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Halo Infinite [REVIEW]

¡Master Chief está de vuelta! (no, no es el show de cocina)

Estábamos en plena pandemia —julio de 2020— cuando Xbox hizo la jugada. Decidió mostrar un título que estaría desde el primer día en la nueva generación, que se lanzaría apenas unos meses después. Casi nueve minutos de un trailer cargado de gameplay, pero que se notaba por todos lados que le faltaba mucho laburo. Halo Infinite no se veía bien y las críticas se lo hicieron sentir.

Alguna vez un tal Shigeru Miyamoto dijo: “Un juego retrasado será eventualmente bueno, un juego apresurado será malo por siempre”. Y con esta premisa en mente, la gente de Xbox —con Phil Spencer a la cabeza— decidió retrasar Halo Infinite un año, tan solo un mes después de ese trailer.

En otras palabras, significaba que lo nuevo de su franquicia insignia no iba a estar listo para el lanzamiento de las Xbox Series X/S. Aún así, fue la decisión más acertada, porque hoy Halo Infinite es lo que todos los fans de la saga estaban esperando. Un juego con una gran campaña, un multijugador muy divertido y gráficos a la altura de la next-gen.

Soltá, Master Chief… soltá

La historia de esta nueva entrega transcurre tan solo seis meses después del final de Halo 5. El líder de Los Desterrados logra derrotar a nuestro protagonista y lo lanza al espacio. Así, Master Chief queda a la deriva medio año, hasta ser encontrado por un solitario piloto humano, llamado Eco-216.

De esta manera, es reactivado y puesto al día con las noticias: la supervivencia de la humanidad pende de un hilo. La guerra está casi perdida, pero esto es algo que nuestro héroe no acepta a la ligera y se pone en marcha para tratar de derrotar al enemigo. Para conseguirlo, recupera una inteligencia artificial llamada Arma —o Weapon en inglés— muy parecida a lo que era Cortana en sus inicios.

Una vez completado este prólogo, llegamos a Halo Zeta, un mundo anillo en manos de Los Desterrados. La primera tarea es recuperar una base de operaciones avanzada (BOA), para liberar luego un mundo semi abierto, el cual podemos recorrer casi a nuestro antojo.

De esta manera, las 15 misiones principales nos llevarán por todo el mapa, cumpliendo objetivos y derrotando jefes. Mientras esto ocurre, descubrimos una historia que, sin tener una gran profundidad, explora las relaciones entre el protagonista, el piloto y la nueva IA. En el caso de esta última —y por su parecido con Cortana— afecta la memoria emocional de Master Chief. Por momentos, lo notamos vulnerable y hasta con miedo, humanizando más al protagonista.

Melancolía y plomo

El alma del juego sigue siendo la misma, un FPS muy divertido en el que Master Chief se enfrenta a cientos de enemigos para cumplir con su deber. Aún así, el diferencial principal de Halo Infinite es el mundo semi abierto y sus misiones secundarias. Éstas nos ayudan a revelar el mapa y subir nuestro nivel de “valor”, el cual permite desbloquear nuevas armas y vehículos.

Entre esos objetivos alternativos, capturamos nuevas BOAs —las cuales permiten el viaje rápido—, destruimos fortalezas ultra protegidas, derrotamos jefes que tienen armas únicas y encontramos Núcleos Espartanos, los cuales permiten mejorar el traje de Master Chief. Aunque en ningún momento nos resultaron aburridas, no hay mucha diferencia entre una misión y otra. En casi todas, nuestro deber es derrotar enemigos y capturar o destruir cierto lugar.

Por otra parte, una de las mejores incorporaciones de Halo Infinite es el gancho, que nos permite acceder a sitios en altura, escalar montañas o dispararlo a enemigos para acercarnos rápido. A su vez, también podemos mejorar esta herramienta con núcleos espartanos, para tenerlo disponible casi todo el tiempo o incluso hacer daño a los enemigos. Así, se convierte en algo tan importante como las armas, dando un dinamismo y diversión al combate como no existe en otro Halo. Además de esta ventaja, no es la única que podemos mejorar. Hay otros cuatro, como un escudo o un dash muy útil en combate.

Rápido y Maestro

En cuanto a la conducción de vehículos, no hay muchos cambios. Sigue el sistema heredado de las épocas de Bungie, con lo que eso conlleva: gente que lo ama y gente que lo odia. Esto es porque, en PC, la dirección se da con el mouse y no con WASD, como suele ocurrir en otros juegos. Los veteranos se sentirán a gusto, mientras que a los recién llegados puede resultarles poco intuitivo.

Incluso, es posible que estos últimos se den por vencidos y opten por ir a pie de un lado a otro. Y aquí aparece un punto flojo: el mundo abierto no destaca por tener una gran variedad de actividades. De hecho, fuera de las misiones, no hay mucho para hacer y por momentos se siente un poco vacío y monótono.

Más allá de estos temas, en lo técnico el juego se ve espectacular. Se nota mucho el trabajo de 343 Industries en este último año, en especial al compararlo contra aquel primer trailer de 2020. Las texturas, iluminación y entornos se ven muy bien, un digno Halo de nueva generación.

No obstante, hay que destacar que en PC para lograr 1080p a 60fps con todo en ultra vamos a necesitar al menos una RTX 3080 y un procesador de última generación. Lo digo por experiencia propia, ya que mi 3070 no alcanzaba 60fps constantes, con gráficos al máximo. En definitiva, Halo Infinite es un juego muy exigente si pretendemos alta fidelidad gráfica.

Por último, pero no menos importante, Halo Infinite cuenta con un modo multijugador gratuito. Éste, con el lanzamiento oficial de la campaña, salió de su fase beta. El “multi” nos ofrece enfrentamientos 4 vs 4 o 12 vs 12, con diferentes modos de juego. Entre ellos se encuentran captura la bandera, deathmatch, stronghold (capturar lugares y sumar puntos) o el que nos resultó más divertido que es Oddball. En este último, uno de nuestros compañeros tiene la posesión de una pelota y el resto debe defenderlo de los rivales que intentarán robársela.

Además, como no podía faltar, hay un pase de batalla que nos da objetos puramente estéticos o potenciadores de experiencia. A pesar de que el multijugador fue lanzado en la misma semana que Battlefield 2042 y muy cerca de Call of Duty: Vanguard, las estadísticas indican que Halo Infinite fue recibido de muy buena manera y sin dudas llegó para quedarse. Al menos un tiempito.

En conclusión, no cabe duda que haber retrasado casi un año la nueva entrega de Halo es uno de los mayores aciertos de Phil Spencer y su equipo en el último tiempo. Si lo hubiesen lanzado junto con la consola hace un año, podría haberle ocurrido algo parecido a lo que fue Cyberpunk 2077. Por suerte no fue así, tuvieron paciencia y hoy podemos jugar un juego que, en su historia principal, nos ofrece una gran aventura de 15 horas —o más, si queremos completarlo al 100%— y un multijugador muy bueno. El buque insignia de Xbox está de vuelta y lo hace a lo grande. [i]


DESARROLLADO POR: 343 Industries
DISTRIBUIDO POR: Xbox Game Studios
GÉNERO: FPS
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox One, Xbox Series X/S

QUÉ ONDA: Master Chief rompe todo (y a todos) porque no sabe como hacer duelo.
LO BUENO: Una narrativa interesante. La variedad de armas y enemigos. La incorporación del gancho. Buena calidad gráfica.
LO MALO: Un mundo abierto un poco vacío y monótono.

Este análisis de Halo Infinite fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN85%
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