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New World [PREVIEW]

¿El (re)descubrimiento del MMORPG?

Mientras mis pulmones se llenan de agua, una pregunta rebota en mi cráneo: “¿para qué me metí en esto?”. ¿Gloria? ¿Ambición? ¿Codicia? ¿No era más seguro invertir en BitCoin? Ocurre que la promesa de la expedición era tentadora: descubrir un nuevo mundo. O como dice Jeff “el Besucón” —afamado pirata y capitán del barco— un “New World”.

Por supuesto, de movida era imposible decirle “no” a la propuesta tal y como me la vendieron. Un nuevo comienzo en una tierra virgen, pulsante de magia. El tema es que, los muy pícaros, no avisaron del peligro que azota la isla de Aetérnum. La Corrupción, una fuerza mágica jodida como ella sola, se está saliendo de control. Y no es la primera vez que ocurre, pero ya no queda nadie que sepa como contrarrestarla. ¿O sí?

De esta forma, divago mientras muero lento entre restos destrozados, que decoran el naufragio con aires de fatalidad. Y entonces, encuentro la respuesta que buscaba. No vine por el poder, ni por la fama, ni por la gloria… tan sólo quería saber si New World es el MMORPG que se come crudo todos los MMORPG. Y ahora, mientras la arena de la costa raspa mi piel y devuelve la esperanza, estoy a punto de descubrirlo.

En estos días, “New World” ocupa buena parte de los feeds de noticias. No sólo eso, sino que el juego de Amazon barrió con casi todos los pesos pesados de Steam. Counter Strike se aferra a la cima, aunque a veces resbala y es superado. En cambio, ya hace días que DOTA y PUBG miran tristes desde abajo, vencidos.

Pese a las 60 horas que tengo jugadas entre beta y versión final, no se siente honesto dar una opinión definitiva: aún me queda por recorrer. Por supuesto, aquí les ofrezco mis primeras impresiones con un objetivo en mente: recomendar o desalentar la compra. Porque MUCHO cuidado, a pesar de ser mega popular, no significa que es para todo el mundo.

“¿Lo compro o sigo de largo?”

La pregunta del millón. En especial para aquellos que no suelen jugar MMORPGs, pero siente curiosidad al ver la explosión de popularidad. Trataré de ser lo más claro posible y, de movida, hay una pregunta clave: ¿jugaron alguna vez este tipo de juegos? Vayamos por alternativa más sencilla: si jugaron WoW, Guild Wars, Final Fantasy XIV o The Elder Scrolls Online —por nombrar algunos— y no les gustó la onda, no sólo no lo compren: corran despavoridos.

Por otra parte —en caso de que no tengan experiencia en el rubro— sepan que es un juego “chupa vida”. ¿Pueden jugar seis horas por semana? Sí, claro. Pero cuando vean que, mientras ustedes matan chanchos salvajes, el resto le está dando la mema a un mutante de tres metros… y, quizás se desaniman.

Si bien cada uno puede elegir su propio camino, lo normal es que pasen una cantidad de tiempo —no menor— cazando animales, talando árboles, fabricando “movidas” varias, talando o incluso pescando. Una y otra vez…

Incluso las actividades orientadas al combate son repetitivas. Y si bien la historia está muy buena (el lore acompaña), ojo con la expectativa: esto es menos story driven que “America’s Got Talent”. Para resumir, si no pueden invertir al menos quince horas por semana y la repetición de tareas (trascendentes y mundanas) no son lo suyo, mejor sigan de largo.

Los veteranos de guerra

Ahora sí, nos dirigimos a aquellos que ya cargan varios grindeos sobre sus espaldas. Y para comenzar, dejemos una idea clara: New World está más cerca de TESO que de WoW o FF XIV. Es decir, uno de los combates más dinámicos y pulidos que existen en un MMO. Dicho esto, es posible que muchos fanáticos de WoW o FF XIV están bajándose de este tren.

Por el contrario, aquellos que abrazaron el dinamismo de The Elder Scrolls Online estarán contentos. El sistema de combate requiere reaccionar en tiempo real, tanto para atacar como para esquivar y bloquear. Además, es necesario estudiar el patrón de ataque de cada enemigo, para ser lo más eficaces posible. Pero ojo: si bien el sistema es muy bueno —quizás la mejor alternativa dinámica que existe— los trailers me vendieron incluso algo mejor. En especial en cuanto a lo responsivo, casi rozando el hack and slash.

Así, creo que queda clara la recomendación para cada paladar. Y en cuanto al grindeo, es bastante pesado, pero no a un nivel coreano. Lo que sí, esperamos que Amazon haga algo con la tremenda falta de inspiración de las actividades PvE. Para resumir, el questing en este juego es aburridísimo y repetitivo. La excepción son los dungeons que, a pesar de arrancar muy básicos en mecánicas, luego se ponen más interesantes. Pero hace falta más, no quedan dudas.

Trabajos, oficios y clases

Parte esencial de un RPG es la creación y evolución del personaje. Por lo general, tenemos las tres grandes categorías: la orientada a daño, el tanque y el sanador. Luego, en otro nivel de profundidad, vienen los arquetipos clásicos: cazador, ladrón, guerrero, mago de batalla, sanador, paladín y muchos más.

