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Demon Slayer -Kimetsu no Yaiba- The Hinokami Chronicles [REVIEW]

Achurador de demonios orientales

Era difícil que alguien dejara pasar este éxito. Basado en el manga homónimo escrito en 2019, Demon Slayer saltó a la “popularidad occidental” con el anime, en especial desde que Netflix comenzó a transmitirlo. Y ya que tenemos manga y anime, ¿Por qué no ir por el paquete completo? ¿Por qué no transformarlo en un juego de lucha 3D?

Primero que nada, el videojuego respeta y sigue los eventos iniciales del manga y anime. Así, mantiene al pie de la letra la trama y concluye en el final del arco de Mugen Train

En resumen, esta es la historia de dos hermanos —Tanjiro y Nezuko Kamado— y su terrible desgracia. Tanjiro, único sostén económico, vuelve de trabajar y encuentra a su familia asesinada por un demonio. Entre los cadáveres —muy lastimada, pero aún con vida— encuentra a su hermana Nezuko. Sin perder tiempo, intenta llevarla al pueblo para recibir atención médica, pero su hermana despierta, transformada en demonio.

Así, esta epopeya cuenta como Tanjiro busca la forma de hacer que Nezuko vuelva a ser humana. Gran parte de la historia la conocemos a través de escenas animadas, por lo que no es necesario estar familiarizado con Demon Slayer para involucrarse con los personajes y la trama general.

Lo cierto es que, entre estas escenas, hay que caminar y explorar el mundo de Demon Slayer, algo que se vuelve un poco tedioso, demasiado rápido. Es una pena, por dos razones: primero, la historia de Demon Slayer es entretenida, sin estas secciones adicionales. Luego, jugar el modo historia —dura entre nueve y doce horas— es prácticamente la única forma razonable de desbloquear todos los personajes para el modo Multijugador. También podemos desbloquearlos en el modo Versus, pero esto lleva un tiempo considerable.

Tortuga ninja

La historia de Demon Slayer se divide en ocho capítulos. Después de las escenas introductorias, tenemos que guiar a Tanjiro y sus amigos a través de una serie de mapas —mayormente lineales— mientras completamos misiones. Hablar con personajes no jugadores, buscar pistas sobre la ubicación de los demonios y resolver sencillos rompecabezas, todo ello va a la mezcla.

Por supuesto, no podíamos dejar de juntar porquerías desperdigadas por todo el mapa. Así que, a la hora de explorar y recolectar, tenemos fragmentos de memoria —animaciones complementarias de la historia— y puntos Kimetsu, utilizados para desbloquear recompensas. Entre ellas, tenemos nuevos personajes, trajes alternativos, citas, imágenes de arte y canciones de la banda sonora.

Si bien no suena mal en la teoría, en la práctica es más tedioso. Nuestros personajes se mueven con demasiada lentitud y no hay forma de correr. Al punto que, si tenemos que desviarnos para ir en busca de un objeto de colección, nos lo pensamos una docena de veces.

Además, por si fuera poco, el juego nos invita a movernos aún más lento, para que los personajes puedan dialogar entre sí. El resultado final es que estas secciones toman un tiempo demoníaco y, lo más gracioso, ¡es que algunos mapas no presentan interacciones en absoluto!

Temachaco abotonazos (japonés para “controles de pelea”)

Los controles son sencillos e intuitivos. Los ataques normales se asignan a un botón y todos los movimientos especiales a otro. Así, podemos variar los ataques moviendo la palanca analógica en diferentes direcciones, tanto para ataques especiales o para uno de los tres combos únicos.

Además, cada luchador también puede efectuar lanzamientos, correr, realizar un ataque definitivo, usar ataques fuertes ​​y activar dos potenciadores especiales: impulso y aumento. “Impulso potencia los ataques, mientras que “aumento” le da a tu personaje un medidor ilimitado por un corto tiempo. 

De esta manera, en las batallas de dos contra dos, nuestro compañero de equipo puede ayudar usando uno de sus propios movimientos especiales. Esto le cuesta la mitad de su barra de asistencia, o bien puede usarla al 100% para rescatarnos, en caso de ser derrotados en medio del combo. También podemos cambiar entre los miembros del equipo, siempre y cuando la barra de asistencia esté llena.

Si bien la mecánica es fácil de aprender, hay profundidad para aquellos que lo deseen. Entre otras cosas, podemos detener ataques y encadenar combos, movimientos especiales y asistencias en conjunto, dependiendo de la composición del equipo.

En resumen, la verdadera fuerza de Demon Slayer está en aprender a moverse y posicionarse, claves para ganar los enfrentamientos. Los movimientos especiales y las ultimate arts están bellamente animados, tienen ese toque característico de Cyberconnect2.

