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Pokémon Brilliant Diamond & Shining Pearl [REVIEW]

Remakes que no brillan ni relucen

Como si de cine, TV o música pop se tratase, los fans de Pokémon todos los años esperan el anuncio ya sea de algo novedoso, o del regreso remixado de algún clásico. A veces, se trata de un retorno con gloria, otras no tanto. Esta es la primera vez que Game Freak terceriza el desarrollo de sus remakes, con resultados cuestionables.

Pero antes adentrémonos un poquito en el pasado: los juegos de esta saga suelen dividirse en generaciones, implicando el tipo de pokémon y mecánicas que podemos encontrar en los mismos. Todo comenzó allá en la portátil Game Boy con los ya famosos Pokémon Red y Pokémon Blue —NdE: ¡y el Green en Japón!—, hoy denominados como la primera generación.

Luego apareció la segunda en Game Boy Color de la mano de Pokémon Gold, Pokémon Silver y Pokémon Crystal (este último una versión mejorada de los anteriores).

Para la tercera generación, presente en Game Boy Advance, aparecieron las remakes: es así como además de Pokémon Ruby, Pokémon Sapphire y Pokémon Emerald, tuvimos dos lanzamientos denominados Pokémon FireRed y LeafGreen, que no eran más que la primer generación hecha de nuevo para una nueva consola.

En la cuarta generación, a la cual originalmente pertenecen Pokémon Diamond y Pokémon Pearl de Nintendo DS, le tocó el turno de ser rehecha a la segunda generación, en forma de Pokémon HeartGold y Pokémon SoulSilver.

En la sexta, le tocó a la tercera, con los remakes llamados Pokémon Omega Ruby y Pokémon Alpha Sapphire, ambos de 3DS.

Finalmente, llegamos a la octava generación, donde los juegos de Pokémon ya dieron el salto de la consola portátil a la hogareña (aunque la Switch es un híbrido, pero no entremos en esa discusión). En nuestras manos tenemos los remakes de la cuarta generación, llamados Pokémon Brilliant Diamond y Pokémon Shining Pearl, demostrando que al equipo de Game Freak no se le agotan las ideas para nombrar los juegos.

Pero claro, el pequeño detalle a tener en cuenta aquí es que estamos ante el primer remake que no es desarrollado por los creadores de la saga, sino por un estudio desconocido llamado ILCA. No les va a sonar de nada porque este es su primer juego publicado, aunque es cierto que han ayudado al desarrollo de múltiples juegos para empresas como Square Enix y Bandai Namco, además de haber creado la app Pokémon Home.

Somos los campeones

El desarrollo del juego es el mismo que el original; el esperado de un título principal de esta franquicia: controlamos a un entrenador novato que junto con su mejor amigo, comienzan una aventura por ser el mejor, mejor que nadie más. Bueno, en realidad también podemos elegir jugar con una entrenadora, pero ustedes entienden.

Luego de tomar por accidente unos pokémon de un científico para defendernos del ataque de un bicho salvaje, el señor nos regala los mismos, y es así que obtenemos nuestro “starter”. Podemos elegir entre Turtwig (una tortuga tipo Planta), Chimchar (un mono tipo Fuego) y Piplup (un pingüino tipo Agua).

Perdón, quizás nunca jugaron un Pokémon y no saben de qué les estamos hablando. Resulta que estos monstruos de bolsillo tienen tipos de los más variados, lo que define sus ataques, su fortaleza y su debilidad ante otros. Como en un juego de piedra, papel y tijera, pero con múltiples opciones, nos encontramos con que, por ejemplo, Planta es débil contra Fuego, Agua es fuerte contra Fuego, Agua es débil frente a eléctrico, y así.

Más allá de nuestro “starter”, los pokémon salvajes que nos topemos en el camino pueden ser capturados e integrados a nuestro equipo a través de las famosas pokébolas (hay un puñado que sólo aparece en Brilliant Diamond, y otros sólo en Shining Pearl).

