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Ya estamos jugando Ghostwire: Tokyo. ¿Vale la pena?

Los fantasmas no muerden

Desde aquella sorpresiva aparición en la E3 de 2019, de la mano de una directora creativa que se robó nuestras corazones con su simpatía, aguardamos años para al fin poner nuestras manos sobre este fichín. Por suerte, la espera terminó, y mientras el resto del mundo duerme, le dedicamos varias horas de juego para llegar a una conclusión final. Mientras tanto, hicimos un recreo para contarles qué tal nos viene pareciendo hasta ahora, si vale la pena conservar el entusiasmo por Ghostwire: Tokyo o si es tiempo de pegarnos una duchita fría.

Antes que nada, nobleza obliga, hay que aclarar que la versión que jugamos para escribir estas primeras impresiones de Ghostwire: Tokyo es la de PC. Como las circunstancias apremiaban, lo hicimos en una laptop gamer que reúne los requisitos mínimos para hacerlo andar. Nos complace afirmar que aún así el juego anda de diez y se ve bárbaro, no hizo falta tocarle ninguna opción gráfica.

La historia de Ghostwire: Tokyo nos sitúa en plena Shibuya, región de Tokio, luego de que un misterioso episodio convierta a casi toda su población en espíritu. El cuerpo de Akito yace tirado en plena calle, al parecer víctima de un accidente de tránsito provocado por el caos. De pronto, el espíritu de un detective paranormal lo invade, reanimándolo. Ahora ambos deben compartir el mismo cuerpo para ayudarse mutuamente a rescatar a la hermana de Akito y devolver Tokio a la normalidad.

Imposible hacerlo sin poderes mágicos, obvio. Por suerte podemos conjurar hechizos elementales, que sirven como proyectiles ante los enemigos. Al ser un juego en primera persona, podemos ver con detalle todos los gestos que nuestro personaje realiza para conjurarlos, los cuales están inspirados en el Kuji-kiri, un viejo arte de orientación meditativa con las manos que ya fue referenciado varias veces en el cine, series y por supuesto, en el animé.

Los ataques de cada elemento están bien diferenciados. El primero que obtenemos en el juego es el viento, el más básico con municiones débiles pero que a repetición logran reducir a los enemigos. El fuego es mucho más letal, pero las “municiones” escasas. El agua es un ataque más de área, ideal para cuando nos encierra una multitud.

Además de poderes elementales, podemos disparar un arco o usar talismanes. Con un sólo botón vamos alternando entre estas armas o bien, podemos mantenerlo para desplegar una rueda donde seleccionarlos. No todo es ataque, claro, bien podemos bloquearnos para reducir el daño recibido. Si realizamos un bloqueo perfecto, el daño es cero.

Los enemigos se acercan lento pero eso no los hace menos letales. Nos vamos a encontrar espíritus en trajes de ejecutivo y paraguas (en un extraño cruce entre Slenderman y René Magritte), colegialas sin cabeza, fantasmas de niños con impermeable y otros visitantes de aspecto urbano aunque bastante peligrosos. El combate no es tan frenético como en otros FPS modernos pero demanda nuestra atención.

Si bien podemos optar por avanzar la campaña principal, también hay varias misiones secundarias para resolver. Toda la ciudad de Tokio está cubierta de una niebla asesina a la que no nos podemos acercar, por eso vamos descubriendo toriis que al limpiar desvanecen gran parte de la niebla, liberando el terreno y marcando en el mapa nuevas actividades.

A ver, estamos claramente ante el típico sistema de atalayas de un mundo abierto tradicional, sólo que acá se siente un poco más justificado dentro del tono de la historia que en otros fichines.

Derrotar enemigos y completar misiones nos da experiencia, lo que nos permite subir de nivel y aumentar nuestra barra de salud. Además, nos concede Skill Points con los que podemos desbloquear habilidades nuevas o mejorar las ya existentes. Eso sí, ciertas habilidades requieren magatamas, objetos que sólo podemos obtener absorbiendo yokais que nos crucemos en el camino o al final de ciertas misiones.

Por el camino también vamos a ir recolectando meika, moneda con la que podemos visitar tiendas (atendidas por espíritus felinos) y comprar todo tipo de objetos útiles para la aventura, incluyendo comida, con la que podemos recuperar salud y obtener ventajas temporales.

Por las calles de Shibuya encontramos gatos y perros, los cuales nos brindan más información al leer sus pensamientos, e incluso podemos darle a los canes comida para que nos revelen secretos.

¿La ciudad está vacía o la gente sigue ahí? Bueno, un poco y un poco. Podemos pasear por todo Shibuya y meternos por pasillos y escaleras, sin que haya propietarios para regañarnos. Pero de lo que están llenas las calles es de los espíritus de esas personas, esperando ser rescatados. Por suerte tenemos katashiros, unos talismanes de papel en los que podemos almacenar estas ánimas y luego liberarlas a través de unos teléfonos públicos intervenidos. Sí, todo un delirio, ¡pero funciona!

El espacio aéreo también es completamente visitable, ya sea que queramos subir las treinta escaleras que conducen a la terraza de un edificio o bien nos tomemos un atajo enganchándonos de los tengu que andan dando vueltas por ahí. Además tenemos el poder de planear, pudiendo pasar de un techo al otro con facilidad.

Hay muchas cosas más de las que conversar, creannos, quedaron mil asuntos afuera. ¡Pero para eso está la review que llegará en unos días más!

Lo que podemos concluír después de meterle varias horas es que se trata de un título muy entretenido, que ya por el mérito de recorrer una región tan interesante como Shibuya (por más abandonada que esté) vale la pena. Por suerte el envoltorio le agrega un montón de sabor, con mucha exploración de la mitología japonesa, más un sistema de mundo abierto bastante adictivo, aunque repetitivo y sin riesgos.

Si lo que vieron en trailers hasta ahora les gustó, pueden estar tranquilos que este es el juego que esperan (a menos que no esperasen un mundo abierto, en cuyo caso no están de suerte). El apartado gráfico es excelente, de hecho tengan en cuenta que las capturas que acompañan la nota pertenecen a una configuración visual intermedia, por lo que no dudamos que sabrá sacarle el jugo a máquinas más potentes e incluso a la PlayStation 5. Los cambios internos de equipo no parecen haberlo dañado tampoco.

Por ahora, lo recomendamos sin dudarlo.  Cerramos esta nota, y nos volvemos a las calles de Shibuya a seguir trayendo paz a los espíritus. ¡Ahí se ven! [i]


DESARROLLADO POR: Tango Gameworks
DISTRIBUIDO POR: Bethesda Softworks
GÉNERO: FPS, Acción, Aventura, Horror
DISPONIBLE EN: PS5, PC
LANZAMIENTO: 25 de marzo de 2022

Este análisis fue realizado a través de un código de PC provisto por sus desarrolladores.

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