En este caso, el juego plantea una libertad absoluta para ir y venir, pero con una trampa. En síntesis, al ganar experiencia y subir de nivel, asignamos puntos a los atributos. Estos, a su vez gobiernan el uso de armas y dan bonificaciones especiales al llegar a ciertos niveles.

Por otra parte, tenemos habilidades activas —solo podemos asignar tres— y más de una decena de pasivas. El árbol de habilidad está atado a cada tipo de arma y se desbloquea cuanto más las usamos, al estilo Elder Scrolls. Es decir, leveleamos las armas de forma independiente al personaje. Lo mismo ocurre con las especialidades, tales como recolección de recursos, minería, cocina y muchos más.

Pero volviendo a los atributos y habilidades, los puntos asignados pueden redistribuirse cuando queramos. Al principio gratis, luego por una módica suma de dinero o energía mágica. Esto nos da la sensación de que podemos cambiar de clase cuando se nos cante, sin consecuencias. Y aquí la trampa que mencionamos: cuidado porque el tiempo invertido en cada arma no puede ser trasladado. Con lo cual, si somos sanadores y queremos ser tanques, toda la experiencia que tenemos en el báculo no podemos pasarla a, por ejemplo, espada y escudo. Ojo al piojo.

Juego de tronos

Por supuesto, la verdadera estrella de New World es el PvP. Y no por contraste con el bastante triste PvE, sino que tiene luz propia. Expliquemos un poco de que va: en el comienzo, nos pedirán unirnos a tres facciones distintas. Están los guerreros cabeza de balde, los pillos wachiturros y los chupasirios inquisidores. Si nuestra facción controla el territorio en el que estamos, conseguimos bonificaciones varias, que pueden ser experiencia adicional, más rapidez en obtención de recursos e incluso mejor suerte en los drops o crafteos.

Luego, además, podemos unirnos a los tradicionales clanes, con amigos o gente a la cual mínimamente le entendamos lo que dice. Pero aquí es importante remarcar que las bonificaciones son por facción, no por clan. Es decir, los efectos benéficos se aplican si nuestra facción controla el área, aun cuando no sea nuestro clan. Claro que, si además se da esto último, es nuestro grupete el que define los impuestos y la gestión de cada ciudad.

Por supuesto, ustedes se preguntarán: “todo muy lindo, pero… ¿cuándo nos partimos la cara con otros?. La actividad más copada del PvP es la guerra de facciones, donde se enfrentan 50 versus 50 para disputarse el control de una ciudad o territorio. Para llegar a ello, tenemos que debilitar el control de la facción regente. Esto se consigue realizando numerosas quest PvP y/o PvE. Una vez que hayamos logrado la influencia necesaria en la región, nos dan la posibilidad de declarar la guerra. Y ahí ser arma el quilombito.

Una vez formalizado el conflicto, el formato es el clásico “captura de puntos”, donde diez equipos de cinco jugadores (por cada bando) tratan de romperse los huesos. De la forma más táctica posible, por supuesto, que tampoco somos animales. 

En otras palabras, el atacante trata de tomar puntos y el defensor le tira todo lo que tiene a mano para disuadirlo. Y realmente es una cosa de locos, un festival de colores y efectos que dejará boqueando a la placa de video más potente.

Nuevo Mundo, nuevas placas de video…

Sin duda, no existe otro juego del género que se vea tan bien como New World. No solo el diseño de cada bioma es excelente, sino que técnicamente es un despelote. El MMORPG nos tiene acostumbrados a gráficos modestos para abarcar la mayor cantidad de público posible. Aquí, en cambio, eso parece no importar y tiran toda la carne al asador. Por supuesto, siempre comparando contra otros exponentes del género, tampoco se esperen un Forza Horizon 5

En cuanto al sonido, incluso es mejor que el apartado gráfico. La música se zarpa, compuesta por dos pesos pesados: Brandon Campbell y Ramin Djawadi. Ambos coincidieron en Game of Thrones —mejor CV imposible— y tienen otros éxitos del tenor de Westworld, Iron Man e incluso la próxima Eternals de Marvel.

Además, los efectos de sonido nos vuelan la peluca. Desde el eco que produce talar un árbol en el bosque hasta el sonido del trueno del mazo de guerra, todo es una locura deliciosa.

¿Y el puntaje?

En breve. De nuevo, esta era la vía más honesta, porque estoy seguro de que queda tela para cortar. Pero esperamos que puedan usar esta opinión temprana, para decidir el desembarco en estas nuevas tierras, llenas de oportunidades. O quedarse en tierra firme, claro.

En todo caso, puedo decirles que New World no es el mesías que parecía. Tampoco se come crudo a otras propuestas: comparado con sus competidores, la suma de las partes no arrojan una diferencia bestial. Simplemente tiene cosas muy, pero muy buenas… y otras mediopelo. Es un juego donde el PvP es muy divertido, con una mecánica de control de territorio adictiva. Pero que necesita un empujoncito con el PvE, porque está “un poco naufragado”. [i]


DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Amazon Games
GÉNERO: MMORPG
DISPONIBLE EN: Windows.

Este análisis de New World fue realizado gracias a un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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