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Monster Hunter Rise: Sunbreak [REVIEW]

Sacándole filo a los huesos 

Hace año y pico atrás me tocaba analizar —y disfrutar como chancho— el juego base. Tal como decía en aquella review, no solo se trataba de una notable evolución jugable, sino que además se hacía más amigable para todo el mundo. Eso sí, terminaba con una plegaría en forma de crítica: “necesita más contenido urgente”. Bueno, Monster Hunter Rise: Sunbreak se hizo esperar, pero la cantidad de contenido adicional es tanta que podemos hacer dulce. O, en este caso, armas y armaduras.

Antes que nada, cabe aclarar que no van a poder tocar el nuevo contenido de Monster Hunter Rise: Sunbreak hasta terminar la campaña principal del juego base. Créanme, lo intenté al crear un nuevo personaje y no sale ni una sola referencia al DLC.

Así que, si no lo terminaron, antes de hacerle un juicio a Capcom afilen esas armas y liquiden lo que les quede. Y si son recién llegados, sepan que tienen un hermoso y muy largo viaje por delante. Tómenlo con calma.

Mariposas en el estómago (y en el sistema nervioso)

Los que llevamos unos años convirtiendo monstruos en artículos para la caza sabemos que no estamos aquí por la historia (no, los dos Monster Hunter Stories no cuentan). Sin embargo, en este DLC hay una intención por ponerle un poquito más de onda a dicho apartado. No se vayan a esperar una maravilla de la narrativa —sigue siendo uno de los puntos más flojelis—, pero se nota esa pizca adicional de sal y pimienta.

Así, el comienzo de Monster Hunter Rise: Sunbreak es más o menos parecido a todos los juegos de la saga. Nos llega un informe urgente sobre unas criaturas salvajes, que se están comportando como si estuvieran bajo efectos de estupefacientes.

En esta oportunidad, dada la magnitud de la amenaza, interviene el ejército. ¿Podrá resultar algo bueno de gente entrenada para romper cosas, con grandes armas y que no sabe lo que está haciendo? La historia y la estadística muestran que hay un 99% a favor de que la “caguen fuerte”. Pero estos militares son más cool y piden ayuda a un experto en cazar monstruos. Es decir, nosotros.

Una vez calzada nuestra pintoresca armadura, de la investigación previa surge un detalle alarmante. Existe una plaga —un organismo parasitario llamado Qurios— que afecta a los monstruos, les succiona la vida y los vuelve re locos. Y por si fuera poco, es muy bonita, ya que tiene la forma de una bandada de mariposas rojas. Confirmado: hay que sospechar de las cosas bellas. Excepto de Monica Bellucci, claro.

Así, por más bonito que resulte el Qurios, amenaza con la destrucción de la aldea y, por qué no, del mundo (ya puestos en plan dramático, subamos la apuesta). Aquí nace la sospecha del origen de toda esta movida sea el resultado de una asociación ilícita de monstruos, conocidos como “los tres señores”. No, no estoy hablando de líderes sindicales argentinos, sino de tres bestias de leyenda: el feroz dragón anciano Malzeno, el enorme lobo Lunagaron y el acorazado Garangolm.

De esta forma, nos trasladamos a Elgado, una nueva localización y base de la armada que, al igual que la villa, funcionará como hub. Con un aspecto más “urbano medieval” (perdón profesores de historia), Elgado es más compacto que nuestra antigua villa, pero no la reemplaza por completo, ya que para ciertas actividades debemos volver a ella.

¿Nuevos bichos?

¿Más misiones? ¡Sí, toneladas! ¿Más monstruos? ¡También, una bocha! ¿Y monstruos nuevos? Eeeh… poneeele. Aquí —quién no tenga cicatrices de juegos anteriores— no notará cierto reciclaje de bestias. Y es que Monster Hunter Rise: Sunbreak toma muchas criaturas icónicas de juegos pasados, les pega una tuneada y las saca a la cancha.

¿Esto es necesariamente malo? La verdad es que no, a pesar de que al veterano le puede chocar un poco. Pero la realidad es que Capcom trabajó mucho sobre las habilidades y tipos de ataque de cada monstruo, tantos los que estaban en el base como los “nuevos”.  Cada criatura tienen su propio comportamiento, agresividad y aún las subespecies se siente diferentes a las principales. La realidad es que termina siendo un pequeño detalle, más para mirar fijo a Capcom, con gesto cómplice y decir por lo bajo “sé lo que hiciste, picarón, ¿eh?”.

En cuanto a mecánicas y sistemas, quizá la adición más disfrutable es posibilidad de intercambiar habilidades sobre la marcha. Recordemos que, en el juego base, era posible configurar una serie de ataques especiales a las armas, para así mejorar y alargar nuestros combos.

De esta manera, si queríamos cambiar algo en esta configuración de ataques, debíamos abandonar la acción, volver a la aldea y hacer los ajustes. En cambio, en Monster Hunter Rise: Sunbreak podemos equipar dos sets de habilidades, intercambiando entre ellos cuando nos plazca, durante la acción. Lo mejor es que se siente de pelos, los fanáticos del combo tienen aquí su nueva droga de diseño.

Por otra parte, el online sigue funcionando bastante bien, con el extra de que la comunidad es positiva. Es decir, no tengan miedo de usar esta función si son inexpertos, hay mucho apoyo por parte de los experimentados y es muy raro encontrar un troll que les joda la partida.

Aún así, si siguen con miedo a la exposición, esta expansión añade misiones en las que son acompañados por un NPC. Eso sí, no hay nuevas “misiones de frenesí”, esa variante de “tower defense” disponibles en el juego base. Yo sé que fueron criticadas, pero a mí me gustaban, loco. Sniff, ¿tendré que esperar un spin off para moviles? Alta idea te acabo de tirar, Capcom… con un diego sobre los ingresos me conformo.

Bellísimo y cumplidor

Para este análisis usé la versión de Nintendo Switch. Tenía mucha curiosidad de probarlo en PC, ya que sólo vi videos y se ve de pelos. Pero no cuenta con cross save ni cross progress… ni bajo amenaza de muerte vuelvo a jugar la cantidad ingente de horas que ya tenía acumulada. Hay que respetar lo grindeado y crafteado, seamos gente civilizada.

Sin embargo, estoy más que contento con los gráficos y el desempeño en la portátil. Tanto dockeada como handheld, el juego se ve bellísimo y no tiene casi tirones de fps. Claro, hay que conformarse con 30, pero matar bichos enormes tirado en la camucha lo vale.

Así, Monster Hunter Rise: Sunbreak termina de redondear un juego que ya era excelente. Con la incorporación de este contenido, ya cabe la posibilidad de discutirlo como el mejor de la saga. Tanto en peso como en calidad, vale la pena volver y reinaugurar la marroquinería más rara del mundo. [i]


DESARROLLADO POR: Capcom
DISTRIBUIDO POR: Capcom
GÉNERO: Arpg
DISPONIBLE EN: Windows, Nintendo Switch.

QUÉ ONDA: El juego que la Asociación Protectora de Animales no quiere que jueguen. Y con razón, ojo.
LO BUENO: Más variedad de monstruos. El sistema de cambio de habilidades. Mejor narrativa que el base.
LO MALO: Los monstruos están recauchutados de otros juegos. No hay misiones tower defense. Bastante continuista con respecto al contenido base.

Este análisis de Monster Hunter Rise: Sunbreak fue realizado a través de un código de Nintendo Switch provisto por sus desarrolladores.

  • CALIFICACIÓN85%
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