioWare: Get It Together!, entonces, un juego indispensable para nuestra Nintendo Switch? Bueno, eso depende de nuestro espíritu. Si la locura frenética de los minijuegos de Wario siempre nos logra sacar una carcajada, hay mucho de eso acá, y con un aspecto amplio de rejugabilidad es casi que una compra asegurada.

Si en cambio la adrenalina de esta saga no es precisamente su estado mental favorito, puede que les convenga pasarlo de largo, ya que no trae consigo ninguna novedad significativa.

Ahora, si están en algún lugar entre estos dos extremos, es útil que consideren a este fichín como un buen añadido a las reuniones sociales. Al tener varias competencias con juegos hiper-cortos y permitiendo hasta cuatro jugadores, puede ser la clave para animar una fiesta con tan sólo dos controles, luciéndose si tenemos cuatro.

Sin embargo, no cuenta con la facilidad de entrada que supo tener el inigualable WarioWare: Smooth Moves, donde cualquier persona podía tomar un wiimote y entender de qué iba la cosa en segundos. Acá, dado que nos puede tocar cualquier personaje y todos se manejan distinto, es fácil marearse, sobra decir para alguien sin mucha experiencia videojueguil.

Ya que hablamos de la entrega de Wii, es menester aclarar que los minijuegos no hacen ningún tipo de uso de la tecnología dentro de los joy-con. El aspecto de la consola en el que el fichín se concentra es el de su portabilidad y la presencia de controles desmontables. Pero después de haber jugado las genialidades presentes en Smooth Moves, o incluso experimentos exitosos con el gamepad de Wii U, es un desperdicio de potencial el no haber incluído al menos un modo que le saque el jugo a lo que en esencia son wiimotes miniatura.

Para las personas más fundamentalistas de la saga WarioWare, pueden no hallarse en el sistema obligatorio del juego de tener que cambiar de personaje entre cada minijuego. Habrá quien extrañe la simpleza total que esto elude, y en ese caso, tememos decirles que están al horno, porque no encontramos manera de apagar el intercalado de elenco en ninguna parte, salvo en las actividades que específicamente nos piden seleccionar un solo personaje, en cuyo caso Wario podría considerarse el más estándar.

Por último, está el tema del precio. Sí, WarioWare: Get It Together! tiene bastante rejugabilidad, pero no se siente que el contenido presente sea suficiente para justificar su costo. Esto ya es subjetivo y queda en el bolsillo de quien lee, pero es un aspecto a tener en cuenta.

De todas formas, lo importante es que Wario está de vuelta con su cocoliche artístico, más locuras instantáneas y un elenco desquiciado. Siempre es una gran excusa para festejar. [i]


DESARROLLADO POR: Nintendo EPD & Intelligent Systems
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: Plataformas, Acción, Party Game
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Wario y su pandilla vuelven con todo en otra entrega de la serie, esta vez protagonizando sus propios minijuegos, con nuevos aspectos de personalización pero sin sacarle del todo el jugo a la consola.
LO BUENO: Minijuegos nuevos, modos de juego muy variados y para varias personas, ya sea cooperativo o competitivo. Muchos personajes para elegir, creando infinitas combinaciones. Se pueden personalizar los personajes. Varios agregados para sumarle rejugabilidad. La dificultad de todo el juego puede ajustarse a gusto. Excelente calidad visual y sonora.
LO MALO: No tiene modalidades online en tiempo real. Algunos personajes son muy difíciles de aprender a controlar en tan poco tiempo para alguien que lo juega por primera vez. En algunas actividades no hay forma de apagar el rotado de elenco. No aprovecha en nada las capacidades de los joy-con.

Este análisis de WarioWare: Get It Together! fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

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