Unas pocas cachetadas demoníacas

El combate es increíblemente satisfactorio, aunque tiene pequeños problemas aquí y allá. Uno de ellos es el indicador de combo, que registra cuánto tiempo un luchador puede mantenerlos. Su función es la de limitar los combos infinitos, flagelo de juegos como Naruto: Ultimate Ninja Storm. Pero aquí el problema es que no exceptúa movimientos con múltiples golpes. En definitiva, si el indicador se agota, el combo se detiene de inmediato, incluso si un personaje es golpeado o está en medio de un movimiento con múltiples golpes.

Por otra parte, en el modo historia, las peleas son de alta intensidad, a menudo enfrentando a Tanjiro, Nezuko y demás personajes, contra demonios con movimientos y técnicas únicas. Estos enfrentamientos funcionan mejor cuando los demonios se comportan como los personajes jugables, sacando así a relucir lo mejor de este juego.

En cambio, los jefes más poderosos y únicos —si bien son entretenidos— poseen movimientos que cubren gran parte de la arena. Esto hace que a menudo tengamos que jugar a la defensiva y esperando una oportunidad para dar un par de golpes rápidos. Además, se siente un poco injusto que puedan derribarte a voluntad, incluso cuando los tenemos enganchados en medio de un combo.

Aún más problemático es su versión del modo impulso, que no solo potencia sus ataques, sino que también los hace inmunes al aturdimiento. Esto se traduce en que pasamos la mayor parte de la pelea huyendo, hasta que su impulso desaparezca y queden aturdidos. Esto no sería molesto si no sucediera varias veces por pelea, cosa que ocurre y afecta severamente nuestro sistema nervioso.

A pesar de esto, muchas de las batallas contra jefes —en especial las últimas— son excelentes, requiriendo un buen dominio y ejecución de las mecánicas disponibles. Incluso los infames quick time events logran aumentar la sensación de satisfacción al terminar un encuentro intenso.

Vendiendo el alma por más contenido

En cuanto al valor de rejugabilidad, la cosa viene bastante escueta. En el modo historia no hay mucho para exprimir: recolectar fragmentos de memoria o puntos Kimetsu que hayamos dejado atrás, probar la misión especial de cada capítulo o subir de rango en ciertas peleas.

Hay un modo de práctica para perfeccionar habilidades y combos, como también un modo de entrenamiento con desafíos especiales. Por último, tenemos el modo de recompensas, con algunos objetos para desbloquear.

Sin duda, el mayor atractivo para la mayoría es el modo multijugador, que admite tanto juego local como online. En él, se aprovechan al máximo todas las ideas de combates introducidas en el modo historia: estrategia, conocimiento de combo, composición del equipo y uso inteligente del medidor y asistencias.

De esta forma, el juego en línea es donde se encuentra la mayor parte de la acción. Aunque experimentamos algunos lagazos notables de tanto en tanto, la mayoría de las veces funciona bien. Desafortunadamente, jugar en línea también destaca una de las deficiencias de Demon Salyer: su pequeño roster. Si bien hay dieciocho personajes en el lanzamiento, donde sólo doce son únicos: Tanjiro, Nezuko, Urokodaki, Makomo, Sabito, Zenitsu, Inosuke, Murata, Tomioka, Kocho, Rengoku e Hinokami Tanjiro. Los seis restantes son las versiones de la Academia de Tanjiro, Nezuko, Zenitsu, Inosuke, Kocho y Tomioka. Algo lamentable, ya que en esencia son un cambio visual, solo tienen una Ultimate Art diferente.

Otro deficiencia es que muchos personajes usan el estilo de lucha Respiración de Agua, haciendo que personajes como Tanjiro, Urokodaki y Murata tangan movimientos especiales muy similares. Pero, ¡a no desesperar! CyberConnect2 prometió agregar seis personajes más como DLC gratuito, comenzando con Akaza y Rui.

En definitiva, Demon Salyer -Kimetsu no Yaiba- The Hinokami Chronicles es un recuento maravilloso del ya excelente anime. Y esto a pesar de su inconsistente modo historia, donde las cinemáticas intermedias nos salvan del sopor. Aun así, es un juego de lucha impresionante, con un combate que equilibra hábilmente la profundidad y la accesibilidad, a pesar de la escasa variedad en el roster de lanzamiento. [i]


DESARROLLADO POR: CyberConnect2
DISTRIBUIDO POR: Sega
GÉNERO: Lucha, Aventura de acción
DISPONIBLE EN: Windows, PS5, Xbox Series X|S, PS4, Xbox One.

QUÉ ONDA: El exitoso manga y animé, en forma de videojuego.
LO BUENO: Muy buen sistema de combate. Excelente diseño. El modo multijugador.
LO MALO: Poca cantidad de personajes jugables. Recorrer los mapas es un embole.

Este análisis de Demon Slayer -Kimetsu no Yaiba- The Hinokami Chronicles fue realizado a través de un código de PS4 provisto por sus desarrolladores.

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