El combate consiste en los bichos aplicándose ataques entre sí, cada uno en su turno, pero lo interesante es que sólo pueden saberse cuatro técnicas. De querer aprender una nueva, deben olvidar otra. Podemos cargar hasta seis al mismo tiempo, pero una vez que su salud llega a cero, deben ser reemplazados por otro, o de no poderse, finaliza el combate.

Al igual que los originales, Brilliant Diamond y Shining Pearl transcurren en la región de Sinnoh, en la cual contamos con múltiples ciudades e instalaciones que visitar. Aunque hay más de 400 pokémon posibles de capturar en esta generación, contamos con un Pokédex regional que completar, teniendo que avistar los 150 pokémon que normalmente habitan la zona (spoiler: una vez completado el juego, podemos obtener un Pokédex a nivel nacional).

Nuestro objetivo es recorrer los distintos pueblos del mapa y encontrar los ocho gimnasios. Estos lugares están tematizados alrededor de algún tipo de pokémon, y custodiados por campeones que al vencerlos, nos obsequian una medalla. Juntarlas todas significa poder desafiar al Alto Mando y luego, a la campeona de la región.

Claro que también, en el camino, nos toca derrotar al Equipo Galaxia, unos criminales que se publicitan con total libertad (inserte chiste político aquí) y cuyo objetivo es despertar a un pokémon legendario y rehacer el mundo a su gusto a través de su poder. Acá es donde entra en acción cuál de ambos títulos elegimos, ya que si estamos jugando Brilliant Diamond, el pokémon legendario será Dialga, mientras que si se trata de Shining Pearl, será Palkia.

Ah, por cierto, se estarán preguntando, ¿cómo hicimos para revisar las dos versiones del juego? Bueno, pues les alegrará saber que en un rapto de amabilidad, Nintendo nos proveyó con ambas. En el caso de Shining Pearl, le tocó jugarlo a Morris, quién se mandó tremenda review de los Pokémon Sword & Pokémon Shield (de paso, para que no se ponga celoso, lean esta otra de Cufa).

Pokémon grita: ¡cambio, juez!

A diferencia de quien les hablá, Morris sí jugó a la cuarta generación original, y no dudó en acercarme varias observaciones acerca de los cambios en estos remakes.

Entre las más curiosas, está el hecho de que ahora podemos cambiar el look de nuestro personaje en las tiendas de ropa ¡Incluso nos obsequian un traje de gala para participar de los concursos! Hablando de los concursos, el minijuego musical con el que impresionamos al jurado es mucho más elaborado ahora.

También sacaron los tragamonedas y volvieron los sellos, que sirven para decorar las pokeballs, disponibles desde el principio del juego. La animación de los mismos se aprecia cuando el pokémon entra al combate.

Mientras que los entrenadores parecen ser más inteligentes que en los juegos originales, es posible volver a pelear con los líderes de los gimnasios, quienes aumentan su dificultad.

En cierto punto del juego, visitamos un parque en el que nuestro pokémon camina junto a nosotros, y a partir de ahí lo hace durante el resto del juego, algo que no sucedía en los originales.

Una de las más grandes novedades es el Parque Ramanas, lugar que reemplaza al antiguo Pal Park de los juegos originales, y en el cual podemos invocar pokémon legendarios a través de unas piedras. Está lleno y acá nos esperan unas de las peleas más complicadas, ¡pero primero hay que tener completo el pokédex! Tengan en cuenta que, dependiendo a qué versión juguemos, distintos legendarios vamos a encontrar acá. Las aves de la primera generación están en Shining Pearl, si eso es lo que querían preguntar.

Hablando de nuevas secciones, tenemos el Gran Subterráneo, que reemplaza a la zona subterránea de los originales, despojándola de su aspecto online pero sumando varias actividades nuevas, entre ellas la posibilidad de hallar los escondites de pokémon de otras regiones y armar nuestra propia cueva secreta.

Pero sin duda los cambios que más se agradecen por la forma en que facilitan el juego son, primero, la posibilidad de usar las HM (habilidades clave para permitirnos el paso) a través de un pokémon que no necesariamente esté en nuestro equipo. ¡Graciaaas!

Segundo, la experiencia compartida entre los pokémon del equipo, lo que permite subirlos de nivel fácilmente (nunca tuve un Gyarados tan pronto en mi vida).

Lo que sí es importante advertir es que algunas de las novedades presentadas por Pokémon Platinum (la versión mejorada de los Diamond y Pearl originales) no hicieron acto de presencia en estos remakes. Por ejemplo, no hay Frente Batalla ni hay forma de acceder al Mundo Distorsionado (aunque podemos atrapar a Giratina, ¡algo es algo!). No tenían por qué agregarlas, está claro, pero hubiese sido un cariño extra que sin duda les hubiésemos agradecido.

Y luego está el tema del apartado visual… Uff. A ver, con una mano en el corazón, si fuese cualquier otro juego, pasaría desapercibido. Y mal, lo que se dice mal, no está. Pero a esta altura del partido, y nada menos que en un título de la línea principal de juegos de una saga como Pokémon, uno espera un laburo hecho con más ganas. Esto se acentúa con los cambios de apariencia de los personajes dentro y fuera de los combates. Tampoco ayuda que ni se molestaron en hacerle una presentación al juego, arrojándonos una placa horrible.

Hay que destacar un detalle, sin embargo: a diferencia de otros títulos donde el decorado de combate es un simple lugar neutro, acá al momento de pelear lo hacemos en un escenario correctamente ambientado, lo que mejora la inmersión y crea momentos más vistosos.

Un comentario más y la cortamos: si bien los minijuegos que usaban la pantalla inferior de la Nintendo DS fueron bien trasladados, todo lo que respecta al Poké Reloj es bastante incómodo de usar. Para abrirlo, hay que mantener el botón R hasta que aparezca, lo mismo para cerrarlo… ya van a ver cuando lo usen.

Pokémon: ¿capturarlos o dejarlos libres?

Pokémon Brilliant Diamond y Pokémon Shining Pearl se sienten como remakes obligatorios, como una suerte de ritual que había que cumplir, con tanto desinterés de sus propios creadores que ni ellos los hicieron (nah, mentira, es que están ocupados con el siguiente Pokémon).

Son puro producto de la inercia, pero no por eso son necesariamente malos. Funcionan, y si quieren experimentar la cuarta generación otra vez (o por vez primera) con mínimos cambios y menor dificultad, estos lanzamientos son una manera totalmente correcta.

Para los puristas, siempre está la opción de desempolvar el Nintendo DS y conseguir uno de los cartuchos originales. Pero quizás, para nuevos jugadores, que buscan en su Nintendo Switch una experiencia Pokémon lo más parecida posible a las de antaño, esta sea su oportunidad. [i]


DESARROLLADO POR: ILCA
DISTRIBUIDO POR: Nintendo
GÉNERO: Acción, RPG
DISPONIBLE EN: Nintendo Switch

QUÉ ONDA: Le llegó el turno de ser rehecha a la cuarta generación de una de las sagas más exitosas, pero el resultado no se ve tan bien como podría hacerlo y no trae suficientes novedades para justificar su existencia (más que poder jugarlo en Switch).
LO BUENO: Jugabilidad original respetada al detalle, cambios que facilitan y hacen más accesible algunos aspectos del juego, expansión de la zona subterránea, nueva región para atrapar pokémon legendarios.
LO MALO: Apartado visual que no está al nivel de la saga ni de los juegos en los que se basa, ausencia de aspectos de Platinum que podrían haberse trasladado con un esfuerzo extra, falta de opciones para desactivar facilidades y así aumentar el desafío, el Poké Reloj no es muy cómodo de usar, online un poco confuso.

Este análisis de Pokémon Brilliant Diamond y de Pokémon Shining Pearl fue realizado a través de códigos de Nintendo Switch provistos por sus desarrolladores.

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